Coronavirus

Los bomberos de la comarca: compromiso y entrega por la salud de todos

  • Los jefes de los parques de la comarca relatan cómo han vivido los funcionarios los momentos más duros de la pandemia y piden prudencia a la población en la desescalada

  • Sin casos de la enfermedad entre los casi 150 funcionarios del Consorcio de Bomberos en la comarca

  • Apagando el fuego del coronavirus

Un bombero de Algeciras se prepara para una desinfección preventiva en la residencia de mayores de San José Artesano, en Algeciras.

Un bombero de Algeciras se prepara para una desinfección preventiva en la residencia de mayores de San José Artesano, en Algeciras. / Erasmo Fenoy

Cuando los bomberos fueron a desinfectar por primera vez el centro de personas con discapacidad intelectual de Asansull en Palmones, se marcharon con la espinita clavada de no poder despedirse de los chicos con los besos y abrazos que estaban acostumbrados a recibir en sus anteriores visitas. Aquellas en las que los funcionarios les enseñaban los camiones de bomberos por dentro, les dejaban tocar la sirena y desplegaban la escala hacia el cielo.

Aquella vez era diferente. Tocaba ir al centro de Asansull no para una visita festiva, sino para vencer al enemigo invisible del coronavirus en unos días de mediados de marzo en los que la tensión flotaba en el ambiente. Enfundados en un traje blanco, rociaron todas las esquinas con desinfectante y al marcharse vieron un gesto de complicidad en los cuidadores y también en los chavales, pese al desconcierto de no poder salir al jardín para decirles adiós con la mano.

Una desinfección preventiva con trajes de protección NBQ. Una desinfección preventiva con trajes de protección NBQ.

Una desinfección preventiva con trajes de protección NBQ. / Erasmo Fenoy

La emergencia sanitaria ha trastocado y modificado la actividad de todos, incluidos los bomberos. Sigue habiendo incendios, accidentes de tráfico y apertura de puertas. Pero también una lucha contra la pandemia en la que los funcionarios del Consorcio Provincial de Bomberos de Cádiz se han implicado con una ronda de desinfecciones por centenares de espacios públicos.

El consorcio suma 148 funcionarios entre sus seis parques en el Campo de Gibraltar y en los dos meses y medio de crisis sanitaria han tenido decenas de situaciones con emociones a flor de piel. “Hemos visto el agradecimiento reflejado en los rostros de los abuelos de los centros de mayores. Los mayores se veían desprotegidos”, explica Alfonso Egeda, jefe de los parques de Guadacorte (Los Barrios) y Jimena de la Frontera.

Los cuatro jefes de los parques de bomberos de la comarca relatan para Europa Sur sus experiencias y la de sus compañeros con un elemento en común: la entrega de todos los bomberos. “Todos han dado lo mejor de sí. Ninguno ha dudado en trabajar”, resume Ignacio Serrano, jefe de Algeciras. Ningún funcionario del CBPC en el Campo de Gibraltar ha padecido la enfermedad pese a la continua exposición en recintos críticos como las residencias de mayores. 

"Somos afortunados. No hemos tenido casos"

El tarifeño Ignacio Serrano, jefe de los parques de Algeciras y Tarifa, pronto tuvo que acostumbrarse a cambiarse de ropa en el garaje antes de llegar a casa. Algo que hacen muchos de sus compañeros incluso con dos duchas: una en el parque de bomberos y otra al llegar al domicilio.

Ignacio Serrano, jefe de los parques de Algeciras y Tarifa. Ignacio Serrano, jefe de los parques de Algeciras y Tarifa.

Ignacio Serrano, jefe de los parques de Algeciras y Tarifa. / CBPC

“De la noche a la mañana cambió nuestra rutina. Todos los parques mantenemos cinco brigadas que no coinciden entre sí para minimizar el riesgo de contagio y evitan cruzarse. Los parques también se desinfectan. Tenemos muy interiorizados los protocolos de acción porque actuamos en casos de casos de escapes químicos y otros riesgos”, resalta, en referencia a la unidad NBQ (nuclear, biológico y químico).

“Aunque sigue siendo algo nuevo y en aquel momento desconocido. Nos sentimos muy afortunados porque no hemos tenido ningún caso”, apunta. Los funcionarios han estado en varios focos como la residencia de mayores de San José Artesano, donde fallecieron tres usuarios.

Aunque a diario se ve a los bomberos desinfectando calles, las puertas de las farmacias o los centros de salud enfundados en un traje especial, casi todas las actuaciones se han visto condicionadas por la pandemia. “Por ejemplo, para abrir la puerta de una vivienda siempre nos quedaba la duda, por lo que también desinfectamos y guardamos todas las precauciones”, destaca Serrano.

Una de las actuaciones más duras emocionalmente para los bomberos de Algeciras estuvo precisamente en un domicilio. No en el momento, sino por lo que ocurrió días después. “Acudimos a un domicilio para atender a una mujer mayor que se había caído y avisado a través del botón de teleasistencia. Nos contó que su marido estaba ingresado con coronavirus en el hospital. Al poco supimos que ella también acabó ingresada y murió. Poco después falleció su marido”, explica el jefe de los bomberos de Algeciras y Tarifa.

Los cuatro jefes de los parques de bomberos de la comarca: Alfonso Egeda, José Arenillas, Ignacio Serrano y José Canas. Los cuatro jefes de los parques de bomberos de la comarca: Alfonso Egeda, José Arenillas, Ignacio Serrano y José Canas.

