Continuamos con nuestra relación de monumentos callejeros en Algeciras, iniciada en nuestra entrega anterior.

El busto del General Castaños, fundido en bronce y que se encuentra a la derecha de la entrada al parque María Cristina, estuvo desde 1948 a 1971 en el centro de la mediana de la avenida Blas Infante, en el lugar donde actualmente se halla la estatua de Alfonso XI. Es copia de un busto de 1853 que está en el Museo del Ejército, obra de José Piquer Duart.

Cuando se instaló esta estatua, el busto del General Castaños fue trasladado al interior del parque, detrás de los aseos, junto a la pared, rodeado de un arco de ladrillo sobre pilares del mismo material, siendo el conjunto diseñado por el decorador, anticuario y pintor algecireño José Antonio Valdés Escuin. En este tramo del muro, en su parte alta, se alzaba una especie de frontón triangular, que fue destruido hace pocos años al sustituir el cerramiento antiguo, de airoso remate, por la actual verja. El monumento se desmanteló y el busto fue depositado, sin realce ni prestancia alguna, cerca de la entrada del parque, a la derecha de su avenida principal.

Este ilustre militar fue, junto al referido marqués de Verboom, uno de los mayores benefactores de nuestra ciudad, siendo quien trasladó a ella la sede de la comandancia militar del Campo de Gibraltar, entonces muy importante, pues abarcaba todo el territorio comprendido entre Conil y Fuengirola, lo cual confirió a Algeciras el rango de ciudad principal de la comarca.

Este prestigioso militar contribuyó a las buenas relaciones que permitieron la alianza hispano-inglesa contra Napoleón, en la guerra de la Independencia, alcanzando en ella la victoria de Bailén, primera vez que en Europa un ejercito napoleónico era derrotado en campo abierto y tomado prisionero en su integridad. En su deseo de embellecer Algeciras, el general Castaños diseñó la urbanización de la Plaza Alta, pues hasta entonces era una explanada de tierra. Instaló en su centro un obelisco de madera y, a lo largo del perímetro del espacio interior, unos bancos y pilastras de piedra, con cadenas de hierro.

En los últimos tiempos, se está abriendo paso el deseo popular de que el busto del general Castaños tenga un mejor emplazamiento, más céntrico y visible, adquiriendo un carácter mas monumental. La asociación cultural La Trocha lleva años apoyando esta idea y ha propuesto como emplazamiento la Plaza Alta, concretamente en el eje visual de la calle Convento o Alfonso XI, la más antigua conocida de Algeciras. Dentro de la plaza, también podría ser interesante la esquina que mira a la capilla de Europa o el eje E-O, dando al emplazamiento de la antigua fuente que se ve en un magnifico grabado de 1807 que atesora nuestro museo Municipal

El busto del cronista de la ciudad Cristóbal Delgado, que antes se hallaba en el cruce entre las calles Regino Martínez y San Antonio, obra en bronce, de 1997, de Rafael Gómez de Avellaneda, se instaló posteriormente en uno de sus parterres, hacia la salida posterior del parque. Don Cristóbal Delgado fue un insigne cronista, cuya obra más conocida es Algeciras, pasado y presente de la ciudad de la bella bahía, muy inspirada en la obra inédita de Pérez Petinto, Historia de Algeciras.

Busto de Cristóbal Delgado, cronista oficial de la ciudad durante muchos años. Obra de Rafael Gómez de Avellaneda Sabio.

El monumento actual es lamentable por su emplazamiento y estado de conservación: está en el centro de un parterre, lo que dificulta la lectura de su inscripción, orientado al norte, lo que mantiene siempre ensombrecido el rostro, y este está pintarrajeado con pintura negra, lo cual impide apreciar los rasgos y para colmo, tras un atento examen, podría pensarse que este detalle no fue obra del vandalismo corriente, pues parece haber sido realizado por goteo, o sea cuando el busto estaría en posición horizontal, previo a su última instalación.

La asociación La Trocha propone que esta obra sea incluida en el lote de bustos que van a ser restaurados por el Ayuntamiento, y debe pensarse en un emplazamiento más adecuado, tal vez en el patio cubierto del museo o en el centro documental, ya que don Cristóbal fue director durante varias décadas de la biblioteca municipal

También se encuentra en este parque el busto fundido en bronce del gran poeta y dramaturgo de la Generación del 27, García Lorca, obra de Rafael Gómez de Avellaneda, de 1998. Anteriormente se hallaba en la intersección entre la calle Alfonso XI y la avenida Blas Infante; posteriormente se instaló adosado a la pared de la caseta de las instalaciones eléctricas, a la entrada del parque, formando un conjunto con el mural de azulejos en honor del autor del Romancero Gitano y de la trilogía Yerma, La Casa de Bernarda Alba y Bodas de Sangre, entre otras muchas obras; realizado por Cristina López Vargas.

Busto de Federico García Lorca, situado primero ante las ruinas medievales y ahora dentro del Parque de María Cristina. Obra de Rafael Gómez de Avellaneda Sabio.

El último busto que se levanta sobre un pedestal de piedra en una de las pequeñas rotondas del parque, donde antes se hallaba la imagen pétrea de Nuestra Señora de la Palma, es el del genial pintor aragonés Goya, que vino a sustituir al esculpido por Cristóbal Delgado en los años sesenta, y que se encontraba a la entrada del paseo principal. Goya fue uno de nuestros más ilustres artistas de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. Entre sus obras destacan la serie de Pinturas Negras, La Familia de Carlos IV, La Maja desnuda y La Maja vestida.

