Sanitarios

Ellos son la primera línea de batalla en esta época tan dura para todos

Tengo entre mis antiguos alumnos y alumnas, un buen puñado de médicos, además de otros tantos graduados en Enfermería, o Fisioterapia. A todos ellos les impartí Biología durante varios años, y junto con mi querida compañera Amelia Esteve, desde el Colegio María Auxiliadora en Algeciras, creo haber sembrado en ellos el amor por la Ciencia. Quiero pensar también, que algo influimos en su vocación sanitaria. No pocas veces, en el último curso de bachillerato, cuando me comunicaban su ya clara decisión de dedicarse a la sanidad, comentaba con ellos, la importancia de que fueran conscientes de que su futura profesión, implicaba un servicio permanente a los demás y también una formación continua. Intentaba explicarles que esta vocación de servicio era inherente a su futuro y que había que estar dispuestos a vivir con ella; si no, era mejor que abandonaran la idea de ser sanitarios. Actualmente tengo el privilegio de mantener contacto con muchos de ellos (benditas redes sociales), y me consta que aman profundamente lo que hacen. Más que nunca en los tiempos que corren, estoy muy orgullosa de todos ellos.

Difícil época las que les ha tocado vivir. Con más de 88.000 infectados (según Consejo General de Colegios de Médicos) entre los profesionales sanitarios, soportando además una altísima presión psicológica, son los auténticos héroes de la pandemia que sufrimos por la COVID 19. Sé que una gran mayoría de nosotros cumplimos las medidas que las autoridades sanitarias nos indican para detener al virus, pero no deja de sorprenderme la inconsciencia de otros. Fiestas privadas, reuniones sin distancia social y sin mascarilla o batallas con bolas de nieve en pleno centro de Madrid. Me pregunto si el ambiente en el que vivimos invita a este tipo de actividades. El drama de muchas familias, y la situación que vive la sanidad, son motivos más que suficientes para ser extremadamente cautelosos y no lo contrario.

Hace un par de semanas, por un problema inesperado de salud en mi familia, he pasado varios días en el Hospital Universitario Torre Cárdenas de Almería, donde me he encontrado con sanidad pública de calidad. En la experiencia vivida, no solo me ha impresionado la eficiencia y formación de sus profesionales, sino también, su altísima calidad humana. Cuando tenemos un problema de salud somos tremendamente vulnerables y una palabra o un gesto amable nos reconforta y se convierte en nuestra mejor medicina. Médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, limpiadoras… ellos son la primera línea de batalla en esta época tan dura para todos. Cuidemos de los que nos cuidan, lo merecen sin lugar a dudas. Y por ellos, por nosotros, por todos: seamos responsables.

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