La Unión Linense de Baloncesto (ULB) despide este sábado la temporada en casa. Los albinegros, que la semana próxima echarán el telón a la presente andadura en la cancha del Marbella, dicen adiós a sus aficionados en el duelo que le enfrenta (19:00) al Andújar, en un partido en el que, como mucho, está en juego el logro testimonial de evitar la última plaza esta segunda fase de la Conferencia Sur de la Liga EBA.

La bonanza final a la que invita una competición en la que la ULB logró su objetivo de la permanencia hace meses, permite al conjunto de casa tornar esta intrascendente despedida, que llega tras el parón de Semana Santa, en una fiesta, que lo será especialmente para algunos de sus integrantes.

La directiva tiene previsto rendir homenaje en los prolegómenos del choque a varios de sus hombres por los logros acumulados. Javi Balastegui y Cándido Matoso cumplen en este final de temporada el centenar de partidos en la Liga EBA. Juan Antonio Cabezas alcanza la misma cifra como segundo entrenador en la categoría, todos ellos en el cuerpo técnico del equipo de La Línea, a cuyo crecimiento de cantera ha contribuido también de forma notable. Y el incombustible Lucas Pérez llega nada menos que a los 300 partidos en la división.

Los de casa, que antes del parón cayeron en Cazorla en uno de esos duelos en los que aparecen sus versiones de Doctor Jekyll y Mister Hyde, no cuentan ya con el lituano Andrius Banys, que decidió adelantar su despedida para pasar por el quirófano. También es baja Sergio Gil. Para completar la convocatoria, el técnico, Vicente González, dará su primera oportunidad a Adrián Villalta, un junior que acaba ahora una larga andadura en la cantera del club y al que de alguna manera se le quiere reconocer su abnegada adhesión a los colores.

El técnico malagueño recuerda que su equipo ya ha mejorado el número de victorias tanto en la fase inicial como en ésta de clasificación del curso pasado y apela al factor cancha y al deseo de dejar un buen recuerdo a la afición para ofrecer la mejor imagen en este último compromiso como local.

Por su parte Andújar protagonizó antes del parón una de las campanadas de la competición, al doblegar a Udea. Los iliturgitanos acreditan en esta segunda fase un engañoso balance de 3-5, ya que algunas de sus derrotas, sin ir más lejos en su viaje a Huelva o la que cosecharon en la primera vuelta ante la propia ULB (72-74) se produjo por una sola canasta de diferencia, en partidos en los que el conjunto de Nacho Criado tuvo la victoria a su alcance.