Sobre las pensiones y el aeropuerto de conveniencia de la RAF
Crónicas de la prosperidad compartida
Los derechos sociales de un trabajador en Gibraltar dependen de su pasaporte y no del trabajo que desempeña, aunque todos paguen impuestos por igual
Gibraltar, un aeródromo con trampa
La intención de este humilde servidor es dar a conocer la realidad del contencioso gibraltareño, ya que, en mi opinión, desde el sur de la Verja se ha conseguido vender, tanto a vecinos de la comarca, como a la corte madrileña, una imagen romántica de un próspero Gibraltar que se desvive por el bienestar social de sus vecinos del norte, cuyo máximo exponente es la gran cantidad de empleo que proporciona a los "coreanos del norte", como así tuvo a bien calificarnos el señor Picardo.
Al hilo de esto, y como ejemplo muy clarificador de lo que les vengo exponiendo, me veo en la obligación de reproducir una conversación encontrada en una red social en la que un trabajador español en Gibraltar interroga al resto de usuarios de la red sobre si tendría derecho al cobro de alguna prestación en el caso de sufrir alguna enfermedad que le impidiese trabajar, ya que en Gibraltar no hay baja por enfermedad como en España. Tome nota la señora Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social.
Dice esta buena señora: aquí, en Gibraltar, la pensión de incapacidad es para los de aquí
Lo de relevancia es la contestación dada por una señora que refiere ser gibraltareña. Dice esta buena señora: aquí, en Gibraltar, la pensión de incapacidad es para los de aquí. He de agradecer a esta llanita su frase, ya que cuando un foráneo de la comarca me interrogue sobre qué es eso de la tostá untada por los dos lados, siempre podré usar su frase como ejemplo descriptivo del concepto, para que mi interlocutor lo entienda.
Y es que, en la república de próceres de bufetes de negocios turbios, aún se practican las desigualdades. Los derechos sociales de un trabajador dependerán de su pasaporte y no del trabajo que desempeñe, aunque impuestos paguen todos por igual.
Si usted habla en confianza con cualquier trabajador español en Gibraltar le confirmará cómo en la colonia, y nunca mejor traído el calificativo, se reservan los puestos mejor remunerados a los gibraltareños. El trabajador español tiene asumido que no logrará ascender nunca a cargos alta remuneración, por mucha mayor cualificación que tenga, en comparación con el gibraltareño que los ocupa.
Ya que el unicornio alado del Acuerdo va a desmontar la Verja, propongo que antes de la retirada, en la parte española, se ponga un letrero visible por todo el que se dirija hacia la colonia, al modo del que se exhibía en la puerta de los campos de concentración nazis, con el tristemente famoso El trabajo libera, pero, en este caso, con un Aquí, el trabajo esclaviza. De esa manera, todo visitante de Gibraltar se podría hacer una idea de cómo se trata allí a los trabajadores foráneos.
Creo que en el próximo comunicado que haga ASCTEG sobre la Frontera fluida va a reservar un pequeño párrafo, al final, para poner en evidencia esta situación.
El negocio de la matriculación de aviones
Empero, no era esto de lo quería hablar esta semana; siempre hay quien me recrimina que me disperso. Mi intención era darles algunas valoraciones que les permitan entender mejor ese nuevo negocio que quiere abrir Gibraltar con la matriculación de aeronaves.
Hace ya unas semanas hablamos sobre el aeródromo de Gibraltar y cómo pueden ustedes encontrar un aeropuerto con muchas mejores prestaciones si se dirigen a la estantería de una tienda de juguetes y se hacen con toda la serie de Playmobil dedicada a estas infraestructuras. Resulta que la terminal civil de pasajeros de la Royal Air Force (RAF) Gibraltar ha estado cerrada y cancelando vuelos, varios días, debido a la rotura de una tubería de agua.
No entiendo cómo es posible que la RAF que contuviera a la Alemania nazi en sus cielos, durante la Batalla de Inglaterra, con aviones de fabricación británica como el Spitfire y el Hurricane, no sea capaz de usar algo que en Corea del Norte es de uso común desde hace décadas: la llave de paso. Con ella se consigue cortar el agua a su entrada en la terminal y se evita que se inunde. Busquen en sus segundas residencias de Sotogrande o Chiclana y darán con este útil invento.
Ahora saldrán los voceros con las excusas de que no había nadie para cortar la llave de paso, que si estaba estropeada, etc. Cualquier argumento que me den no va a mejorar su puesto como aeropuerto, por encima del de los Playmobil, y ustedes lo saben.
La matriculación de aviones no guarda ninguna relación con el aeródromo, si no que se acerca más a las banderas de conveniencia de los buques: se matricula un buque en un país -normalmente tercermundista y sin costa, ya que es más económico y tiene una regulación más laxa- y el país, mejor dicho, sus oligarcas, que conceden la matrícula, ingresan un dinero interesante por el número de buques que se matriculan.
Usted puede entrar por la puerta de Hassans y salir con un entramado de empresas pantalla, gestionadas por fideicomisos en cuatro o cinco paraísos fiscales distintos
La prestación de servicios relacionados con la aviación, como la matriculación de aviones, se viene ofreciendo desde hace tiempo en exclusiva por el bufete de abogados Hassans, donde militaba el señor Picardo, y tengan por seguro que militará cuando acabe su mandato. Usted puede entrar por la puerta de Hassans y salir con un entramado de empresas pantalla, gestionadas por fideicomisos en cuatro o cinco paraísos fiscales distintos, y una de esas empresas será la propietaria del avión que gentilmente en Hassans le habrán cobrado por su matriculación. Ahora, que un juzgado de Barbate intente averiguar quién es el dueño del avión.
Ya se encuentra usted en disposición de volar por los cielos del mundo, con lo que en otro tiempo se hubiera llamado nave pirata, y que le permitirá cerrar negocios de diésel en Rusia, contrabandear oro de Venezuela, transportar productos agrícolas colombianos donde guste y tomarse unas vacaciones en República Dominicana, todo ello sin que se le pueda seguir el rastro.
Si no estoy en lo cierto siempre podrán desmontar mis argumentos enseñándome una fotografía de la pista de la Royal Air Force (RAF) Gibraltar, atestada de aviones con matrículas gibraltareñas, a semejanza de las fotografías del aeródromo durante la Segunda Guerra Mundial.
Este servicio ya se ofrece en otros territorios británicos de ultramar de misma actividad de cuello blanco que Gibraltar. En Guernsey, verbi gratia, se vienen prestando esos servicios desde el año 2013. Cualquier país serio no permitiría que existiera más de un registro de aeronaves en su territorio, pero al británico le sirve para exaltar el nacionalismo en sus territorios -la tinta del calamar- y para que de esa manera se autofinancien los colonos, sin que el contribuyente británico tenga que apoquinar.
Así que la matriculación de aeronaves tiene poco que ver con RAF Gibraltar y más con actividades propias de la familia Genovese, la famiglia de la prosperidad compartida. Compartida entre bufetes, tú sabes.
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