La Real Balompédica Linense jugará este domingo (16:30) su primer encuentro oficial en las instalaciones de La Dama de Noche, en Puerto Banús, donde ha participado en innumerables encuentros amistosos en los últimos años -el último la pasada semana- y donde ha realizado parte de sus últimas pretemporadas. Los linenses rendirán visita al Marbella Fútbol Club en encuentro de la vigésimo quinta jornada del grupo IV de la Segunda Federación. En los duelos como visitantes a este rival, fundado en 1997, el balance no es especialmente malo para los de La Línea, que han sacado tajada en cinco de sus nueve visitas (tres empates y dos victorias). Los dos triunfos logrados a domicilio, uno en Copa y otro en Liga, de especial relevancia. El último éxito de los costasoleños, por contra, se remonta al 13 de abril de 2019, en el que era el comienzo del desplome de la primera campaña de Jordi Roger en el banquillo.

Marbella FC y Balona -muy especialmente la Balona- se juegan el próximo domingo buena parte de sus aspiraciones de disputar el play-off de ascenso a la Primera Federación. Aunque la historia en esos casos cuenta entre poco y nada, los números dicen que a los albinegros no se le han dado nada mal las visitas al Antonio Lorenzo Cuevas (antes Municipal y todavía más lejos en el tiempo Utrera Molina), donde lograron dos triunfos valiosísimos.

El más reciente, en que se produjo en la última jornada de la fase regular de la peculiar temporada post-Covid.En concreto el 21 de marzo de 2021. Como sucede en esta ocasión los que entrenaba Antonio Calderón llegaban al choque envueltos en una sensación de enorme desencanto de su afición, que una semana antes había visto como su eterno rival, el Algeciras Club de Fútbol,  celebraba en el Municipal su ascenso directo con un triunfo por 0-1.

En la jornada postrera, la Balompédica necesitaba vencer en Marbella y que el Algeciras derrotase al Sanluqueño para lograr el ascenso directo a la entonces en formación Primera RFEF. El triunfo de los de Antonio Ruiz Romerito en el Nuevo Mirador aplazó esa opción, pero aún así los linenses precisaban imponerse para entrar en la segunda fase por el salto de categoría y hacerlo con opciones reales de alcanzar el objetivo.

El Cielo puede esperar tituló Europa Sur aquel 1-2 en su reseña del triunfo balono en aquella jornada matinal y soleada en la que José Manuel Carrasco lucía el brazalete de capitán de los que vistieron de celeste. El domingo ejercerá idénticas funciones, solo que en el equipo de casa.

La Balona, que completó una primera media hora lamentable, se vio pronto por detrás en el marcador con un gol del Pirata Granero desde la frontal del área (3'). Las entradas de Chironi y del entonces casi inédito Loren (hoy en la UD Melilla) cambiaron el partido. Y cuando parecía que a los visitantes se le escapaba la opción de seguir litigando por subir, un gol de Pito Camacho (81') y otro desde casi la línea de fondo de Aly Coulibaly (92') voltearon el marcador.

“No es el fin. Es el principio. El inicio de un segundo recorrido que esa Balona a la que tanto le gusta sortear adversidades para llegar a los objetivos, comienza en una situación privilegiada. Está escrito que el dios del fútbol también escribe derecho con renglones torcidos. Pero también que la Balona sabe cómo enderezarlos”, se leía en el texto de la reseña aquel duelo de este periódico.

Aquel marcador abrió las puertas de aquella segunda fase que la Balompédica iniciaba en puesto de ascenso, ya que se contabilizaban los resultados de los partidos disputados entre sí por los equipos que procedían del mismo grupo. Un triunfo en Córdoba (1-2) con una actuación estelar del internacional sierraleonés Alhassan Koroma, que anotó los dos goles de su equipo, y un empate (0-0) en Murcia tras un penalti detenido por Nacho Miras en el 29' condujo a los albinegros a la categoría en formación con dos jornadas por jugarse.

Olmo y Carlos Guerra celebran con los compañeros el gol del triunfo en Marbella en septiembre de 2014

El otro triunfo de la Balona se produjo en un encuentro de Copa (0-1), en septiembre de 2014. Los que entrenaba Rafa Escobar (ahora al frente de la UD San Pedro) habían protagonizado un dubitativo comienzo de temporada y les correspondió enfrentarse al Marbella en la primera ronda del torneo del KO, ejerciendo de visitantes. Fue el día del “espectacular debut de Canario y Polaco” que habían llegado como refuerzos para enderezar la nave.

“Cuando el partido agonizaba y ya estaban hechos todos los preparativos para la prórroga llegó el gol. Era el 90' y el míster mandó subir a los dos centrales. Canario puso el esférico en movimiento, se quedó enganchado en Carlos Guerra y llegó a Olmo [en la actualidad en el Football Club Bruno's Magpies de Gibraltar], que lo pateó como si fuese lo último que tuviese que hacer en su vida. El estadillo de júbilo de los linenses acalló las protestas de los locales”, narraba Europa Sur, que daba por sentado que había existido fuera de juego previo del ahora segundo entrenador de Baldomero Hermoso Mere, como también que previamente le había sido anulado un gol legal a Copi.

La Balompédica eliminaría más tarde al Fuenlabada (4-1) y caería en el Municipal (1-2) a manos del Cádiz en aquel duelo en el que el meta jimenato Mateo, que había subido a rematar el último córner, estuvo a punto de provocar la prórroga en un Municipal en el que 9.000 espectadores esperaban para celebrar la clasificación para la ronda con un Primera... que llegaría un año después.

El domingo, más que nunca, hace falta que la Balompédica haga bueno aquello de que no hay dos sin tres y regrese de la Costa del Sol con un resultado que le acerque al regreso a la Primera RFEF. O al menos, al play-off.