Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Crisis en el PSOE de Algeciras

Un PSOE incapaz de poner orden interno no puede presentarse como alternativa

Aunque su objetivo es justamente ese, ni los sucesivos congresos ni las asambleas de militantes han servido en el PSOE de Algeciras para que sus aguas se serenen y encaucen. Lo peor de todo es que no hay un debate de fondo, una discusión sobre el modelo de organización, mucho menos sobre la ciudad que desean y requieren los algecireños. Eso serían palabras mayores para los responsables de esta pelea de patio de colegio: descontentos con el marcador al final del partido, amenazan con llevarse la pelota una vez terminado, como si con ello pudieran voltear el resultado.

Los estatutos de los socialistas establecen que la elección de su cabeza visible en el Ayuntamiento corresponde a la dirección local, no a los concejales, los cuales -conviene recordarlo- son elegidos en una lista bajo el paraguas de las siglas del PSOE. Bajo ese prisma y con independencia de las formas que se hayan podido emplear para pedirle que dé un paso atrás, la negativa de Juan Lozano a abandonar la portavocía del grupo municipal carece a estas alturas de todo sentido.

La actual secretaria general, Rocío Arrabal, logró el pasado mes de febrero una mayoría holgada de votos en la asamblea de militantes frente, precisamente, el aún portavoz municipal. Ese debiera haber sido el punto final de un proceso a partir del cual empezar un nuevo proyecto, todo lo contrario de lo que creen quienes parecen obviar la voluntad de las bases. Lozano ha aparcado la propuesta de relevo que le ha trasladado Arrabal y, para seguir en el cargo, se ampara desde hace dos meses en el reglamento municipal, que exige que la propuesta de nombramiento del portavoz sea planteada por una mayoría de concejales del grupo, objetivo imposible a día de hoy al haber un empate a cuatro en su seno.

Como consecuencia, no solo se mantiene vivo y de forma estéril el pulso interno -los expedientes disciplinarios están en marcha y, con ello, se activa la suspensión de militancia y hasta la posible expulsión del partido de Lozano y de los otros tres ediles díscolos- sino que el PSOE se inhabilita a sí mismo a la hora de construir un discurso propio. Mientras esta crisis dure, no habrá rueda de prensa del partido o Pleno municipal donde la atención informativa no esté en lo que digan y hagan unos y otros. Dicho de otro modo, un PSOE incapaz de poner orden interno no puede presentarse como alternativa al gobierno de PP y Ciudadanos que desde hace tres años dirige la ciudad. Si hay alguien contento en Algeciras con la algarada socialista son los inquilinos de la calle Convento, nº 12.

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