La Borriquita/Tarifa

Palmas y olivos, la cruz de guía tarifeña

  • La primera levantá de la Semana de Pasión es dedicada a las mujeres costaleras

Durante todo el día se palpaba en el aire los aromas cofradieros a incienso y primavera convertidos en trompeta anunciadora del inicio de l Semana de Pasión tarifeña que arrancó en la tarde de ayer con el primero de sus desfiles procesionales y el más, el único quizás, jubiloso.

Así, fiel a su cita semanasantera, La Borriquita procesionó en la tarde del Domingo de Ramos entre un mar de gente y entre el alborotado vaivén de palmas doradas y verdes olivos portadas por una larga fila de pequeños capirotes verdes convertidos en el reposadero y testigo de la fe cofradiera.

Antes de la cinco de la tarde, hora anunciada para el primero de los desfiles procesionales de la Semana de Pasión tarifeña, la Plaza del Angel, la que cobija al coqueto templo de San Francisco  se convirtió en Génesis de la Semana Santa. El repicar de campanas ahogaba el jubiloso alboroto y bajo el dintel del templo un rayo de luz dibujaba el perfil de la cruz de guía. Puntualidad lorquiana y los capataces del Paso de Misterio, José Enrique Marín Cerrudo y Salvador Relinque daban antes de cruzar el pórtico las palabras de alientos a la cuadrilla de costaleras. Única cuadrilla exclusivamente femenina de las cofradías y hermandades locales.

Entre el aterciopelado carmesí de las caídas del paso, un quejío rompió la tarde cuando el peso del paso cayó al costal de estas mujeres tras una primera levantá dedicada a las mujeres costaleras. Y en silencio el paso fue ganando la calle mientras era saludado con las notas del himno nacional interpretado por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alcalá de los Gazules. Y lentamente con paso de saber costalero, el paso fue dejando atrás la plaza y adentrándose por el empedrado tarifeño. En dirección al mercado de abastos, y es que el recorrido del desfile se realizó a la inversa de los anunciado, ya que por error, así lo editó en su boletín de mano del Consejo Local de Hermandades y Cofradías.

La Borriquita es un bello grupo escultórico de Olot adquirido en el año 1944 por la hermandad que desfilaba en sus orígenes con María Santísima de La Paz, hasta que en el año 1984 la cofradía se independizara de la del Nazareno. A la imagen de Jesús le acompañan dos imágenes de niñas y la figura de San Pedro. El paso estuvo decorado con estatís morados, rosas naranjas y azucenas blancas y evidencia el mal estado del grupo escultórico.

Pasaban las seis y media de la tarde cuando el paso hacía su llegó frente al templo de San Mateo apóstol alcanzando así su carrera oficial. Este año el Consistorio ha instalado unas vallas móviles que permiten que el cortejo procesional no sea molestado por los transeúntes y realmente ese hecho, unido a la propia belleza del marco, sumó esplendor a la carrera.

Con el trayecto medio efectuado, La Borriquita se fue perdiendo por entre las angostas calles del casco antiguo dibujando bella estampa, alcanzando la puerta del castillo de Guzmán cuando la tarde agonizaba. De ahí a volver a la semanasantera calle de Santísima Trinidad antes de que el reloj macase las ocho de la tarde, recibiendo al Paso de Misterios aplausos y repiques de campanas de su templo el que de nuevo ha sido testigo mudo del inicio de la Semana de Pasión y que volverá a abrir sus puertas a los pasos el próximo miércoles con la procesión del Cristo del Consuelo y Nuestra señora de Las Lágrimas.

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