Ocio
El tiempo para el puente en el Campo de Gibraltar

Querer no siempre es poder

Crónicas de la prosperidad compartida

La puesta en práctica del anunciado tratado sobre Gibraltar requiere de una tramitación compleja y de un consenso a múltiples bandas

Sobre las pensiones y el aeropuerto de conveniencia de la RAF

Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar, en la sede de la Comisión Europea, en abril de 2024, en Bruselas. / Europa Press
Teófilo Morón

La Línea de la Concepción, 31 de agosto 2025 - 04:00

Comenzábamos la semana con el anuncio de que España y Reino Unido planean el derribo de la Verja de Gibraltar para enero de 2026. Se ponía en palabras del ministro Albares que el texto definitivo estaría para octubre y su ratificación, en diciembre. A renglón seguido se hablaba de la reunión del presidente del Gobierno español y del primer ministro británico, en Londres, para "tratar los últimos de la redacción del acuerdo". Perdón, pero la risa me ha dado tos. A un mes de publicar un acuerdo, no hay una reunión de ese nivel, si el acuerdo está en el punto que dicen que está. Esmérense en los relatos que las mentiras no cuelan.

Se lleva anunciando un acuerdo desde el día de Nochevieja de 2020. Entonces iba a ser cuestión de cuatro meses y vamos ya por el quinto año. Lo curioso de esto es que nadie da explicaciones sobre el contenido de lo pactado. Ya redactado, pero se ve que nadie lo ha leído. La contraparte británica haciéndose eco de todos los beneficios que han conseguido. Y uno solo se pregunta: ¿Qué beneficio saca España, y los campogibraltareños, del acuerdo?

¿Quién, desde el Campo de Gibraltar, les ha indicado que lo más beneficioso sería la demolición de la Valla?

Pues parece ser que el gran beneficio es que se va a tirar la Verja. Laureados diplomáticos: ¿Ese es el mejor logro que han conseguido para España y los campogibraltareños? ¿Quién, desde el Campo de Gibraltar, les ha indicado que lo más beneficioso sería la demolición de la Valla? Hola, ¿hay alguien ahí?

Franco, Ruiz Boix y Landaluce

Las declaraciones del alcalde de La Línea, Juan Franco, dejan entrever que le tiene que estar costando conciliar el sueño desde el anuncio del acuerdo nonato. El Gobierno central le ha dejado tirado, ni le da explicaciones ni medios para afrontar la que está viendo que se le viene encima. Tampoco puede levantar la voz y denunciar la postura gibraltareña, por que no tiene nadie detrás que lo apoye, y se va a quedar solo con Fabián Picardo al otro lado de la mesa, el día de mañana.

A los campogibraltareños nos tenían que haber contado hasta el número de comas que lleva el acuerdo y aquí seguimos, con el contador de comas a cero

Y en estas nos encontramos al ilustre alcalde de la Ciudad de San Roque, donde reside la de Gibraltar, don Juan Carlos Ruiz Boix, pidiendo al Partido Popular que tenga visión de Estado y apoye el acuerdo en Europa. ¿Qué apoye el qué? Olvida el señor Ruiz Boix que ostenta la condición de presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso. Usted y el señor José Ignacio Landaluce, como presidente de la Comisión de Exteriores en el Senado, y como alcaldes de la comarca, deberían estar dando aldabonazos en el Palacio de Santa Cruz hasta que les dieran el texto traducido hasta en arameo, con letra capitular y encuadernación de lujo. ¡Y pan de oro si hace falta!. A los campogibraltareños nos tenían que haber contado hasta el número de comas que lleva el acuerdo y aquí seguimos, con el contador de comas a cero.

Mientras no se dé a conocer ese texto, cualquier apoyo que se pida al mismo es un acto de fe; se pide una adhesión ciega a lo que va a condicionar nuestro futuro y el de nuestros hijos, sin prueba racional o evidencia empírica alguna.

2011: La tasa de Alejandro Sánchez

En el 2011 se venían sufriendo las consecuencias de la crisis en el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción. El por entonces alcalde del PP, donAlejando Sánchez García, tenía que hacer encaje de bolillos para pagar las nóminas de los trabajadores municipales. En esas se le ocurrió poner una tasa a los turistas que visitaban el Peñón: la idea era que, de alguna manera, el turismo de la colonia repercutiera económicamente en La Línea y no solo dejase congestiones de tráfico y contaminación. Además, ayudaría a limpiar las telarañas de las arcas del consistorio.

Los socialistas llegaron al gobierno en ambas Coreas y el señor Picardo entendió que aquello no era prosperidad compartida. ¿Cómo se le ocurría a un alcalde de la comarca montar un business en el que no pillaba cacho?

