La Real Balompédica Linense ya tiene tomada la primera decisión en cuanto a la composición de la plantilla que competirá en el estreno de la Primera RFEF. La directiva que comanda Raffaele Pandalone va a renovar al delantero linense Pedro Lorenzo Fernández [Loren], que llegó al equipo albinegro en el mercado de invierno procedente del St Joseph’s de Gibraltar y que no está entre los 13 futbolistas que cuentan con contrato en vigor para el próximo curso. El nuevo contrato se prolongará las tres próximas temporadas.

La Balona va a contar, al menos, con un jugador de La Línea en la temporada de su histórico debut en la Primera RFEF (popularmente conocida como Liga Pro). Después del regreso del exfutbolista Antonio Ruiz Romerito al vestuario, ahora como entrenador, el propio técnico, el presidente, Raffaele Pandalone, y el director deportivo, Ismael Chico, han comenzado a tomar decisiones y la primera ha sido la de renovar a Loren y nada menos que por un plazo de tres años.

El empresario italiano advirtió durante su comparecencia de este viernes que los clubes como el linense que carecen de grandes presupuestos, tienen que moverse con rapidez para conformar su plantilla. 

No hay que olvidar que una de las exigencias de la categoría de nuevo cuño es que al menos ocho de las 23 fichas tienen que ser sub-23 y Loren no solo cumple ese requisito, sino que desde que llegó ha ilusionado a la grada. Y además, el equipo casi con total seguridad va a ver disminuida su capacidad en las bandas, ya que es más que probable la salida del internacional sierraleonés Alhassan Koroma, por el que la Balompédica ya maneja ofertas en firme.

Loren llegó a la Balona casi al final del mercado de invierno avalado por el exbalono Juanjo Bezares, uno de sus mentores en el St Joseph's de Gibraltar. Antes de desembarcar en el Municipal procedente del tercer clasificado de la National League de la Roca había jugado en Tercera división con la UD Los Barrios, Fuente de Cantos y Arroyo y previamente había defendido los intereses del CD San Roque.

Desde su llegada participó en nueve encuentros, hasta completar 307 minutos (un promedio de 34) y tiene la espinita clavada de no haber podido estrenarse como goleador. Acarició su primer tanto en Marbella, en el último partido de la primera fase, pero un disparo suyo en el minuto 70 se estrelló en la base del poste.