ULB - Udea | La previa

El derbi de siempre y su vida propia

  • La ULB, en su mejor momento, recibe al líder invicto Udea

  • Los linenses apelan a su proeza del curso pasado y los algecireños, a su inmaculada racha

  • El regreso de Miki Ortega a casa salpimienta el duelo comarcal

Javi Balastegui y Miki Ortega, en el derbi de la Copa Diputación.

Javi Balastegui y Miki Ortega, en el derbi de la Copa Diputación. / Erasmo Fenoy

ULB y Udea, líder invicto del grupo DB, disputan este sábado (19:00) en La Línea, el duelo del baloncesto por excelencia en el Campo de Gibraltar, encuadrado esta vez en la decimoquinta jornada de la Liga EBA. Dicho así parece un partido más. Pero es mucho, muchísimo más. Linenses y algecireños desempolvan por enésima vez un derbi que tiene más de medio siglo de historia. Como bien definen los técnicos, “partidos con vida propia”. Los dos conjuntos llegan con todos sus efectivos y es que este tipo de compromisos nadie se los quiere perder. Los visitantes son claros favoritos, pero también lo eran hace un año y los albinegros asaltaron el Juan Carlos Mateo. Lo que demuestra que estos duelos son sencillamente… diferentes.

Llegó el momento. El partido de las cuentas pendientes. Uno de los dos que se recuerda con independencia de lo que haya sucedido en la temporada, aquel por cuyo resultado se interesan incluso quienes que no saben muy bien ni en qué categoría militan los equipos. Un derbi que pone en valor el extraordinario trabajo que dos clubes, ULB y Udea, Udea y ULB, están haciendo para mantener en el candelero el deporte de la canasta en el Campo de Gibraltar.

El duelo pone frente a frente a dos equipos con fines muy diferentes. Udea no solo es el líder, es el único equipo de las categorías FEB que aún no conoce la derrota. Enfrente una ULB que llega después de hilvanar cuatro victorias por primera vez en toda la temporada, lo que le permite mantener intactas sus aspiraciones de acabar la primera fase entre los cinco primeros y, con ello, asegurar la permanencia.

Con estas premisas puede parecer que la batalla es mucho más importante para los de casa que para los visitantes. E incluso es probable que esta afirmación no esté exenta de contenido. Pero el particular formato de la competición obliga a los algecireños a no poder permitirse ningún tipo de relajación, ya que en caso de derrota y si el rival consigue su objetivo de auparse al pelotón de cabeza, el resultado le penalizaría en la segunda fase. Ya tiene la experiencia de la temporada precedente.

Como es inexcusable entre dos contendientes separados por apenas una veintena de kilómetros, el duelo tiene su particular feedback. Basta decir que para media docena larga de los que se montan en el autobús de Udea, el pabellón de La Línea ha sido antes su casa. Por un lado el técnico, Javier Malla, que tiene en su currículum una final a cuatro, el mayor éxito de la entidad. Y por otro Sam Buxton, Samu Ortiz, Javi Fernández, Edmond Koyanouba y Juanmi López han vestido la camiseta del equipo de casa.

Caso aparte es el de MIki Ortega. Excapitán de la ULB. Un exjugador-franquicia que abandonó la entidad a final de la pasada temporada y al que muchos no han perdonado que se enrolase precisamente en Udea y menos aún su espectacular actuación en el partido de la primera vuelta, en el que los algecireños humillaron a los linenses. El base ha tratado de reconducir las aguas con unas declaraciones conciliadoras a Europa Sur durante la semana.

Vicente González, técnico de los de casa, que esta misma semana ha recibido la oferta para prorrogar su contrato de cara a la próxima campaña, afirma: “La temporada pasada tampoco nadie hubiese apostado un euro por nosotros y ganamos en Algeciras".

“Tenemos que ganar porque supone mucho para nuestras aspiraciones, pero también porque en la primera vuelta hicimos nuestro peor partido, nos arrasaron y le debemos una compensación a nuestra afición”, agrega.

Javi Malla, por su parte, apenas ha podido preparar el encuentro con su equipo. El fallecimiento de su padre Eduardo,  ha dejado los entrenamientos en manos de sus auxiliares. Alberto Fenoy y Pau García.

Malla, que ayer volvió a la tarea, comenta: “Los derbis son islas dentro de la liga y en mi caso es doblemente especial, porque siempre estaré muy agradecido a Silvia Pozo y la ULB porque cuando después de mi enfermedad yo estaba casi apartado del baloncesto, ellos me devolvieron a las canchas. Voy como visitante, pero voy a una de mis casas”.

“La ULB hace bien en agarrarse a sus últimas victorias para preparar el partidos ante un rival que está haciendo las cosas mejor, pero estamos acostumbrados a que cada semana los rivales se preparen para derrotar al imbatido, a que exista una especial motivación”, finaliza.

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