Acercamiento y éxito

Tribuna de opinión

Los pilares básicos del acuerdo ya definen un avance histórico único. Un punto de inflexión que cambia la tendencia de la relación, del alejamiento y conflicto sempiterno

La UE y Reino Unido alcanzan un acuerdo "político definitivo" e histórico que permitirá el libre acceso de Gibraltar al espacio Schengen

Cronología de la negociación entre la Unión Europea, Reino Unido y España del acuerdo sobre Gibraltar para la era post Brexit

La Línea y Gibraltar.
La Línea y Gibraltar. / Andrés Carrasco

El texto de la declaración conjunta que formulan los gobiernos nacionales de España y Reino Unido, así como la propia Unión Europea y el gobierno local de Gibraltar, es sin duda un éxito sin precedentes de nuestro país en relación al siempre espinoso conflicto. Parece difícil creer que haya fructificado y solo queda la cautela de conocer el articulado concreto del tratado que, como norma jurídica, regulará todos los extremos pactados.

Los pilares básicos del acuerdo ya definen un avance histórico único. Un punto de inflexión que cambia la tendencia de la relación, del alejamiento y conflicto sempiterno que nace con Utrecht -y que durante siglos se va acrecentando y consolidando- a un nuevo camino de acercamiento entre los gobiernos y las personas.

Pero también en lo que nos importa es plenamente satisfactorio para los intereses de nuestro país, siendo a su vez coherente con la reclamación de la soberanía, que no cesa. Al contrario, se reduce el control y se cede jurisdicción por parte de Reino Unido; no se puede dudar tal cuestión. Y esto, aunque tampoco suponga renuncia a la soberanía británica, sino una nueva forma de entenderla, habiendo caído la rotunda e indefendible negativa a que España participase en tales labores de control soberano.

Y desaparece la Verja y con ello, como elemento esencial del acuerdo, no solo se consigue el paso fluido, sino la conexión de los territorios que nunca será perjudicial para España, sin duda, aumentándose aún más la intensa relación entre pueblos, vecinos y familias. Ojalá que en un futuro, como sucede entre Mónaco y Francia, que no se sabe donde empieza un país y acaba el otro.

Y sin duda supondrá un nuevo mañana para la comarca, pero en especial para La Línea que, en unión a Gibraltar, parece que será el nuevo centro económico, social y vital de la bahía. Un ejemplo de visión política y buen gobierno en prevención de la nueva realidad que hoy se inicia ha sido la aprobación del nuevo PGOU municipal, que prevé y ordena una nueva expansión urbanística con la construcción de hasta 11.000 viviendas nuevas y un importante aumento poblacional. Enfrente, Algeciras sufre una innegable decadencia, sin programación política alguna, siendo una verdadera aparición mariana que se pueda ver una grúa de construcción.

Por último, no me puedo olvidar del maltratado inspector de la Policía Nacional jefe de la frontera (hoy suspendido de empleo y sueldo de manera injusta y vergonzante). Solo aplicó la norma vigente, el tratado de Schengen, en el estricto y correcto cumplimiento de sus funciones al no haber norma que impidiera la inaplicación de tales controles en frontera. Ello le ha supuesto una ristra de expedientes sancionadores en perjuicio de su carrera y de su familia.

Estoy seguro que su recta actitud en defensa de la ley aplicable al momento y las denuncias a la Comisión Europea que al respecto formula han servido como acicate y apremio para dar una norma definitiva al post Brexit. Espero que se tenga con esta persona la misma magnanimidad que se ha tenido con los beneficiados con la Ley de Amnistía y que se cese en la persecución y el daño patrimonial y personal que sufre por intentar cumplir la ley. Así se lo ruego al Ministro Grande-Marlaska.

Y dicho esto, solo cabe felicitar de manera rotunda al Gobierno de nuestro país por este enorme éxito, que personalmente me parecía inalcanzable hasta hace bien poco. Será esencial el control de aspectos fiscales y que los prometidos fondos de cohesión sirvan para dar prosperidad real a esta maravillosa comarca. Por ejemplo, que sirvan para que funcione un más que necesario aeropuerto comercial, que llegue la alta velocidad ferroviaria y mejores perspectivas de empleo para todos.

Picardo, al que he de felicitar también por renunciar al arcaico maximalismo de negar que un funcionario europeo -de nacionalidad española- pudiera ejercer las labores de control del espacio europeo al que se integra Gibraltar, ha de reconocer que esta España de 2025 solo puede considerarse como amiga. Y que ha de empezar a inculcarse en el gibraltareño una nueva visión de nuestro país, superándose viejos prejuicios y admitiendo la generosidad que desde Madrid se ha concedido en aras de un mejor futuro para todos. Hoy ha sido un día feliz.

stats