Gibraltar: Jamón y hueso

Uno, acostumbrado a que Gibraltar siempre gane, piensa que de nuevo nos la han colado por la escuadra

E N las últimas semanas he escuchado súplicas por parte de autoridades de la comarca en aras de la consecución del acuerdo con el Reino Unido para la aplicación de Schengen a Gibraltar. A la espera de la materialización de tal principio de pacto, procede que aquéllas empiecen a reclamar la adopción de medidas para el propio Campo de Gibraltar, más allá de la supresión de la Verja que tanto beneficia a una de las partes, y está por ver si a la otra.

Es decir, es el momento de exigir la quimérica prosperidad compartida, que supongo que no será un toco-mocho. Cuando el gobernador de Gibraltar califica el acuerdo como masterpiece, uno, acostumbrado a que Gibraltar siempre gane, piensa que de nuevo nos la han colado por la escuadra. Y como tal prosperidad para el Campo,nunca vino de nuestro propio Gobierno, como la Historia reciente y los presupuestos se empecinan en demostrar, es el momento de que Gibraltar comparta con sus colaboradores vecinos la impresionante riqueza que genera, como prometió. Y tal prosperidad no se ha de limitar a dar un empleo que, por otra parte, no puede ser cubierto por otro trabajador distinto al campogibraltareño.

Ejemplo de tal prosperidad compartida sería que Gibraltar ayudara a financiar la modernización de la línea férrea, reiterando lo que ya hicieron antes sus compatriotas hace siglo y medio, y que tal línea uniera el arco de la bahía hasta Gibraltar.

O que el aeropuerto se utilizara como complemento del Puerto de Algeciras para la salida y llegada de mercancías y tripulaciones. O que se estableciesen medidas para compensar a los pensionistas españoles que no reciben igual pensión que los que fueron sus compañeros de trabajo gibraltareños, por igual sacrificado trabajo durante décadas. O que se dejase de hostigar por las patrulleras gibraltareñas a nuestros pescadores, para que más que prosperidad, puedan llevar al muelle un rancho de pescado para vender. O que se impidiese efectivamente el contrabando de tabaco, limitando las adquisiciones llanitas.Todo esto depende de la voluntad de Picardo de compartir su prosperidad. A ver cuántas de esas medidas vemos implementadas.

Otra opción, ya en manos de nuestros gobernantes patrios, como pide inteligentemente el Consistorio linense, sería que se considerase al Campo de Gibraltar como territorio especial de la UE a efectos fiscales -como lo tienen Alemania (Busingen) o Italia (Livingno)- en el que se aplicase un IVA reducido, en igualdad con su vecino, o incluso su supresión, como en Ceuta o Canarias. Lo que no es de recibo es que el jamón sea para Gibraltar y el hueso, para su Campo.

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