El testimonio de una evacuada por el incendio de Tarifa: "El traslado fue una completa ratonera"
La residente que nos traslada lo sucedido considera encomiable la labor del Infoca y todo el operativo pese a carencias como las hamacas para dormir
Incendio forestal en Tarifa, en directo: siete medios aéreos buscan controlar el fuego, una vez estabilizado

"En Atlanterra solo hay una carretera de entrada y salida desde Zahara y esa única vía para escapar se vio colapsada de vehículos. La situación de emergencia que vivimos con el fuego y la evacuación fue una completa ratonera". Así describe la vecina, con iniciales M.M., residente en Zahara de los Atunes (Barbate), la evacuación que tuvo que hacerse a primera hora de la tarde del lunes de las zonas habitadas por el riesgo del incendio forestal desencadenado en Tarifa. La residente que da testimonio fue evacuada junto a su hija adolescente.
La salida fue a pie, porque su marido se había llevado el coche a Sevilla con su madre, de 85 años. Cargados con mochilas con ropa, toallas y algo de comida abandonaron la vivienda, una segunda residencia de la familia. "Un sueño" de la familia, conseguido con esfuerzo y dedicación que podía ser presa de las llamas; aunque con un tono tranquilo y sereno M.M. asegura que "es en una situación de emergencia donde tienes que tener la cabeza súper fría y además con niños no piensas en eso porque acabas por desmoronarte y por perder el control de la situación".
De esta guisa se fue a la playa, en una "especie de éxodo bíblico", como describe la propia residente al encontrarse con muchos de los que huían atemorizados por las llamas y el humo negro. Allí se encontró con su hijo, que trabaja de camarero en uno de los chiringuitos que en la tarde de ese lunes hacían de "burladero" del incendio, que avanzaba rápidamente azuzado por los fuertes vientos.
Evacuados, pero sin recursos suficientes
Una vez reunidos y conforme avanzaba la tarde a la par que las hectáreas abrasadas, tuvieron que pasar la noche en el Colegio Miguel de Cervantes de Zahara, uno de los lugares habilitados para asistir a los evacuados por el dispositivo de emergencia, coordinado por Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Civil y otras entidades desplegadas en el área. Allí pernoctaron como pudieron. La realidad es que, a pesar de la "buena voluntad" y la predisposición tanto de los voluntarios como de los vecinos "que traían comida y agua", lo pasaron francamente mal. Las hamacas llegaron a las cuatro de la madrugada, por lo que tuvieron que pasar la noche sobre el duro pavimento de la cancha de baloncesto del centro educativo. "A pesar de todo, no me quejo. Todos han realizado y siguen realizando una labor encomiable", matiza.

Vuelta a casa
A la mañana siguiente (martes) sobre las 10:30 lograron el permiso para volver a su querido hogar. "Nos dejaron pasar sin problema, ya estaba abierto el tráfico y ¡la casa estaba perfecta!, o sea, todas las urbanizaciones -la zona entra la urbanización Los Miradores y el nuevo residencial Lirio- y en la parte de atrás el fuego había llegado hasta la parte trasera, se ha quemado todo el alrededor", explica emocionada. "Me di un paseo y vi perfectamente el trabajo brutal que han hecho los equipos de extinción, porque lo que han hecho es priorizar las viviendas", describe la residente.
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