Nadie dijo que esto resultase fácil. Y a la quinta ocasión, la moneda salió cruz. Y fue cruz porque cuando no compites durante los noventa y pico minutos que dura un partido, el contrario te lo hace pagar. No basta hacerlo sólo en setenta minutos.

Pero no sólo son esas desconexiones las que penalizaron a la Balona en Sanlúcar. La alarmante falta de pólvora arriba es más que manifiesta. El infatigable trabajo que hizo Dopi no fue suficiente, ya que tampoco estuvo acompañado desde las bandas.

El hecho de haber tenido en el dique seco a los otros dos delanteros, tampoco ha ayudado. Menos mal que Javi Forján ya reapareció, aunque evidentemente todavía está lejos de su mejor forma.

Desde la grada (o desde la casa si la conexión al partido se realiza a través de Footters), se cuestiona la escasa aportación de las bandas. A Tito Malagón ni se le vio. Por lo menos Koroma aportó algo más de aire fresco con su incorporación al terreno de juego. Velocidad y desparpajo no le faltan. También parece que se nota en demasía la ausencia de Luis Alcalde. Ninguno de sus sustitutos –Igor Martínez y Kaya– han aportado lo que el joven procedente del Antequera estaba haciendo.

Y para colmo, la solidez defensiva de la Balona se resquebrajó. El mejor seguro de vida (que contrarresta parcialmente la falta de pegada arriba), desapareció a ratos como el Guadiana.

La sensación es que la Balona no mereció volver de vacío de El Palmar. Pero fútbol es fútbol y ésta es una lección para aprender, arbitraje al margen.

Está claro que hay poca pólvora y que no se pueden desperdiciar ocasiones tan claras como las que el equipo de La Línea tuvo en Sanlúcar. Sería injusto quitarle mérito al Atlético Sanluqueño, que volvió a demostrar que en su feudo es un equipo dificilísimo de batir.

Ahora vienen dos equipazos a visitar el Municipal (Cartagena y Marbella), y por medio llega la Copa Ferderacin, con la visita el Conquense. Estas dos semanas, por su complejidad, posiblemente aclaren cuáles son las miras de la Balona. Para ello, la afición debe acudir al vetusto estadio linense para apoyar al equipo en tan difícil travesía.