OBSERVATORIO DE LA TROCHA | NUESTRA DECORACIÓN URBANA

Las esculturas urbanas de Algeciras (I)

  • La ciudad cuenta con más de treinta esculturas distribuidas por varios lugares de su entramado urbano

Alfonso XI, obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín.

Alfonso XI, obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín.

Toda ciudad que se precie cuenta con diversas esculturas urbanas, las cuales se erigen por diversos motivos: conmemoración de un hecho importante; homenaje a un determinado personaje histórico de carácter nacional, provincial, regional o local; homenaje a algún artista o escritor; o por otras diversas razones. Nuestra ciudad cuenta con más de treinta esculturas distribuidas por varios lugares de su entramado urbano. Las he clasificado en tres tipos: Estatuas de cuerpo completo de personajes destacados, de la Virgen María o como símbolo de personas, bustos de personalidades importantes, y de temática y tipología variadas.

La estatua de Alfonso XI se encuentra en medio de la mediana de la avenida Blas Infante, en el tramo comprendido entre las calles Alfonso XI y Regino Martínez, frente al parque María Cristina, sobre un pedestal en que figuran en unas placas el escudo de nuestra ciudad en sus caras este y oeste, y en las septentrional y meridional, un texto en el que se enumeran todos los títulos reales de este monarca medieval, entre ellos, el de Rey de Algeciras. Es obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín, esculpida en 1971. Se colocó en el lugar en el que se hallaba desde 1948 el busto del General Castaños, al que me referiré más adelante. A este rey castellano-leonés le cupo el honor de conquistar a los musulmanes las Algeciras; es decir, Al Djezirat el Hadra y Albinyya en 1344. Por desgracia, nuestra ciudad volvió a caer en manos de la Media Luna veinticinco años después, durante la guerra fratricida entre el rey Pedro I y su medio hermano bastardo, Enrique de Trastámara, que tras su asesinato heredaría el trono castellano-leonés.

La estatua de Emilio Santacana y Mensayas se encuentra en una rotonda del paseo de la Conferencia, antes de iniciar la subida hacia el Hotel Reina María Cristina. Fue fundida en bronce en 2006 y es obra de Rafael Gómez de Avellaneda. Se erigió en homenaje al que fuera insigne alcalde de Algeciras durante la Conferencia Internacional sobre Marruecos, de 1906. Fue designado para ocupar el sillón municipal por su gran cultura, ya que dominaba varios idiomas. Se cuenta, como anécdota, que saludó a los delegados británicos, alemanes y franceses en sus respectivas lenguas. De familia catalana y gibraltareña, pertenecía a la burguesía local y al partido liberal, durante el régimen de la Restauración. Desempeñó un brillante papel en aquella famosa conferencia y dejó en un magnífico lugar a nuestra ciudad. Fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad, por tal motivo Entre sus obras destaca el libro “La Antigua y Moderna Algeciras”, publicado en 1901.

Homenaje a la compañía de Escopeteros de Getares, obra de Rafael Gómez de Avellaneda Sabio. Homenaje a la compañía de Escopeteros de Getares, obra de Rafael Gómez de Avellaneda Sabio.

Homenaje a la compañía de Escopeteros de Getares, obra de Rafael Gómez de Avellaneda Sabio.

El monumento a la Compañía de Escopeteros de Getares está situado en un mirador en la avenida de Carlos Cano. Este bronce es obra Rafael Gómez de Avellaneda, realizada en 1999. Esta compañía de Escopeteros de Getares fue creada en 1705, tras la usurpación británica de Gibraltar, con la finalidad de vigilar el Estrecho de posibles ataques berberiscos y, sobre todo, para impedir el tráfico y contrabando con la colonia calpense. Se mantuvo hasta el primer tercio del siglo XIX, al quedar disuelta con motivo de la reorganización del Ejército. En sus últimos años hubo un destacamento en la parte posterior del vetusto edificio del convento de la Merced, en la calle Munición o Cte. Gómez Ortega, frente al barranco con vistas a la Bahía.

La estatua de Miguel Mateo Miguelín se encuentra en la explanada que hay delante de la plaza de toros Las Palomas. Se trata de un grupo escultórico formado por la figura del matador de toros dando un pase con el capote al astado, sobre una base ovalada cuyo borde es de ladrillos dispuestos en sardinel. Es obra de Nacho Falgueras, fundida en Bronce por J. Relos, en 2008. Miguelín, aunque nacido en Abarán (Murcia), desde muy pequeño vivió en nuestra ciudad, ya que sus padres se afincaron aquí. Murió en su finca de San Roque. Su etapa como matador de toro más exitosa transcurrió en la década de los 60, rivalizando con otro torero famoso: El Cordobés. Protagonizó tres películas, entre las que destacan El Momento de la Verdad y El Relicario, junto a Carmen Sevilla y Arturo Fernández; cuya escena más memorable fue toreando en la playa de El Rinconcillo.

