El derribo de la Verja de Gibraltar se abre paso enmedio de un mar de dudas

PP y La Línea 100x100 exigen detalles sobre lo pactado mientras los socialistas dan por hecho que el acuerdo entre la UE y Reino Unido se materializará en enero de 2026

Gibraltar, la nueva Mónaco al sur de Europa

Gibraltar y su puerto, con la bahía de Algeciras al fondo, desde la cumbre del Peñón.
Gibraltar y su puerto, con la bahía de Algeciras al fondo, desde la cumbre del Peñón. / Erasmo Fenoy

La Verja de Gibraltar tiene fecha de caducidad. O esa es la impresión. España y Reino Unido se han marcado como objetivo el derribo de esta barrera histórica para enero de 2026 si cumplen con la hoja de ruta prevista: plasmar por escrito el texto definitivo que desarrolla el acuerdo político alcanzado el pasado 11 de junio sobre la nueva relación del Peñón y la Unión Europea (UE). Se tratará de un tratado de carácter internacional que todas las partes esperan tener ratificado en diciembre próximo. La última palabra la tendrán los 720 eurodiputados que representan a los 27 Estados miembros de la UE y el legislativo británico.

El diario El País informaba en su edición de ayer que el paso fronterizo entre La Línea de la Concepción y la última colonia de Europa desaparecerá a comienzos del nuevo año o que esa es, al menos la intención de los negociadores, confirmando así las manifestaciones del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, poco después del acuerdo de junio. "La Verja ya es pasado", sentenció entonces, estableciendo el próximo otoño como fecha tope para la redacción del acuerdo. "Para el otoño el acuerdo estará completamente redactado, negro sobre blanco", aseguró.

El anuncio del adiós a la Verja dentro de apenas cinco meses fue recogido con júbilo por el PSOE y con escepticismo por otros actores políticos. El alcalde de San Roque y presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix, celebró que la Verja de Gibraltar tenga los días contados e instó al Partido Popular (PP) a que anuncie su apoyo a este tratado y tenga "por fin una primera visión de Estado".

Desde los populares, el alcalde de Algeciras, senador por Cádiz y presidente de la Comisión de Exteriores en el Senado, José Ignacio Landaluce, mostró su preocupación ante la falta de transparencia: "Nadie se ocupa de darnos información veraz de qué es lo que se está tratando", dijo Landaluce sobre una negociación que, a su juicio, afecta a los intereses del Peñón y de los españoles porque "esto va más allá de lo que es una Verja que se quite o no".

"Lo único que sabemos a día de hoy es que el Campo de Gibraltar no se ha beneficiado absolutamente en nada de lo hablado en las negociaciones entre la Unión Europea y España en una banda y el Reino Unido y los gibraltareños", aseveró el alcalde algecireño.

Con parecidos argumentos, aunque menos crítico, el alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco (La Línea 100x100) reclamó "información" oficial sobre el futuro de la ciudad una vez que desaparezca la Verja de Gibraltar. El regidor recibió como "una muy buena noticia" la eliminación de la frontera física que separa La Línea del Peñón en enero de 2026. Sin embargo, Franco insistió en la necesidad de conocer de primera mano todos los detalles de un acuerdo que "afecta directísimamente" a su municipio.

"A nosotros nos parece una muy buena noticia, pero me gustaría recordar que hasta el momento, más allá de las reuniones que se mantuvieron en el mes de junio, no hemos vuelto a tener noticias. Esperemos que en breve se nos convoque para algún tipo de reunión y se nos traslade información al respecto, ya que es un tema que a nuestro municipio le afecta directísimamente", manifestó el alcalde de La Línea.

El Ayuntamiento linense tiene entre manos dos cuestiones abiertas relacionadas con el acuerdo sobre Gibraltar: el Memorándum estratégico para una integración transfronteriza y sostenible, un documento que recoge un paquete de propuestas estructurales para afrontar el impacto que supondrá el fin de la frontera física con el Peñón, y una consulta ciudadana.

