Ciudad sin guión

16 de mayo 2025 - 03:05

Partamos de la base que la cultura no un pilar esencial de las políticas de los gobiernos locales. Un ejemplo, salvo error por mi parte, que el único nacido en Algeciras que llegó a ministro, Francisco José Barnés Salinas, ministro de Instrucción Pública durante la Segunda República no tiene ni una triste calle en esta ciudad.

Otro ejemplo lo narró maravillosamente Gloria Sánchez-Grande, hace unos días. Contaba la tan algecireña contradicción que se daba el sábado pasado en la Villa Vieja de esta bendita ciudad. En su espectáculo ácrata y transgresor, Chipi reivindicaba el bar como lugar de culto, siempre con la visión de la vida y del arte que hacen único al canijo del Cobre, pero luego el público no encontró uno abierto.

Quizá fue todo parte de un plan urdido por Antonio Romera para que la necesaria sacralización de los bares de toda la vida se creyera aún más necesaria por su público. A la vez que caía el telón se pudieron escuchar a la par unos sospechosos cierres metálicos. ¿Estaría Rebolo en el ajo? Pero creo que, lamentablemente, no; esto no forma parte de un guión. Porque casi nada en esta ciudad está guionizado; mas al contrario hay tantas cosas que parecen suceder como resultado de la pura improvisación, que es la manera en la que se gobierna esta ciudad desde hace tiempo.

Y Gloria dibujó magníficamente un ejemplo, que es la ausencia de coordinación entre la hostelería y los gestores de la cultura. Pero es que francamente no hay coordinación en apenas nada. Porque en el gobierno de un Ayuntamiento el guión se escribe sobre una idea de ciudad, sobre unas propuestas y sobre unas programaciones serias. Y aquí, los planes y los programas o no existen o no se cumplen. Es así de simple.

Que el PGOU como plasmación de la política urbanística, de equipaciones y dotaciones públicas, se debió renovar hace años. Pero eso no parece siquiera contemplarse. O el Plan Especial del Frente Urbano Litoral que lleva desde el año 2000 a la espera de redacción. O el Plan de Vivienda y Suelo, que caducó hace tiempo. O el Plan de Inspección de Inmuebles, que ni existe ni se le espera.

Hace poco el gobierno municipal nos dijo que pondrá en marcha mecanismos para evitar la concentración de servicios sociales en la parte baja. ¿Es que ahora se dan cuenta de que estaba sucediendo? Otras ciudades tienen aprobado un Plan Municipal de Servicios Comunitarios para poner orden y criterio en tales cuestiones. Lo que sí tenemos es un Plan de Actuaciones en Zonas Desfavorecidas pero, salvo error, el mismo no cuenta ni con un euro en el presupuesto de 2025. Y tal ausencia de rumbo se repite en casi todas las áreas. No es difícil de vislumbrar. Como tampoco sería difícil saber que gobernar la ciudad no es solo arrastrar detrás de ti a un fotógrafo y a una serie de concejales que quizá estarían mejor trabajando que sirviendo de relleno en un plano.

Gobernar es pensar donde queremos vivir y ordenar que los técnicos plasmen y ejecuten tales ideas. ¿Las tenemos?

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