La estatua sedente de Paco de Lucía, de grandes proporciones, es obra de Nacho Falgueras; fundida en bronce, data de 1994. Representa al genial guitarrista algecireño sentado en su silla de enea tocando la guitarra. Actualmente se levanta en la explanada anterior al acceso central al puerto de Algeciras. Ha cambiado de lugar en tres ocasiones, primero estuvo en una isleta de la avenida de la Marina, frente al hotel Marina Victoria, seguidamente se trasladó a la rotonda frente al antiguo varadero, sobre un alto pedestal prismático, sobre el cual anteriormente se alzaba la figura de una sirena, a la que me referiré más adelante. Francisco Sánchez Gómez, verdadero nombre de Paco de Lucía, fue uno de los más ilustres algecireños; un magnífico guitarrista que revolucionó el mundo del flamenco con los sones de su guitarra. A lo largo de su trayectoria artística recibió numerosos premios y galardones y paseó el nombre de nuestra ciudad por todo el mundo.

Homenaje a la madre, obra de Victoriano Meneses. Homenaje a la madre, obra de Victoriano Meneses.

Homenaje a la madre, obra de Victoriano Meneses.

El monumento en Homenaje a la Madre se encuentra en la calle Radio Algeciras, en la intersección con las calles Rafel de Muro y Bailén. Consiste en la figura de una mujer -madre, con una niña-hija. Fue fundida en bronce por Victoriano Meneses, en 1995, por iniciativa del Club de Leones. Todos los primeros sábados de mayo, se celebra en su entorno un recital poético, que fue iniciado por el citado Club de Los Leones, y que ahora lo lleva a cabo la asociación cultural Academus.

María Auxiliadora, en el Secano. María Auxiliadora, en el Secano.

María Auxiliadora, en el Secano.

La estatua fundida en bronce de María Auxiliadora fue inaugurada en el 2014 y se halla en una plaza en la calle Ruiz Zorrilla, Secano. Es obra de serie, encargada y erigida por iniciativa de la congregación de los padres salesianos, en honor a su patrona, a la que su fundador, San Juan Bosco le tenía gran devoción, la cual se ha extendido a numerosos algecireños desde que los salesianos la trajeron en 1935 al instalarse en nuestra ciudad. Algeciras le debe a esta congregación la recuperación de sus templos, asolados el comienzo de la II República.

Nuestra Señora de La Palma, en la Avenida de Blas Infante. Nuestra Señora de La Palma, en la Avenida de Blas Infante.

Nuestra Señora de La Palma, en la Avenida de Blas Infante.

Sobre una columna de fuste acanalado y capitel jónico de cuatro volutas, que descansa sobre una ridícula base, inapropiada para el porte de la columna, se yergue la imagen de la advocación de Nuestra Señora de la Palma, en la intersección de la avenida Blas Infante y la calle Inmaculada. Data de 1954 y fue erigida con motivo de la celebración del año mariano en aquella fecha. Su emplazamiento original fue el cruce de caminos que había en lugar donde actualmente se encuentra la rotonda del Avemaría. En 1971 se trasladó al espacio dejado por el Casino Cinema tras su demolición. Se colocó en una pequeña plaza, con una fuente rectangular rodeada de jardines delante, y se accedía al monumento por unas escaleras. Mantenía su pedestal original de más de un metro de altura, proporcionado a la altura de la columna, que le otorgaba gran esbeltez. Al reformarse la plaza Menéndez Tolosa a principio de este siglo, se modificó totalmente su emplazamiento, eliminándose las escaleras, la fuente y el jardincillo, y para colmo del despropósito se sustituyó el esbelto pedestal sobre el que descansaba la columna por la actual base, totalmente inapropiada. Y para ahondar en el desatino, se instaló en la esquina de la acera, un lugar absolutamente inadecuado.

El monumento a las Ganaderías se encuentra en una rotonda de la calle La Pulsera, entre el parque feria y la barriada de Las Colinas. Fue fundida en bronce en 2004 y su autor fue Nacho Falgueras; representa a un toro saltando una barrera y a una maletilla a sus pies. La figura del toro es tres veces más grande que el tamaño natural.

La Caracola, obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín La Caracola, obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín

La Caracola, obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín

En los jardines de la Escuela de Arte se encuentra la estatua denominada “La Caracola”, también conocida como “La Doncella” obra de Carlos Gómez de Avellaneda Martín, de 1971. Realizada en piedra blanca, representa a una mujer desnuda, con la cabeza vuelta de medio lado, sentada sobre un pequeño montículo, en el centro de un recinto rodeado por un brocal de silueta sinuosa.

