Jornada Técnica de Europa Sur

Las empresas de agua y residuos piden más inversión y un nuevo modelo

  • Los gestores de Arcgisa, Algesa, Aqualia y Emalgesa apuestan por la sostenibilidad

  • Consideran inevitable un aumento de las tarifas y un endurecimiento de las sanciones

Javier Chaparro, Manuel Ruiz, José Manuel Alcántara, Juan Lozano, Manuel López y Ramón Sáez.

Javier Chaparro, Manuel Ruiz, José Manuel Alcántara, Juan Lozano, Manuel López y Ramón Sáez. / Jorge del Águila

La acuciante necesidad de inversiones que modernicen las infraestructuras hidráulicas, un urgente cambio de modelo en la recogida y tratamiento de residuos, el inevitable aumento de las tarifas y un endurecimiento en la política de sanciones que propicie un mayor concienciación de los ciudadanos. Los cinco hombres que están sentados alrededor de la mesa de la biblioteca del hotel Reina Cristina de Algeciras no eluden ni un tema por muy incómodo que sea. Hablan de cara sobre asuntos polémicos que conocen en profundidad, porque llevan en la maleta muchos años de experiencia al frente de empresas públicas y privadas dedicadas a los servicios del agua y la basura. Es decir, al funcionamiento de la esencia misma de las ciudades.

Europa Sur, con la colaboración de la Sociedad Agua y Residuos del Campo de Gibraltar (Arcgisa), reunió en una jornada técnica en el histórico establecimiento hotelero al presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Juan Lozano; al director general de la sociedad, José Manuel Alcántara; al gerente de Algesa, Manuel López; al de Aqualia, Ramón Sáez, y el gerente de Emalgesa y responsable en la zona de la empresa, Manuel Ruiz.

Los cinco dialogaron durante una hora y media sobre los retos y las necesidades de sus servicios con la lucha contra el cambio climático como escenario en el que desarrollar ya cualquier actividad. Intervinieron con vehemencia, pero apenas sin apenas discutir, porque en lo esencial están de acuerdo:el abastecimiento de agua y la recogida y tratamiento de basuras deben experimentar un cambio radical inmediato para ser más eficientes y sostenibles.

Inversiones

El único político en la reunión, Juan Lozano, abrió el fuego con dosis de autocrítica. “Estamos en unos momentos de discusión de cuáles deben ser los precios. Yo soy de la opinión de que deben ser ajustados al servicio porque para eso tenemos a las empresas. Pero tenemos también que dejarnos de demagogia los políticos, y yo el primero, porque utilizamos muchas veces argumentos que luego se nos vuelven en contra. Hay que ser realista y ver qué servicio queremos dar y cuál es el coste, porque no podemos estar engañando a los ciudadanos”, subrayó. “En estos momentos hay que trabajar mucho para coordinarnos entre las administraciones y las empresas privadas. Pero al fin y al cabo, todos los problemas se solucionan con inversiones y en los últimos años no se ha estado haciendo, por lo menos eso es lo que veo como ciudadano, no ya como representante político. Hay que invertir porque solo así se crea un mejor servicio. Eso es un debe importante que tenemos todos. En Arcgisa sabemos lo que queremos, tenemos un proyecto importante y ahora hay que buscar la financiación, aunque sea difícil”, relató el presidente comarcal.

La subida de tasas es inevitable para reducir el impacto de la huella de carbono

Alcántara siguió en las misma línea: “En el último Consejo Rector de la Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (ASA) estuvimos viendo el déficit en cuanto a infraestructuras que tenemos en Andalucía. Hay muchísimas redes de depuración lentas en toda España y en la comarca también. Nuestras estimaciones son que necesitamos entre 600 y 650 millones al año para renovar redes de baja en la Comunidad Autónoma. Hay un estudio nacional que habla de que serán necesarios 180.000 millones de euros en diez o quince años”, argumentó.