Ese año hubo elecciones locales y la primera medida de la nueva alcaldesa por el PSOE, doña Gemma Araujo, fue dirigirse a la Avenida Príncipe de Asturias, frente a la Frontera, y en unión de un nutrido grupo de agraciados de la pedrea de los presupuestos llanitos -los del artículo 592 del Código Penal- hacerse fotos desmontando la infraestructura que se había puesto para el cobro de la tasa. A renglón seguido tuvo un año a los trabajadores del Ayuntamiento sin cobrar sus nóminas. Ingresaban cero euros.

El Peñón de Gibraltar y la bahía de Algeciras. / M.G.
Durante la pandemia de 2019 salieron datos a la luz que ponían en evidencia que desde Madrid alguien estaba haciendo negocios o empezaba a hacerlos con la colonia

Todavía hoy se pueden encontrar fotografías y artículos en internet donde se puede ver la estrecha relación entre ediles de la ambas Coreas. En las reclamaciones salariales se le gritaba a la señora Araujo: "Alcaldesa, no te picardees". Cuando finalizó el mandato de la señora Araujo, en una clara manifestación de prosperidad compartida, terminó trabajando, durante un tiempo, en la oficina que en Sotogrande tiene el bufete Hassans. Favor por favor, las cosas de la famiglia.

¿Y a que vendrá esto?, dirán ustedes. Lo entenderán si me hacen el favor de llegar al final del artículo.

El negocio del diésel

Quería aprovechar para explicarles mi opinión de este "proceso negociador y acuerdo". Las opiniones son como los ombligos: cada uno tiene el suyo. La película que yo observo a través de los medios es la siguiente:

Durante la pandemia de 2019 salieron datos a la luz que ponían en evidencia que desde Madrid alguien estaba haciendo negocios o empezaba a hacerlos con la colonia. Excepciones a esta Frontera que no encontraban justificación alguna si no era por que alguien estaba llenando sus alforjas. Se les fue la mano con las excepciones, pero eso será objeto de otra crónica.

Con el tiempo se ha ido dilucidando que el negocio corruptor necesariamente debe relacionarse con el hecho de que Gibraltar se haya convertido en el tercer importador de diésel de España. Los tratos se tienen que estar cerrando, brindando con vodka.

En lugar de aplicar Schengen a los gibraltareños, como el resto de la UE, le convertimos la frontera en otra infraestructura de Playmobil que añadir a la del aeródromo

Tras esto, llegó el acuerdo de Nochevieja, un bodrio que jurídicamente no había por donde cogerlo. Y en ese momento, en lugar de aplicar Schengen a los gibraltareños, como el resto de la UE, le convertimos la frontera en otra infraestructura de Playmobil que añadir a la del aeródromo.

Que no se aplique una norma de ese calado tiene que venir de muy arriba. No se levanta una mañana un delegado de Gobierno y pone a la Policía Nacional a mirar para otro lado en una frontera. Como poco, hablamos de ministro para arriba. En ese coto caza la UE y a este país le puede costar caro, muy caro, pasarse esa norma europea por el arco del triunfo. Y nadie entra en un coto de caza en el que te puedes llevar un tiro de posta, si no es porque los beneficios son mucho mayores que los costes. La posta que se puede recibir es un billete de ida a Soto del Real en autobús de la Guardia Civil, sin esperanza de vuelta.

En ese contexto se iniciaron las negociaciones. El gibraltareño y el británico se encontraban disfrutando de los objetivos más altos que se habían planteado para la negociación, sin haber tenido que ceder nada. ¿Qué iban a negociar si ya tenían todo lo que querían? Seguir igual que antes y frontera fluida. Consecuencia: las negociaciones se alargaron sine die.

En Exteriores debían saber que negociar lo razonable podría herir la sensibilidad del que se estaba llenando las alforjas en República Dominicana, gracias a los fideicomisos de Gibraltar

En el Ministerio de Exteriores debían ser conocedores de la situación, pero también debían saber que negociar lo razonable podría herir la sensibilidad del que se estaba llenando las alforjas gracias a los fideicomisos de Gibraltar. Pero esto solo lo sabían los de muy arriba.

Los técnicos, los de abajo, se dieron cuenta de que iban en un barco sin rumbo y sin capitán navegando entre icebergs. Además, de vez en cuando les llegaban noticias de que el capitán del barco se reunía a espaldas de ellos con la familia Genovese y empezaron a atar cabos. Empezaron a poner en evidencia que tarde o temprano el barco chocaría con un iceberg, era cuestión de tiempo. La solución del capitán fue empezar a tirar por la borda a todo el que se negaba a ver como negro lo que era blanco, y así fue como en el Ministerio de Exteriores se empezaron a guardar cadáveres profesionales en los armarios.

