Los Barrios

Palmones vuelve a latir

  • El centro comercial barreño recupera el pulso tras 18 días de cierre perimetral

  • La zona es un hervidero desde primerísima hora de la mañana

  • Los aparcamientos aparecen atestados y hay colas en todos los establecimientos

  • Galería gráfica: Vuelta a la actividad en Palmones y Torreguadiaro

Aparcamiento del centro comercial anexo al Bahía Plaza, atestado de coches, este sábado

Aparcamiento del centro comercial anexo al Bahía Plaza, atestado de coches, este sábado / RAG

Palmones (Los Barrios), pero muy especialmente su polígono comercial, ha recuperado el pulso este sábado. El silencio que retumbaba en los aparcamientos de sus centros comerciales desde el pasado 24 de noviembre, fecha en la que entró en vigor el cierre perimetral, ha sido sustituido desde primerísima hora de la mañana por el bullicio de miles de ciudadanos de diferentes puntos del Campo de Gibraltar que parecen tener la sensación de que más que recuperar un destino de compras han restañado parte de sus libertades. Y es que seguramente es así.

Los geles colocados en las puertas de todos los establecimientos y las mascarillas que protegen a compradores y vencedores evidencian que ésta no es una Navidad como las otras. Los responsables de seguridad de los supermercados e hipermercados cuentan con mimo el número de personas que acceden para no sobrepasar el aforo permitido. En esos lugares se sabe, como en pocos, las consecuencias económicas que tiene un rebrote de la pandemia generada por el Covid-19 (coronavirus).

Largas colas para casi todo. Para realizar devoluciones que quedaron pendientes hace 18 días, para adquirir un jamón de una procedencia específica “que me llevo de aquí todos los años”… hasta para comprar un cupón de la Once, como si eso fuese un producto autóctono de la tierra.

El 12 de diciembre, el día en el que la Junta levantó el cierre perimetral, ha venido a convertirse en el nuevo puente de la Inmaculada. Al menos, para Palmones –Guadacorte- y su entorno, al que la situación estaba ya más que asfixiando.

“Si esto durase un tiempecito podríamos recuperar a la gente que está en ERTE, que no lo está pasando bien”, confiesa Alfredo, el responsable de un conocido bar en el que se sirven desayunos a mansalva y que en las últimas semanas asegura que se sentaba en su terraza a ver pasar el tiempo. “Ha sido terrible, ojalá no volvamos a pasar por esto”.

Los aparcamientos de todos los centros comerciales están atestados casi desde el amanecer. Cuentan los trabajadores que antes de la apertura de las puertas ya observaron coches estacionados, con vecinos de la comarca esperando para ser los primeros en realizar sus compras, como si del primer día de rebajas en cualquier tienda multimarcas se tratase. Desde Jimena y Castellar llegan por grupos, porque en esas dos poblaciones no encuentran alternativas para muchas de las ofertas que existen en esta zona.

Uno detrás de otro se van sucediendo los vehículos matrícula de Gibraltar. Y es que como bien reza el dicho nunca llueve a gusto de todos. Muchas tiendas, bares y restaurantes de La Línea y Algeciras van a sentir desde este fin de semana una notable reducción en sus ingresos. Sus vecinos ya pueden desplazarse y además, están deseando hacerlo.  Y los gibraltareños adoran hacerlo en el polígono de Los Barrios y disfrutar de la gastronomía palmoneña.

A primera hora de la tarde está previsto el segundo examen. El conocido como Comedor del Campo de Gibraltar verá aliviada su situación con la llegada de algecireños, sanroqueños, linenses… pero el cierre a las seis de la tarde no es que les haga mantenerse en pie de guerra, es que ha elevado sus protestas hasta el infinito.

Una situación muy similar se produce en la oferta gastronómica de Torreguadiaro y Sotogrande (San Roque), que no puede mantenerse solo con los vecinos de la zona. Los bares y restaurantes echan mucho de menos a sus vecinos de la Costa del Sol, pero mientras les esperan, los que llegan desde otros puntos de la comarca pueden, al menos, aliviar un poco su agónica situación.

El lunes se cerrará el círculo. Entonces esta apertura de inexistentes fronteras permitirá también acudir a talleres y empresas de todo tipo y, al menos durante un tiempo, Palmones volverá a ser casi como antes.

 

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