“La mayoría son redes que tienen 25, 40, 50 años. Hay ciudades con tuberías de más de 60. El problema es que vivimos en un tiempo en el que, después de que gran parte de las infraestructuras, incluso de residuos, se han financiado con fondos europeos, eso se ha acabado. Ahora todas esas inversiones van a las tarifas y esto es un cambio muy relevante que lo va a percibir el usuario. Esto tendríamos que ser capaces de transmitirlo a los ciudadanos, porque se van a encontrar con subidas tarifarias y hay que explicarles el por qué”, dijo.

El gerente de Emalgesa, Manuel Ruiz, explicó las consecuencias de mantener una infraestructura obsoleta: “Eso redunda en fugas y, además, el no tener optimizados los recursos hídricos, afecta a las emisiones de CO2. Al tener que poner más agua en cabecera estás generando más energía eléctrica, por ejemplo”. Ruiz habló del problema económico: “Hay que buscar financiación. El canon de mejora local es una opción, pero a mi parecer es un trámite muy lento y eso no lo hace efectivo, porque tarda entorno a unos dos años. Por ejemplo, han implementado un informe de lenguaje inclusivo en el que si pones jefe de obra, tiene que aparecer al aldo jefa de obra. Ese tipo de cosas es motivo de rechazo”.

La Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía entiende entiende que en los próximos diez años las tarifas se tienen que duplicar.

Tarifas

En relación a la mejora de las infraestructuras, el presidente de la Mancomunidad, Juan Lozano, reclamó “un pacto importante a nivel nacional o no saldrá bien. Tenemos que estar todos de acuerdo para que el problema no se haga aún mayor. Es un asunto en el que vamos contrarreloj, porque cada tiempo que pasa es más gasto en el futuro”.

Manuel López señaló el reto de la sostenibilidad en los servicios. “Si queremos que en este siglo no se supere el grado y medio de temperatura, la ONU nos ha dicho que si no se quita un 7,6% de la huella de carbono es imposible. El problema es a nivel político. Nunca se quiere repercutir los costes al ciudadano al cien por cien. Siempre los ha subvencionado la administración. Tenemos que hacer un cambio de gestión. El ciudadano no puede tener un recibo de agua barato. O se conciencia de que es un lujo o no podremos hacer nada con la huella de carbono”, manifestó.

“Hace falta una inversión de entre 1,6 billones a 3,6 billones anuales y este es el mayor desafío de la humanidad. Si no lo conseguimos no sé dónde vamos a vivir. Los recibos tienen que doblarse si queremos un sistema eficiente desde el punto de vista ecológico. En Alemania se actualizan los motores de los vehículos a la última versión del Euro 6 (una categoría de emisiones) y para eso hay que invertir”, apostilló.

De izquierda a derecha: Manuel Ruiz, José Manuel Alcántara, Ramón Sáez, Javier Chaparro, Juan Lozano, Manuel López y Juan Fernández de Mesa. De izquierda a derecha: Manuel Ruiz, José Manuel Alcántara, Ramón Sáez, Javier Chaparro, Juan Lozano, Manuel López y Juan Fernández de Mesa.

De izquierda a derecha: Manuel Ruiz, José Manuel Alcántara, Ramón Sáez, Javier Chaparro, Juan Lozano, Manuel López y Juan Fernández de Mesa. / Jorge del Äguila

El problema, añadióLozano, es que “el ciudadano se pierde con las facturas porque son muchos conceptos. Hay que explicarlo bien”. “La gente no sabe lo que está pagando”, prosiguió Alcántara, “las tarifas de agua se aprueban en la institución más cercana al ciudadano, que tiene influencia sobre ese ámbito. Este debate no es tan frecuente en las tarifas eléctricas o las de gas”, argumentó. “Luego surge la paradoja inversa. La administración local es enormemente más eficiente, porque esa cercanía ejerce una presión sobre los gestores y los políticos. Si uno compara las tarifas se da cuenta de que con mucha diferencia las de agua son las más baratas dentro de la estructura del presupuesto familiar. Es curioso ese mecanismo. Si fuera posible que las tarifas eléctricas se establecieran en el ámbito local seguramente no serían las mismas”, redundó.

“Nosotros hemos mandado dípticos con las facturaciones explicando cada parte, pero sigo pensando que no todo el mundo lo mira. Yo llegué a gestionar un canon que se desglosaba en ocho conceptos, más otras cuotas… se juntaba el cliente con diez o doce y eso es incomprensible”, apoyó ManuelRuiz.