El Tratado de Roma: dos de cuatro

El futuro tratado permitirá, en efecto, el derribo de la Verja, lo que se traducirá en la libertad de movimiento de personas y mercancías, dos de los cuatro pilares fundacionales de la UE, expresados en el Tratado de Roma de 1957, pero queda por saber qué ocurrirá con la libertad de movimientos de servicios y de capitales. Hay aspectos adicionales no menos importantes, como el control de las bases militares aérea y naval del Peñón y de su personal, las pensiones de los trabajadores transfronterizos y el uso conjunto del aeropuerto, entre otros. Del acuerdo político de junio se desprenden, además, varios temas de consenso que deberán ser explicitados en el futuro tratado:

Impuestos

Es uno de los aspectos clave del acuerdo. La equiparación fiscal progresiva con España se realizará en un plazo no superior a los tres años mediante la aplicación de impuestos indirectos, que gravarán los productos de consumo, así como a los hidrocarburos, las bebidas alcohólicas y el tabaco, sujetos todos ellos, como en la UE, a una imposición fiscal más alta.

El acuerdo excluye los nuevos impuestos el sector de los servicios, el financiero y el de las empresas de juego online, sin los que no se entiende la prosperidad de un territorio de 6 km² donde no se fabrica nada a escala industrial

Desde la entrada en vigor del acuerdo, Gibraltar tendrá que elevar su impuesto sobre transacciones (el Transaction Tax, equivalente al IVA para los bienes) al menos hasta el 15%. Es el tipo impositivo base en la UE, si bien el más bajo que se aplica en los Veintisiete está en el 17%, en Luxemburgo. Actualmente la colonia aplica un 3% y propuso durante la negociación subir al 10%, menos de la mitad del tipo ordinario vigente en España, que es del 21%.

El acuerdo excluye los nuevos impuestos el sector de los servicios, el financiero y el de las empresas de juego online, sin los que no se entiende la prosperidad de un territorio de 6 km² donde no se fabrica nada a escala industrial.

El pacto, por contra, sí afecta a las enormes ventas de tabaco por parte de Gibraltar -gracias a su permisividad con el contrabando- y a los ingresos que por ese concepto obtiene la hacienda llanita.

Aduanas

El acuerdo recoge los principios de una unión aduanera entre la UE y Gibraltar. La tarea a desarrollar en ese ámbito es ardua. Según el Gobierno español, las mercancías de fuera de la Unión Europea que entren en Gibraltar pasarán controles previos -aduaneros y fitosanitarios- en un puerto español (principalmente el de Algeciras) antes de entrar al Peñón sin restricciones. ¿Pero qué sucederá con las mercancías que entren desde fuera de la UE por el puerto de Gibraltar o su aeropuerto? La lógica indica que, en ese caso, los controles fitosanitarios deberían ser llevados a cabo in situ, en la colonia, por personal acreditado por la UE y de acuerdo a su normativa. Nada se ha indicado aún al respecto.

El pacto fija, además, un mecanismo permanente de trazabilidad de los productos, de tal forma que el espacio Schengen no se vea inundado de productos fuera de su legislación. Entre ellos figuran marcas de cigarrillos que, actualmente, entran a mansalva en España de contrabando previa escala en Gibraltar y cuya composición vulnera la normativa sanitaria de la UE.

Medio Ambiente

En materia ambiental, Gibraltar ha venido mostrando a lo largo del proceso de negociaciones cierta voluntad de equiparar su normativa en el ámbito ambiental al de los socios europeos. Las exigencias de la UE al respecto eran altas y habrá que comprobar cuál es la fórmula final pactada y qué periodo se da a la colonia para equiparar su legislación a la de sus vecinos. Por lo pronto, el Peñón vierte sus aguas residuales sin depurar a varias millas de la costa mediante un emisario submarino y su norma sobre emisiones atmosféricas es más permisiva.

