La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Manipulan como los franquistas

Padecimos manipulaciones históricas del franquismo sobre la Segunda República y ahora otras de signo contrario

Lo de la memoria histórica tiene mucho de manipulación de la historia. Será por eso que privilegian la memoria, siempre subjetiva, a la Historia con hache mayúscula de documentos y rigor. Uno de los casos más curiosos es el de IU y los comunistas. Se han erigido en custodios, guardianes y defensores de la Segunda República y parteros de la tercera. Como si en ningún momento hubieran intentado liquidarla por considerarla una república burguesa, como si los comunistas españoles de los años 30 no fueran estalinistas que luchaban por imponer la dictadura del proletariado, sino demócratas eurocomunistas; como si el XII Pleno de la Internacional Comunista de 1932 no se hubiera celebrado nunca y en él uno de los delegados del PCE, Manuel Hurtado Benítez, no hubiera llamado a los socialistas y ugetistas "socialfascistas" y a la Segunda República "dictadura contrarrevolucionaria burguesa-latifundista adoptando una máscara democrática", acusado al gobierno republicano de "evitar la explosión de la revolución" y a "los socialistas y los jefes de la UGT" de haber "preparado y hecho votar la ley fascista de Defensa de la República, destinada exclusivamente a destruir las organizaciones revolucionarias", afirmado que "la contrarrevolución encarnada en Azaña y Largo Caballero se desenmascara más y más ante las masas" y terminado proclamando que "el Partido Comunista de España, consciente de la responsabilidad histórica que pesa sobre él, lucha con todas sus fuerzas por el derrumbamiento del poder burgués y por la instauración en España del poder de los sóviets".

Nunca imaginamos quienes padecimos las manipulaciones históricas del franquismo sobre la Segunda República que cuarenta años después abríamos de asistir a otras de signo contrario. Con los socialistas -los "socialfascistas" según el PCE de los 30- como patosos compañeros. La suerte es que, a diferencia de la dictadura, se investiga, se escribe y se publica. La Historia no la pueden manipular. Pero, ¿cuánta -y de qué calidad- se enseña en los planes de estudio y cuántos libros de historia se leen? La propaganda es mediática y está hecha para engañar a la mayoría que no lee o lee poco ("cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee", dijo Unamuno). ¿Y esto a qué viene? ¿A lo del Valle de los Caídos y otros bailes con momias? No. A lo de la propuesta de IU de quitarle la calle a Joaquín Romero Murube.

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