Es curiosa y original la figura del Don Quijote sentado sobre una herrumbrosa moto “Vespa”, realizada en metal por los alumnos de metalurgia de la Escuela de Arte, se encuentra en sus jardines. Ha sido recientemente restaurada.

En la barriada de las Colinas, en la plaza del Querer, se encuentra una pequeña estatua de piedra blanca, sobre pedestal de ladrillo, que representa a San José con el niño Jesús en sus brazos. No olvidemos que la iglesia de esta barriada se halla bajo su advocación.

En la plaza delante de la iglesia de San Antonio de Padua, en el pasado año se erigió una pequeña estatua de piedra blanca sobre pedestal de ladrillo que representa la imagen del Sagrado Corazón.

En la plazuela de la Virgen del Mar, en la barriada de El Rinconcillo, se erigió una pequeña imagen de Ntra. Sra. de la Palma, sobre una columna de fuste salomónico, apoyada sobre un montículo de piedras y rodeada de una verja protectora, que alude a la imagen que cada 15 de agosto es sacada del fondo del mar para celebrar la famosa romería marítima, organizada por la asociación El Mero, desde 1974.

Otra imagen de pequeñas dimensiones, sobre pedestal de ladrillos, que se encuentra en la plazuela de Ntra. Sra. del Rocío, delante de la iglesia del Corpus Christi, es la imagen mariana homónima, cuyo simpecado se halla dentro de la iglesia.

Para finalizar la lista de estatuas, es preciso mencionar que la APBA tiene en proyecto erigir una del marqués de Verboom, fundida en bronce, de dos metros de altura, en el interior del fuerte de la Isla Verde; su autor es Salvador Amaya. Con esta estatua se intenta atender a la deuda que nuestra ciudad tiene contraída con este ilustre personaje de nuestra historia, injustamente olvidado. El marqués de Verboom fue el padre indiscutible de la Algeciras actual, ya que gracias a él nuestra ciudad renació de sus ruinas medievales, y si no pudo conseguir recuperar sus títulos y alfoz que poseía en la Edad Media fue por culpa de San Roque, que se opuso ferozmente a ello. Algeciras le debe muchísimo a este noble de origen belga que se encontraba al servicio del rey Felipe V.

En cuanto a los bustos de personajes ilustres e importantes, nuestra ciudad cuenta con varios repartidos por su casco urbano. En la rotonda de la barriada de los Pastores, podemos admirar el busto dedicado al insigne y recordado Padre Flores, obra de Rafael Gómez de Avellaneda, fundida en 2007. Este sacerdote fue un gran luchador por los pobres de nuestra ciudad en una época muy difícil. Consiguió eliminar parte del chabolismo y alojar a los menesterosos en unas viviendas en la referida barriada. También a él se debe la construcción de la iglesia de Ntra. Sra. del Carmen.

El busto de Blas Infante, el denominado “padre de la patria andaluza”, actualmente se encuentra en la rotonda de la avenida Virgen del Carmen en su intersección con la prolongación de la avenida que lleva su nombre. Es un busto fundido en bronce en 1992, cuyo primer emplazamiento fue en el interior del parque María Cristina, en el lugar ocupado antes por el busto del Gral. Castaños, adosado a la tapia del este, tras los aseos. Blas Infante fue un notario andaluz, imbuido por el idealismo nacionalista decimonónico, que intentó el progreso de nuestra región. En el himno andaluz que redactó se confunden Andalucía con Al Ándalus, dos realidades históricas absolutamente diferentes; pero que por su idealismo nacionalista las unificó, falseando la historia.

Busto del Doctor D. Ventura Morón, gran benefactor de los algecireños humildes. Busto del Doctor D. Ventura Morón, gran benefactor de los algecireños humildes.

Busto del Doctor D. Ventura Morón, gran benefactor de los algecireños humildes.

En el parque María Cristina se hallan diversos monumentos conmemorativos, que antes estuvieron situados en otros lugares de la ciudad. El dedicado al notable médico don Buenaventura Morón es obra del artista algecireño José Román, consiste en un busto fundido en bronce sobre un alto pedestal de piedra, que data de 1952. Antes se hallaba en la plazuela Joaquín Ibáñez, el cual fue su cuñado. Esta persona contribuyó a la ampliación del antiguo hospital de la Caridad. El doctor Ventura Morón fue un gran médico que en varias ocasiones atendió de cogidas a toreros que toreaban en nuestra desaparecida plaza de toros La Perseverancia. Es famosa la foto de este médico con el torero El Gallo.

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