La referencia explícita en el acuerdo a los "vertidos y rellenos" como parte de los compromisos a asumir por Gibraltar en línea con los estándares europeos se interpreta como una referencia indirecta al polémico proyecto de urbanización y ganancia de terreno al mar en la zona del Eastside, denunciado por la Fiscalía de Medio Ambiente ante los juzgados de La Línea a raíz de las indagaciones de Verdemar-Ecologistas en Acción.

Pensiones y bajas de los transfronterizos

El silencio mantenido hasta ahora al respecto por parte de los negociadores da qué pensar. Los jubilados españoles que trabajaron en la colonia cobran de media unos 400 euros menos al mes que quienes fueron sus compañeros de trabajo y cotizaron por igual tiempo. ¿Habrá un mecanismo para compensar a los actuales y futuros pensionistas? ¿Cómo se financiaría esa fórmula?

¿Cómo se controlará el movimiento de los militares y del personal civil destinado o que llegue a ambas bases? ¿Y del material militar, incluidos los submarinos nucleares y los misiles Tomahawk?

Un añadido más en materia laboral: En 2022, la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) denunció que los transfronterizos que enferman sólo perciben de prestación por enfermedad dos semanas con el 100% del sueldo y cuatro semanas con el 50%; cuando la enfermedad es de larga duración, como casos de cáncer o accidentes, no sólo no cobran nada, sino que tampoco pueden solicitar ningún tipo de prestación en España ni en Gibraltar al estar declarados como “trabajadores activos”. Los residentes en Gibraltar, en cambio, si tienen una prestación a través de su Welfare o Bienestar Social.

Aeropuerto: uso y gestión compartida

El aeropuerto de Gibraltar -de titularidad de la Royal Air Force (RAF) y construido ilegalmente sobre el istmo no cedido en el Tratado de Utrecht- abrirá al tráfico civil para vuelos británicos, europeos y españoles. Su gestión se encomendará a una empresa mixta, se entiende que hispano-británica. La Policía Nacional y la de Gibraltar harán un doble control en el aeródromo -sin el apoyo de Frontex- de la misma forma que se hacen en la estación de St. Pancras, en Londres, donde la policía francesa lleva a cabo, con uniforme, controles migratorios a los pasajeros antes de embarcar hacia el continente.

Puerto

Otro tanto debería ocurrir con los controles en el puerto llanito. Picardo ha negado que la Policía Nacional vaya a tener presencia allí, aunque está por ver. De la misma forma que los agentes españoles controlarán la llegada de las personas al aeropuerto, les corresponderá hacer lo propio en los muelles del Peñón con las tripulaciones de los barcos o con los pasajeros de los cruceros no procedentes de puertos del espacio Schengen. Lo mismo cabe decir del Servicio de Vigilancia Aduanera y los inspectores del Puesto de Control Fronterizo en lo referente a las mercancías y productos alimentarios.

Las bases militares

Ninguno de los firmantes ha hecho alusión a la incardinación de las bases militares de la RAF y de la Royal Navy (RN) en el espacio Schengen y de su personal. ¿Cómo se controlará el movimiento de los militares y del personal civil destinado o que llegue a ambas bases? ¿Y del material militar, incluidos los submarinos nucleares y los misiles Tomahawk? La cuestión no es baladí: suprimir una frontera y abrir el territorio a una fuerza militar extranjera, por muy aliada que sea en la OTAN, requiere de algo más que la buena fe. Se llama seguridad nacional.

Dos protagonistas

El acuerdo tiene dos protagonistas principales: La Línea y Gibraltar, los dos territorios vecinos que mantienen posiblemente entre sí las diferencias más altas en términos de riqueza en el conjunto del continente europeo. El acuerdo es un arma de doble filo para los linenses: por un lado, garantiza que 15.000 de sus vecinos puedan ir a trabajar sin impedimentos a Gibraltar y que el capital llanito invierta en su término municipal; la cruz es el temor a una escalada inflacionista, especialmente, en materia de vivienda, y a un aumento inasumible del tráfico de vehículos entrando y saliendo de la Roca. Juan Franco pide por ello medidas singulares para su pueblo por parte del resto de las administraciones.

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