Si quisieran ustedes buscar la imagen de un elefante entrando en una cacharrería, sólo tienen que pensar en el presidente de los Estados Unidos, tratando de gobernar su país. En efecto, el extravagante Donald Trump, no deja pasar oportunidad de meter la pata. El Comando de Seguridad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y Canadá (Norad), mantiene la tradición, desde 1966, de informar a los niños que llaman por teléfono de la trayectoria del trineo volador de Santa Claus. Más de 1500 voluntarios colaboran en la tarea de dar un viso de realidad, a la más bella ilusión infantil. Este año, cuando un chaval llamado Coleman telefoneó, se encontró con que al otro lado del hilo, le contestó, Donald Trump. El presidente tras preguntarle su edad, menor de siete años, le dijo: "¿Todavía crees en Santa Claus?, porque a las siete no es habitual, ¿verdad?. Diviértete". No sólo acabó con la ilusión del niño, encima le llamó gilipollas.

Pero, ¡ay!, los metepatas se crían en todos los sitios. Aquí en España sin ir más lejos. Un periodista madrileño llamado Gabriel Cruz, vio llegar del colegio a su hija de diez años, profundamente triste. Su profesora, le había dicho que los Reyes Magos no existían y que en realidad ese papel, lo desempeñaban los padres. La chiquilla, en un mar de dudas, le pidió que le confirmara en internet, la existencia de los magos. Así lo hizo y se dio cuenta que todas las informaciones, eran de tipo negativo, sobre como contarle a tus hijos que los reyes son los padres. Gabriel se rebeló, qué no haría un padre por mantener viva la ilusión de su hijo, e investigó constatando la existencia real de los Reyes Magos, en el mapa de Juan de la Cosa, del año 1500, el primero del mundo en el que se representa el continente americano. Este mapa se conserva en el Museo Naval de Madrid y en su parte oriental se puede distinguir la figura de los tres Reyes Magos. Decidió ayudar a los padres con su mismo problema, creando una página de consulta en internet, www.losreyesmagosexisten.com. En ella trata de contrarrestar, la información en contra de su existencia. "También en honor a la verdad se desmontan varios mitos. Por ejemplo, el del reparto en camellos. Por lo que he podido averiguar estos animales se usan sólo en los desfiles de gala o en entregas especiales. La distribución nocturna, la real, la realizan una infinidad de pajes". La luz de los ojos de un niño, cuando descubre los juguetes que le han traído los Reyes, es la más hermosa que uno puede guardar en su memoria. ¡Suerte con el carbón!

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