En el vestíbulo de la plaza de toros Las Palomas se encuentra el busto del notable médico Ramos Argüelles, fundido en bronce, que reposa sobre media columna de las antiguas del coso de La Perseverancia. Este médico fue también uno de los más destacados facultativos que atendía a los toreros afectados por cogidas de los astados que toreaban.

En 2019 se erige el pequeño busto, sobre un pilar de ladrillo, de San García Abad, delante de la iglesia de la cual es su patrón. San García fue un abad de notable erudición y santidad, que vivió en el Reino de Castilla en el siglo XI, en tiempos del rey Fernando I. Resulta curioso el hecho de que este santo castellano de la Alta Edad Media diera nombre a una barriada algecireña y a su parroquia. La explicación es la siguiente: cuando en el siglo XVIII, en 1737, se construyó un fuerte en la zona que luego llevó su nombre. El oficial que estaba a su mando procedía de la comarca de la Bureba, Burgos, de donde era el referido santo. Por tal motivo dio su nombre al fuerte, y de este pasó a la punta que se conoce por tal toponimia y más tarde a la barriada próxima.

Relieve de Flores el Gaditano, obra de Nacho Falgueras, en el Parque María Cristina.

La última serie de monumentos urbanos de nuestra ciudad es de una variada tipología. En primer lugar, hemos de citar el monumento al artista local Florencio Ruiz Lara, conocido con el nombre artístico de Flores el Gaditano, recientemente fallecido a los noventa y nueve años, el cual se encuentra en un parterre del parque María Cristina. Es obra de Nacho Falgueras, de 1991, y consiste en una losa de piedra, con un bajorrelieve que representa la figura del cantaor, letrista y escritor. Florencio Ruiz Lara fue un afamado cantaor de flamenco, que compuso varias letras de canciones y también destacó como escritor. Nombrado Hijo Predilecto, una calle lleva su nombre.

En la rotonda que se abre al principio de la avenida de la Guardia Civil, a la entrada del parque feria, se alza un monumento consistente en la reproducción de una gran pandereta rasgada en la parte inferior de su superficie flanqueada por dos pilastras. Alude al decorado de la portada de feria del año 1945, que fue reproducido en la portada del ABC de Sevilla de aquel año. Fue erigido en 2004 y es obra del escultor linense Nacho Falgueras. Hay que dejar constancia de que se trata de un monumento inacabado, por falta de presupuesto, ya que en la imagen antigua original, que trata de reproducir el monumento, unas figuras a caballo irrumpían a través del hueco de la enorme pandereta. Esta omisión dificulta la comprensión del conjunto.

Homenaje a Andalucía, en la Plaza de la Constitución, obra de Luis de Arata.

En la plaza de la Constitución se encuentra el monumento Homenaje a Andalucía, regalado a la ciudad por la empresa Acerinox, cuyo autor es Luis de Arata. Consiste en una especie de gran caracola de acero inoxidable, cuya composición evoca uno de los movimientos de la muleta de un torero

En la rotonda de la intersección entre las calles Salamanca, Ruiz Zorrilla y Blas Infante se encuentra una escultura de metal sobre un podio de piedra, que representa una gaviota; fue donada por la empresa Celupal.

Otro monumento destacable es el que alude al quincuagésimo aniversario del Regimiento Mixto nº5 de Artillería, situado en el paso de peatones entre la calle Regino Martínez y el parque María Cristina, en la avenida Blas Infante. Consta de un pedestal en forma de prisma de base triangular, sobre el que se alzan tres cañones cruzados alrededor de un mástil sobre el que se yergue el escudo del regimiento. En torno a esta base hay tres bolardos en forma de balas, unidos por cadenas.

Monumento al Regimiento Mixto de Artillería Mixto nº 5, en la avenida de Blas Infante.

En las dos caras oblicuas del prisma triangular figuran dos placas con sendas leyendas sobre el regimiento de Artillería. Durante unos sesenta años existió una gran vinculación entre el Arma de Artillería y la ciudad de Algeciras. En 1940 se estableció una Agrupación de Artillería en el vetusto fuerte de Santiago.

En 1943 se crea el Regimiento Mixto de Artillería Nº 4, cuya plana mayor se encontraba en dicho fuerte. En 1945 fue nombrado Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Entierro. En 1957 se denominó Regimiento de Artillería Nº5 y en 1960, Regimiento Mixto de Artillería Nº5; en este año participó en la extinción del incendio de la Corchera Española. Volverá a cambiar de nombre en 1985, cuando se denominará Regimiento de Costa Nº5 (Racta 5). El 25 de enero de 2001 se despide este regimiento del fuerte de Santiago y es trasladado al acuartelamiento Diego Velarde, en los Pinos. Desapareció algunos años después definitivamente.

Monumento a la Concordia, en la avenida del Capitán Ontañón, obra de Jaime Pérez Ramos.

El Monumento a la Concordia se encuentra en la mediana de la prolongación de la avenida Blas Infante, en terrenos hurtados al parque María Cristina. Consiste en una escultura de metal de forma abstracta sobre un pedestal de granito. Fue inaugurado en 2015 como homenaje a las víctimas del fanatismo terrorista vasco o de otro origen, en particular en memoria del policía Diego del Río Martín y del guardia civil J.M. Gómez Martiñán. Su autor es Jaime Pérez Ramos, que la donó a la ciudad.

Juan Carlos Martín Matilla. Asociación Cultural La Trocha y Sección 2ª del Instituto de Estudios Campogibraltareños.