La Real Balompédica regresa este domingo al Municipal, donde no vence desde el 16 de diciembre. Los albinegros, sextos, reciben al Melilla, tercero, en un auténtico clásico de la Segunda B preñado de atractivos. Los de casa llegan tras resurgir con un triunfo frente al colista después de cinco jornadas sin ganar, pero con tres bajas importantísimas, la de Carrasco, Joe y Pierre, que le obligan a confeccionar una defensa de circunstancias ante el tercer máximo anotador del grupo IV de la Segunda B. Éste será el segundo partido consecutivo en casa que se escenifica con la Tribuna cerrada como consecuencia de las obras de derribo del voladizo.

Como es costumbre en esta Balona en el presente curso, la semana previa a un partido tan atractivo e importante estuvo salpicada de acontecimientos nada frecuentes que sirven para distraer la atención. Desde la suplantación de personalidad de uno de los auxiliares del técnico en el partido disputado en Málaga –denunciada por el árbitro Hernández Maeso y desoída por el Comité de Competición– hasta la constatación de que por segundo duelo consecutivo el choque se jugará con la Tribuna clausurada y con todos los hinchas en Preferencia, pasando por una comparecencia pública del presidente, Raffaele Pandalone, quien llamó “a filas” a los aficionados, –a los que afeó sus críticas a través de las redes sociales– y por el anuncio tácito de que el entrenador seguirá en el cargo la próxima campaña. Casi nada.

En el apartado deportivo, Jordi Roger [que, sancionado, como José García el masajista no podrá sentarse en el banquillo] no cuenta con tres de sus 21 futbolistas: Pierre Cornud y José Manuel Carrasco por sanción y Joe como consecuencia de una infección ocular que tuvo su cuna en un balonazo y que le obliga a permanecer quince días en reposo. El técnico ha citado a los 18 disponibles, entre los que se encuentran los tres porteros (Javi Montoya, David Robador y Javi Fernández), así que lo más probable es que solo 17 inscriban su nombre en el acta.

Las tres ausencias, que además se concentran en la defensa, obligan al técnico a confeccionar una retaguardia inédita. Nueva hasta el punto de que todo indica que uno de sus componentes, el lateral diestro Carlos Expósito, jugará su primer partido oficial como titular, después de haberse estrenado en el amistoso del pasado jueves frente al Kongsvinger noruego. Sergio Rodríguez se desplazará al eje de la zaga, una posición que no le es extraña y que ocupará junto a Kibamba, recuperado de las molestias estomacales que le impidieron entrenarse durante los primeros días de la semana. En el lateral zurdo Abel Moreno podrá por fin desenvolverse en su puesto natural.

Salvo sorpresa mayúscula, el resto de la alineación será la que los aficionados recitan de memoria. No parece muy normal que después de ganar y teniendo que reestructurar toda la zaga, el preparador ande con más pruebas, pero siempre queda la posibilidad de que Buba Bakari encuentre recompensa a su doblete en el amistoso del jueves y sea el referente ofensivo en detrimento de Gastón. Pero eso, no deja de ser una posibilidad.

Roger recalca que la marcha de Yacine, a quien catalogó como el mejor delantero de la Segunda B, no impide que el Melilla “siga siendo un equipazo, capacitado para pelear por ser campeón del grupo”.

“Me encantaría tener a todos los jugadores disponibles, pero se ve que esta temporada nos pasan cosas así”, dijo con respecto a las bajas. “Tendremos que hacer una defensa nueva, pero buena, con jugadores de la categoría”.

El técnico catalán recuerda que a pesar del mal comienzo de 2019 “la Balona está sexta, por delante por ejemplo de Murcia e Ibiza, que se han gastado muchísimo dinero” y recalca que para seguir en ese pelotón su equipo tiene “que jugar sin salirse del guión”.