Lo que importa es la falta de consideración hacia el ciudadano, que hace alegaciones de buena fe y se le considera enemigo.

Uno, acostumbrado a que Gibraltar siempre gane, piensa que de nuevo nos la han colado por la escuadra.

Ni ahora ni tras 4 años se va a permitir policía española, para evitar la consolidación de los que ello significa.

Sin controles de entrada y salida, Gibraltar quedaría consagrado como el parque temático 'duty free' del Mediterráneo.

Las inflacionarias luces que nos ponen los de Puente Genil jamás brillarán como nuestra ciudad cuando hacemos de algecireños.

La provincia propia quizá no serviría, pero sí que deberíamos ser más exigentes con los parlamentarios de Cádiz.

Esta comarca siempre ha sido pagadora de los platos rotos de la relación hispano-marroquí y un ejemplo son nuestros pescadores.

No comparto que en este preciso año, por muy ocuro que nos esté siendo, sea prudente gastar más en iluminación decorativa.

El desprecio de Madrid se repite de nuevo en el esencialísimo proyecto de modernización de la vía férrea Algeciras-Bobadilla.

El obispo no actúa por mala fe sino porque desconoce la ciudad y lo que significa Pacode Lucía para sus habitantes.