Tres Caídas

La Trinidad desafía a las nubes por el barrio

  • La Hermandad decide acortar el itinerario de la procesión ante las previsiones de lluvia

Con media hora de retraso según el horario previsto se abrían las puertas de la parroquia. El paso del Misterio realizaba entonces su primera levantá. No iban a luchar contra el reloj, sino contra la meteorología. Poco después del esfuerzo de los costaleros que, rodillas al suelo, sacaron a milímetro al Cristo de las Tres Caídas, el cielo, ya negro, dejaba caer las primeras gotas.

Sin embargo, desafiando al tiempo, la marcha comenzó su recorrido que, eso sí, se iba a limitar a las calles de la barriada. Así lo había decidido por unanimidad la junta de gobierno de la Cofradía. Las previsiones meteorológicas no eran buenas ya que daban un 80% de posibilidades de lluvia entre las 18:00 y las 24:00. Al ser esta procesión de tan largo recorrido, la hermandad apenas tiene posibilidades para poder resguardarse. Por eso, se decidió acortar en mucho más de la mitad la procesión, pasando cerca de la Casa Hermandad para en caso necesario poder acogerse allí.

José Bueno Díaz, hermano mayor de la hermandad, ya lo comentó minutos antes del inicio. "Son momentos de angustia": el no saber qué hacer. Pero esto no es nuevo para las Tres Caídas: "llevamos así años y le vamos a poner de nombre el Cristo de las aguas porque casi siempre, el Jueves Santo, llueve, pero bueno es lo que hay", indicó.

Una vez salido el Paso del Misterio y tras él la Banda de Cornetas y Tambores Pasión de Cristo, le tocaba el turno a la imagen de la Virgen de la Trinidad. Al igual que habían hecho antes sus compañeros con el Cristo, las 35 hermanas costaleras mecieron primero y después sacaron la imagen con total perfección, rodilla al suelo. Media hora antes, Davinia Granja, estaba colocándose la faja, el costal y "y esperando el tiempo". Este año, hay menos costaleras, explicaba. Ellas y ellos deben prepararse desde comienzos de año para asumir esta importante "carga".

Las caras de dolor por el esfuerzo reflejaban la dureza que supone sacar la imagen así para que pueda encajar por el hueco de la puerta. Pero la procesión acaba de comenzar y aunque mucho más reducida, el mensaje de sendos capataces era el de salir a las calles y sacar a sus titulares el mayor tiempo posible.

Con la Marcha del Guadalquivir, la Banda de Música Virgen de la Palma, se estrenaba en la calle. Era su primera salida, y así iba acompañando a la Virgen, que lucía manto nuevo.

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