Moeve invierte 60 millones en la planta química de Puente Mayorga para reducir sus emisiones
Los equipos instalados en la parada de 90 días, la más larga de su historia, permitirán rebajar la generación de CO2 entre un 10 y un 15%
San Roque, protagonista en Moeve: más del 70% del negocio de la energética procede de Andalucía

La planta química de Moeve en Puente Mayorga (San Roque) ha retomado esta semana su actividad, con sus unidades a pleno rendimiento, tras la parada general más larga de su historia, de 90 días. En tres meses, la compañía energética ha invertido 60 millones de euros para mejorar la eficiencia de la instalación.
Para Moeve (la antigua Cepsa), esta parada supone un paso importante en la transformación de la planta que aspira a ser "la más eficiente de Europa". La empresa busca posicionar la actividad química en San Roque como un "referente en materia de reducción de emisiones y apuesta por la digitalización".
La inversión se ha destinado principalmente a mejoras de eficiencia y reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), así como a dar cumplimiento de inspecciones reglamentarias y mejoras en seguridad, modificaciones entre las que la empresa destaca el cambio de tecnología en la unidad de Pacol -90 días de intervención, el periodo más largo en este proceso-, proyectos de ciberseguridad y mejora en la infraestructura eléctrica.
Hasta 37 empresas contratistas, la mayoría de la comarca del Campo de Gibraltar, han participado en estas operaciones, con la intervención diaria de más de un millar de profesionales en los días de mayor actividad.
Las mejoras realizadas pretenden reducir el global de emisiones de CO2 de la planta entre un 10 y un 15%, principalmente por las actuaciones realizadas en la unidad de Pacol, donde se han instalado unos nuevos equipos de intercambio de calor que permiten un mayor aprovechamiento del calor generado en sus procesos, y en consecuencia reducir el consumo de gas natural hasta ahora necesario para su calentamiento.
También se han llevado a cabo actuaciones en el marco de proyectos de ciberseguridad y otras mejoras en la instalación eléctrica, así como la inspección de equipos y tuberías para asegurar la integridad de los activos, siguiendo el cumplimiento reglamentario.
El desarrollo de cada una de las paradas programadas, según la empresa, requiere un concienzudo trabajo previo de planificación, que comienza al menos un año antes y que requiere de un trabajo de coordinación de todas las unidades y departamentos intervinientes.
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