Los cuatro jefes de los parques de bomberos de la comarca: Alfonso Egeda, José Arenillas, Ignacio Serrano y José Canas. / CBPC

Ante la desescalada, Serrano reclama paciencia a los ciudadanos. “Vivo junto a la playa en Tarifa y veo mucha confianza”, reconoce.

"Los compañeros están entregados"

José Luis López Arenillas, jefe del parque de La Línea. José Luis López Arenillas, jefe del parque de La Línea.

José Luis López Arenillas, jefe del parque de La Línea. / CBPC

“Han sido unas semanas muy duras pero con unión entre los bomberos, dándonos ánimos para sobrellevarlo”, subraya José Luis López Arenillas, jefe del parque al frente de los 31 bomberos de La Línea. Una vez cogido el ritmo de las desinfecciones, López considera que la ciudadanía agradece el trabajo de los bomberos. “Sentimos que el aplauso de las ocho es también un poco para nosotros. Agradezco el esfuerzo de los compañeros que están entregados desde el primer día, sin coger permisos. Estoy muy orgulloso de ellos”, agrega.

Mientras que las brigadas de los bomberos desinfectan, generalmente por las mañanas, el oído está puesto en la emisora de radio. “Nos ha pasado de estar enfundados en el traje de desinfección y tener que salir corriendo para el incendio de una vivienda, un contenedor o un coche”, explica el jefe de los bomberos linenses.

Para López Arenillas, la prudencia debe ser la clave de la desescalada. “Después de tanto tiempo de confinamiento y nosotros de estar en la calle palpando las sensaciones, somos conscientes del problema. Debemos salir, sí, pero guardando las normas”, aconseja.

"Los bomberos están dando lo mejor de sí mismos"

José María Canas, jefe del parque de San Roque. José María Canas, jefe del parque de San Roque.

José María Canas, jefe del parque de San Roque. / CBPC

“Acudimos a desinfectar como si nos enfrentáramos a una sustancia tóxica. Con el mismo protocolo de trajes, equipos de protección, movimientos… Tenemos material y experiencia para este tipo de cuestiones”, apostilla José María Canas, tarifeño al frente del parque de bomberos más joven del Campo de Gibraltar. San Roque posee instalaciones de bomberos desde noviembre de 2007, con 16 efectivos.

“No está siendo un trabajo habitual. Y los bomberos están dando lo mejor de sí mismos. Estoy muy orgulloso de mis compañeros”, apostilla. Como otros tantos, Canas se cambia en el garaje antes de entrar en casa. “La precaución es fundamental. Atendimos el incendio de una chimenea en la casa de una persona cuya madre había fallecido con coronavirus. O una inundación en una terraza cuya afectada también estaba guardando cuarentena por la enfermedad. Han sido semanas de riesgo continuo”, especifica el jefe de los bomberos sanroqueños.

"No dar un beso a mis hijos es lo más duro"

Alfonso Egeda, jefe de los parques de Los Barrios y Jimena. Alfonso Egeda, jefe de los parques de Los Barrios y Jimena.

Alfonso Egeda, jefe de los parques de Los Barrios y Jimena. / CBPC

“Le he quitado muchas horas a mi familia durante estos dos meses. Voy todos los días a los parques porque creo que la mejor forma de motivar a los compañeros pasa por dar ejemplo”, apostilla Alfonso Egeda, natural de Ciudad Real y al mando de los bomberos de Los Barrios y Jimena. “Tú me das fuerzas para seguir adelante”, reconoce que le dijo un compañero en las horas bajas que todos, quien más quien menos, ha tenido durante el estado de alarma.

El mayor recelo que guardan los bomberos, como cualquier otra profesión en contacto con el coronavirus durante las desinfecciones preventivas, es el de llevar a casa la enfermedad. “En mi caso, dormí un mes apartado y no poder dar un beso a mis hijos ha sido lo más duro”, agrega el jefe de los parques barreño y jimenato.

Acudir a los cumpleaños ha sido una petición recurrente en todo el país durante el confinamiento. Ante la imposibilidad de acudir y movilizar recursos que deben estar disponibles para las emergencias, el Consorcio de Bomberos de Cádiz editó unos vídeos de felicitación que se pueden descargar en su página web. Aún así, aún hay quien llama. “Nos han llamado para niños de 41 años”, destaca Egeda con sentido del humor.

Para el jefe de Los Barrios y Jimena, uno de los momentos más emotivos es la desinfección preventiva en centros de mayores. “Esta crisis ha evidenciado que no pueden quedarse olvidados, que las administraciones públicas no los pueden dejar de lado. Hemos recibido sus aplausos desde las ventanas para unos compañeros que son profesionales de pies a cabeza, son todo corazón y dan lo mejor de sí”, valora Egeda.

Comenzada la Fase 2, unos pasos más hacia recuperar parte de la normalidad perdida, requiere de un esfuerzo colectivo. “Debemos usar las mascarillas en la calle. Va a ser la única manera de atajar esto durante bastante tiempo, va a ser nuestra compañera. Hay un porcentaje importante de gente que cree que no pasa nada, no han visto nada y no saben lo duro de los tratamientos y el trabajo de los sanitarios”, concluye Egeda, cuyos hermanos son sanitarios en Madrid.

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