Medio Ambiente

Juan Lozano reclamó “un pacto importante a nivel nacional o no saldrá bien. Tenemos que estar todos de acuerdo para que el problema no se haga aún mayor. Es un asunto en el que vamos contrarreloj, porque cada tiempo que pasa es más gasto en el futuro”. “Se necesitan acuerdos globales porque si no se genera una distorsión, una diferencia competitiva entre vecinos. En elCampo de Gibraltar somos ocho municipios y lo que afecta a uno se extiende por los demás. Si el alcalde de Algeciras sube las tarifas, el de La Línea dice, pues yo no, ya se genera un conflicto”, describió Alcántara, que apostó por “ir a modelos de gestión eficientes que repercutan en los costes”. “En Arcgisa la propia estructura obliga a ese sistema. Por narices tenemos que transferir al completo el coste de los servicios porque no tenemos otra vía de financiación. Desde 2010, el ciudadano paga lo que de verdad vale, porque no hay otra inyección de dinero”, explicó.

“El tema de los residuos tiene una problemática mucho mayor, porque es un servicio cambiante, mientras que el del agua es un servicio maduro”, lamentó.

“Ahora tenemos que incorporar en dos años el quinto contenedor de orgánica. Hace nada nos cambiaron la selectiva. Los sistemas de recuperación y tratamiento varían continuamente, la tendencia de la legislación europea es eliminar los vertederos. Es una locura. En el agua hay posibilidad de planificar, en la basura no. El 15% del metano que se origina en el planeta procede de los vertederos de residuos. Es un mundo donde los retos son enormes. Además ahí no están transferidos los costes al ciudadano. Hasta hace poco había un municipio en el Campo de Gibraltar donde los ciudadanos no pagaban la basura”, narró.

“En el Medio ambiente, el papel lo aguanta todo”, criticó Manuel López,“se prohíbe, se legisla y ya está, pero hacen falta alternativas porque si no engañamos a la gente. El problema es que va por tasas y paga todo el mundo lo mismo. La ley permite además que la basura se tire como la gente quiere. No hay control. Las denuncias son muy pocas porque es políticamente incorrecto. En Europa te buscas la ruina”.

“En otros países hacen bolseo (dejar la bolsa de basura en la puerta para que el camión la recoja) y aquí hay que volver a eso. No podemos tener un sistema de recogida que llene las calles de contenedores, que son focos de suciedad. Eso está superado, porque es menos contaminante y supone un ahorro de los costes”, continuó. “En una calle a lo mejor hay 5.000 euros en contenedores y después queremos que la tarifa sea baja y que se recoja siete días a la semana, a la hora que usted quiera y el mueble lo deja usted que tendremos un camión dando vueltas para los muebles y otro para las escombreras. Nos tienen que dar inversiones, en Algeciras hacen falta siete y ocho millones de euros. O hay voluntad política o no hacemos el cambio”, sentenció.

“Y ahora te obligan a introducir un contenedor marrón que no hace falta, lo que hay que hacer es sustituir el amarillo por uno seco y hacer el tratamiento y la clasificación en plantas”, respondióAlcántara.

Manuel López tiene claro que “el modelo hay que cambiarlo porque es de hace 50 años, por lo menos en recogida de residuos”. “En Europa te recogen la basura dos veces a la semana y el reciclado se hace, dos veces a la semana. Es lo que hay”, dijo. “El modelo hay que cambiarlo porque es de hace 50 años, por lo menos en recogida de residuos. En Europa te recogen la basura dos veces a la semana y el reciclado se hace, dos veces a la semana. Es lo que hay”, redundó.

En Aqualia, explicó Manuel Ruiz, empezaron el camino de reducir la contaminación en 2012.“En ese año se plantea que tenemos que empezar a concretar medidas para paliar la huella del carbono. Hicimos una experiencia piloto en Lleida y se comenzaron a sacar conclusiones en un proceso que en 2014 nos llevó, a través de una antigua filial, a realizar proyectos de instalaciones teniendo en cuenta estas medidas. En 2015 dimos un gran paso al inscribirnos en el registro de la huella del carbono en el ministerio de Medio Ambiente”, relató. “En 2018 ya tuvimos el 100% de los municipios a los que damos servicios con controles y seguimiento de la huella del carbono. Tenemos una clasificación, siguiendo el procedimiento del Ministerio, de las distintas emisiones, directas o indirectas. En Algeciras, en octubre, tuvimos la primera auditoría y afortunadamente la pasamos”, se felicitó.

