Una rebelión de Monopoly

El grupo de mandos militares retirados nostálgicos del franquismo y la 'salvación de la patria' deshonra el uniforme

Como un sarcasmo, XIX es el número de la promoción del Ejército del Aire de los militares retirados que tenían un chat de WhatsApp con comentarios nostálgicos sobre el franquismo y la salvación de la patria. Ese es un siglo de asonadas militares, incluidas las de Primo de Rivera y Franco que pertenecen a una prolongación española del XIX, en el reflujo de la liquidación del imperio.

La periodista Alicia Gutiérrez descubrió el chat en InfoLibre. Allí pudimos ver dos cosas: un lenguaje cuartelero que rebosa testosterona, y unos señores muy serios jugando a la rebelión como quien juega al Monopoly. En privado estos antiguos militares hablan de fusilar a millones de hijos de puta, de hacer algo legal o ilegal contra el gobierno o de bombardear la sede de la Asamblea Nacional de Cataluña. Incluso reciben el aliento de Santiago Abascal.

Un ex teniente coronel que participó en el grupo ha explicado a Pepa Bueno en Hora 25 que el chat empezó hace dos años. Al principio eran 40 y al final 14. Alguien propuso organizar un pronunciamiento; hicieron ofertas a ex militares de Tierra y Marina. Después se planteó ir a ver al Rey, lo que quedó en una carta. El diccionario de la Real Academia define el lenguaje cuartelero como zafio y grosero. Estos viejos mandos siguen una rancia tradición en sus modos e intenciones, pero no hacen honor a su uniforme, han sido desacreditados por el actual jefe de la cúpula militar y la ministra de Defensa ha enviado sus conversaciones a la fiscalía. Habría que añadir que tanta invocación al Rey es acoso, en clara contradicción con la Monarquía parlamentaria constitucional.

(En todo caso, el habla deslenguada no es privativa de la milicia, ni de la extrema derecha. En otras intervenciones privadas hemos visto esta mala educación, incluso en la izquierda. En 2017, en vísperas de las primarias del PSOE, a Miguel Ángel Heredia, entonces secretario general de Málaga, íntimo de Susana Díaz, le grabaron una arenga a las juventudes socialistas de su provincia en la que llamaba hijaputa a la actual ministra de Defensa Margarita Robles y calificaba a Pablo Iglesias de "enemigo" al que había que disparar permanentemente. "El PP es nuestro adversario, pero nuestro enemigo es Podemos, nos odian", afirmó. Y el propio Iglesias, en 2016 en un chat privado se permitió escribir que azotaría a la periodista Mariló Montero hasta que sangrase. Que se sepa no se ha disculpado con la ofendida).

Los chats los carga el diablo. En el caso de estos militares, un viejo demonio del XIX.

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