Nazareno y Dolores

El aguacero evita al Nazareno y a su Madre juntarse en la calle

  • La decepción se hace patente tras esperar más de una hora para ver las imágenes

Un año más, la lluvia impidió el esperado Encuentro entre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores en las tradicionales calles del casco histórico de San Roque. El día se inició complicado y por la mañana, la junta de gobierno ya se planteaba no realizar el Encuentro y acortar la procesión. Sin embargo, el tiempo mejoró y a primera hora de la tarde se anunció que se realizaría la Estación de Penitencia al completo.

El tiempo volvió a cambiar de forma radical y a las 20:30 comenzaron a caer las primeras gotas de agua y comenzó el desasosiego en la hermandad. A las 21:00 horas, la lluvia era una realidad. La hermana mayor, Isabel Domínguez, informó que se esperaba hasta las 22:00 horas, momento en el que se esperaba un claro en el cielo. La procesión se acortaba sustancialmente y el recorrido sería calle Málaga, Almoraima y al templo. A la hora indicada, lejos de amainar, la lluvia se tornó mucho más fuerte y muchos fieles decidieron que era momento de despedirse de las imágenes.

En el interior del templo, los hermanos sin aspavientos y con resignación esperaban que el tiempo cambiase.

Las imágenes, colocadas en frente una de la otra, esperaban desde la mañana. El Nazareno estaba vestido con su manto rojo y sus claveles también carmesí en el centro. En las esquinas llevaba rosas rojas donadas por devotos como promesas. Por su parte, la Virgen llevaba su saya burdeos, con su manto fino y sus adornos en oro viejo. Las flores , todas blancas.

Al cierre de esta edición, la hermandad decidía si trasladar la imagen durante la mañana de hoy o en cualquier momento de la noche si escampaba.

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