“La basura es muy barata, por 70 o 90 euros viene un camión que vale 300.000 euros todos los días del año a recogerme todos mis residuos. Pero si no quiero pagar más, entonces hay que disminuir la frecuencia de recogida, porque eso me va a obligar a reciclar. La basura orgánica, que es la que huele y molesta en una casa, al día son 100 gramos por persona, una cosa ridícula. Eso no se puede recoger todos los días. Hay que cambiar el modelo con bolseo, camiones más pequeños, más baratos. Lo de ahora es un caos. Los sistemas sostenibles cuestan dinero”, opinó ManuelLópez.

Ramón Sáez explicó que “solo dos empresas del mundo del agua aparecen nombradas en el informe de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25) que son Aqualia y Aguas de Alicante”. “Nosotros estamos por el proyecto All-gas, como una de las 101 iniciativas empresariales que pueden contribuir a mitigar el cambio climático”, manifestó. “En los últimos 45 años, el kilovatio-hora que se dedicaba para producir un metro cúbico de agua era 12, hoy el ratio es 3. Nuestro gran consumidor es en casa, en todos los municipios la depuradora, sobre todo en fase de aireación. Estamos metiendo máquinas de levitación magnética, con motores que no tienen rozamiento y sí un rendimiento tremendo. Lo hemos hecho en La Línea y Sanlúcar. Estamos tendiendo al autoconsumo, porque tenemos mucho espacio en plantas depuradoras. En Jerez vamos a meter 900 kilovatios con placas solares. No queremos vender enegía, sino abastecernos”.

Concienciación

“Es un problema cultural. Fíjense qué cerca está Sanlúcar de Barrameda de Rota. Os invito a que dar un paseo por los dos. En Rota se puede comer sopa en el suelo. Hace falta concienciación del ciudadano”, añadió RamónSáez cuando se habló de la colaboración de los vecinos.

José Manuel Alcántara introdujo en la mesa la necesidad de endurecer las sanciones: “Ya no es un problema de educación, es un problema de sanción. Al suizo si lo cogen echando basura donde no debe le cascan 3.000 euros. Es mentira que en Europa son muy educados y aquí no. Aquí no funciona la política de sanciones. Para que un Policía Local levante un acta de denuncia por residuos fuera del contenedor es muy complicado. Tiene que ser constante. Lo que crea cultura es la constancia”.

Manuel López redundó en ese objetivo. “Cada Policía debe conocer las ordenanzas, lo que es sancionable y lo que no. No hace falta poner un policía para algo concreto, si no que todos los agentes conozcan las normas y las hagan cumplir. Es una necesidad si queremos seguir viviendo en este planeta. Este es el gran reto de la humanidad”.

Futuro

En realidad, los gestores de agua y residuos del Campo de Gibraltar entienden que el problema es tan profundo como el propio funcionamiento de los municipios. “Necesitamos que los políticos cambien las economías de las ciudades, que son todos deficitarios por que hacen una gestión de subsistencia, de gastar recursos en cubrir los servicios que no da la Junta y el Gobierno, en hacer cosas que no les competen”, reflexionó Manuel López.

“Tenemos que cambiar la orientación. Tiene que haber un compromiso por parte de todos los alcaldes, para que se asocien y se comprometan a cumplir los acuerdos de París en el 2030. Ya hay ciudades como Barcelona, Copenhague, Lisboa, Hamburgo, unidas para presentar planes a dos años sobre cómo vas a cambiar tu ciudad. Queremos hacer política con las tasas, con recógele al ciudadano lo quiera y cuando quiera, suminístrale el agua sin problema de si paga o no paga, si nos metemos donde no nos llaman no conseguiremos nada”, concluyó el gerente de Algesa.

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