Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Brexit: La tormenta perfecta

Las luces de emergencia se han encendido al completo en la sala de mandos de la comarca sin que haya nadie al frente

No ha habido prácticamente un solo candidato de los entrevistados por Europa Sur a lo largo de las tres últimas campañas electorales que no haya admitido la marginación que desde hace décadas viene sufriendo el Campo de Gibraltar por parte de las administraciones, pese a ser una de las zonas geográficas del planeta más privilegiadas y estratégicas por razones por todos conocidas. Ese olvido fue subrayado especialmente en los últimos días por el cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo, Josep Borrell, y por el también socialista Ruiz Boix, aspirante a la reelección como alcalde de San Roque, además de por el regidor de Algeciras, José Ignacio Landaluce, del PP.

El famoso plan integral para el Campo de Gibraltar, como desde estas páginas hemos denunciado en tantas ocasiones, ha quedado reducido a la incorporación de más miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a las mermadas plantillas de Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera. Los resultados a este respecto son espectaculares y todo reconocimiento a los agentes que se juegan el tipo será siempre poco, aunque los juzgados que deben tramitar ese aumento de la carga de trabajo siguen siendo los mismos, a la espera de que se puedan habilitar nuevos espacios. También se ha dicho aquí: la acumulación de causas es tal que una parte considerable de los presos preventivos por delitos relacionados con el narcotráfico van a comenzar a salir a la calle tras cumplir los dos años máximos de estancia en la cárcel sin haber sido juzgados.

Hay que insistir mil y una veces en la necesidad de poner las luces largas. La inversión en educación, sanidad, formación profesional, servicios sociales, cultura y todos esos elementos que distinguen a una sociedad en un Estado del Bienestar hay que redoblarla de forma prioritaria, de la misma forma que es preciso insistir sin desmayo en reivindicar esas infraestructuras del transporte claves para el desarrollo económico y social, como la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla o el desdoble de la carretera Algeciras-Tarifa.

A nuestra comarca, a la espera de que en octubre se active un Brexit con pinta no ya de duro, sino de salvaje, se le han encendido todas las luces de emergencia en su sala de mandos, sin que haya nadie al frente. La dimisión el pasado jueves de Teresa May como primera ministra británica constata el triunfo de los carcamales partidarios de romper los vínculos con Europa, aun sin acuerdo, lo que en el caso La Línea podría tener consecuencias dramáticas dada su dependencia de Gibraltar. Las elecciones europeas tienen hoy carácter plebiscitario en las islas: una victoria de los euroescépticos más acérrimos podría asentarles en el poder y poner en solfa el cumplimiento de los memorandos firmados por los gobienos de España y Reino Unido, que prevén desde el paso por la Verja al reconocimiento de las cotizaciones y derechos sociales ganados por los trabajadores españoles en el Peñón.

Hay que recuperar el tiempo perdido. El Gobierno de la Junta de Andalucía, responsable de buena parte de las necesidades antes apuntadas, se ha limitado a anunciar dos medidas específicas de su estrategia para afrontar el Brexit en el Campo de Gibraltar: la apertura de sendas ventanillas de atención al ciudadano y las empresas... Harían bien en reconsiderarlas. Basta con que repasen muchas de las demandas que sus hoy responsables hacían hasta hace dos días, cuando estaban en la oposición. Pueden remangarse o asistir como espectadores a la tormenta perfecta.

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