Ya no valían las llamadas a Grande-Marlaska, peligraban las residencias sin tributación en España o el llenar la nevera en España, más barato y con devolución del IVA

El tiempo transcurría dilatándose las negociaciones hasta que se llegó al punto de que ya ni se reunían. Total, ¿pa qué? Pero la Unión Europea se obstinó en poner en marcha un nuevo sistema de control de fronteras que obliga a fichar a los llanitos cada vez que cruzan por frontera. Sonaron las alarmas. Ya no valían las llamadas a Grande-Marlaska, peligraban las residencias sin tributación en España o el llenar la nevera en España, más barato y con devolución del IVA.

Ahí tienen ustedes, en la comarca campogibraltareña -grandes problemas con el narco- los alcaldes aún están esperando que el ministro del Interior les coja el teléfono. No olviden que el señor Grande-Marlaska es diputado por Cádiz. Asesinan a dos guardias civiles en el puerto de Barbate y ni aparece. Lapidaron en Gibraltar a personal de Aduanas y no fue capaz de pedir que las autoridades llanitas devolvieran favores y entregase a los autores. Se hacen rellenos ilegales y no se les exige parar. Pero si Gibraltar tiene un problema en la fluidez de la Frontera, ahí está el ministro para solucionárselo. Aquí le votamos y les soluciona la vida a los gibraltareños.

Siguiendo con el símil naval. En el barco del Ministerio del Interior los detritos de la sentina empezaban a subir cubiertas y el jefe de la Policía de Frontera empezó a temer que le ahogaran. Pidió instrucciones, pero en esa nave no había nadie. Conocedores del nivel que estaban tomando los desechos, el capitán, el armador y la consignataria se habían puesto a buen recaudo y lo dejaron para que se ahogara solo. Intentó arrancar la bomba de achique, pero los detritos salpicaban a Gibraltar, la frontera no fluía, y el señor Picardo pidió su cabeza y le fue servida en bandeja de plata. ¿Qué se le debe al señor Picardo para acceder a ese tipo de peticiones?

La frontera fluida

En el Juzgado dicen que hay "medidas transitorias adoptadas por las autoridades gubernamentales españolas" para que los ciudadanos de la colonia disfruten de una “excepción” y que sus pasaportes no sean sellados -premio al que la encuentre en el BOE- mientras en el Congreso contestan a las preguntas parlamentarias diciendo que se cumple Schengen. Aclárense. Frontera fluida restablecida y atraso europeo en la aplicación del Sistema de Entradas y Salidas, así que a continuar disfrutando del beneficio de los negocios.

Nos acercamos al presente y se empiezan a acumular hechos. De repente, cuando el actual Gobierno se encuentra inmerso en una de las mayores crisis de la democracia española; el mismo día de la publicación del informe de la UCO, que termina con Santos Cerdán en prisión; cuando en Moncloa cuentan por victorias cada día que permanecen en sus puestos, aparece de la nada un acuerdo sobre Gibraltar que está ya redactado, y es de inminente puesta en marcha. ¿Qué ha pasado?

Lo que pasa es que en Gibraltar ya no pueden disimular el olor a diésel. En Europa han debido dar un toque de atención, la frontera no puede seguir así. El Sistema de Entradas y Salidas con fecha de inicio para el 12 de octubre. El jefe de la Frontera abrió una causa penal que avanzará tarde o temprano, la Justicia es lenta pero implacable. Los del business notando el aliento de la UCO y la Justicia sobre ellos. Y lo peor de todo: si hay un cambio de Gobierno, se acabaron los negocios de diésel y la frontera fluida.

Van contra reloj, tienen que sacar un acuerdo que ate las manos del Gobierno que venga y le haga tragar con una frontera fluida que permita la subsistencia de la parasitaria, y por ello, boyante economía gibraltareña

Van contra reloj, tienen que sacar un acuerdo que ate las manos del Gobierno que venga y le haga tragar con una frontera fluida que permita la subsistencia de la parasitaria, y por ello, boyante economía gibraltareña. Aunque eso suponga que usted pague un 21% de IVA y Gibraltar un 15%, o nada. Que un español no pueda abrir un negocio en Gibraltar, sin un socio gibraltareño, mientras ellos acceden a un mercado de 450 millones de personas. Y de derechos sociales ni hablamos. Si creen ustedes que a la hora de decidir tendrán en cuenta los intereses de los campogibraltareños, repasen el episodio de la señora Araujo.

Sepan ustedes que cualquier acuerdo al que se llegue requerirá de una tramitación legislativa que dependerá de la ley o reglamento que modifique. Si hablamos de Schengen o Aduanas, es coto de la UE. Hay que llevarlas al Parlamento Europeo, que se apruebe, que no salga quien pregunte cómo un país no miembro tiene mejores condiciones que uno miembro, etc. Si es tema militar es competencia de las Cámaras españolas. No somos capaces de sacar unos Presupuestos Generales del Estado y para enero tenemos en marcha el acuerdo fantasma. Querer no siempre es poder.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último