Algeciras CF - Real Balompédica | El clásico

Bezares: "Este partido le viene muy bien a la Balona: si gana los fantasmas desaparecen"

  • El exbalono rompe una lanza por Calderón, a cuyas órdenes jugó en el Cádiz

  • "Hoy no puede haber un equipo de cantera como el nuestro, el fútbol base ha cambiado mucho", sostiene el guadiareño

Juanjo Bezares, en el campo La Unión de Guadiaro

Juanjo Bezares, en el campo La Unión de Guadiaro

El guadiareño Juanjo Bezares formó parte de una añada de futbolistas  jóvenes, nacidos en la zona, identificados con los colores, que llenaron de contenido el término Recia con el que el inolvidable Reinaldo Vázquez rebautizó a la Real Balompédica Linense. Hizo carrera en el Sevilla, pero sobre todo en el Cádiz, para cuya afición es todo un símbolo, antes de pasearse por media Europa. Desde hace cinco años es la cabeza pensante en la gestión deportiva del St Joseph’s de Gibraltar pero nunca ha evitado confesarse balono, si bien es cierto que tampoco evita deslizar su agradecimiento a Algeciras CF y CD San Roque, con los que se entreno en el periodo en el que vivió un complicado pulso legal con los de Carranza que a estas alturas no merece la pena evocar.

Juanjo Bezares es puro fútbol y desde esa perspectiva analiza el Clásico del Campo de Gibraltar que se juega el próximo domingo en el Nuevo Mirador. En contra de la opinión más extendida, el excentrocampista entiende que después de cuatro jornadas sin ganar, el partido no llega en mal momento para los de Calderón, a cuyas órdenes, por cierto, jugó en Cádiz.

“Yo creo que este partido le viene muy bien a la Balona”, sostiene. “Al final el futbolista se mueve por ilusión y no puede haber mayor ilusión para un jugador que se ponga esa camiseta que ganar en Algeciras”.

Pongo como ejemplo el Real Madrid, que llegó a Barcelona y todo el mundo pensaba que era un punto y final y ganar allí acabó con su crisis”, recuerda. “La Balona sabe que si gana al líder, todos los fantasmas desaparecen”.

“Yo conozco a Antonio Calderón, sé cómo trabaja y le va a tocar el corazón, el orgullo a sus futbolistas, porque ese va a ser el plus que puede decidir el partido”, abunda.  

Aquella camada de jóvenes valores (Carlos Guerra, Roberto, Antonio Merino, Johny, José Luis Reyes…), tutelados por el siempre presente Gabriel Navarro Baby, trató de sobrevivir en Segunda B hasta que un final dramático en Mallorca lo impidió. En aquel tránsito le correspondió enfrentarse con el Algeciras, con el que firmó tablas.

Es una semana muy especial, desde el lunes”, sentencia. “Los aficionados balonos y los algeciristas sienten mucho a su equipo y al final todos estamos mezclados, porque en los trabajos, en el ocio, en el supermercado… se reúne gente de los dos equipos y eso genera un pique que va aumentando la tensión del futbolista durante la semana”.

“El que gana y el que pierde ya sabe que la semana posterior al partido seguirá jugándose el Clásico”, advierte. “Es muy bonito… o muy desagradable, pero en cualquier caso muy especial, porque son dos equipos con una gran historia a sus espaldas y porque la masa social que mueven provocan un plus y, hablo por mí, al futbolista le gusta la tensión, porque le motiva”.

Bezares jugó en su carrera un Xerez-Cádiz tan especial como el que condujo a los amarillos al ascenso a Primera. “Es fácil imaginar la tensión que había entonces. Fue de esos partidos que duran mucho tiempo, porque empiezan una semana antes y acaban…”

Al final todos los partidos de rivalidad se parecen, porque el sentimiento del utillero de la Balona o del Algeciras es similar al del Cádiz o el Xerez; lo que cambia es la masa social que puedan mover los clubes, pero lo que siente la gente es lo mismo”, sostiene.

El exmediocampista se confiesa partidario de que en las plantillas de los clubes, especialmente en categorías como la Segunda B, haya jugadores de la casa “que siempre van a tener esa vergüenza torera porque no es que entiendas el sentimiento de este tipo de partidos, es que eres uno más”, pero recalca que después de ver “mucho fútbol de cantera” en los últimos años “es imposible en estos momentos que se dé una plantilla de la Balona como aquella, en la que la mayoría éramos de La Línea o de los alrededores”.

El fútbol base ha cambiado mucho y en cuanto un niño despunta una mijita, ya se lo están llevando los clubes de Primera para sus canteras, así que es muy difícil que acaben triunfando en la Balona o en el Algeciras… porque no están”, finaliza.

 

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