San Roque

Verdemar presenta alegaciones a la planta solar que Cepsa tramita en San Roque

  • Los ecologistas destacan que el proyecto está planteado en una zona que funciona como "colchón forestal" entre Los Alcornocales y el municipio

El emplazamiento de la planta solar que Cepsa proyecta en San Roque.

El emplazamiento de la planta solar que Cepsa proyecta en San Roque. / E. S.

Verdemar-Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a la planta solar fotovoltaica que Cepsa está tramitando entre los términos municipales de San Roque y Castellar con 200 megavatios de potencia. Cuenta con una superficie de 171 hectáreas, aunque la parcela total a ocupar es de 272 hectáreas, superando al núcleo urbano en extensión. Se incluye la construcción de una subestación eléctrica (Sancho) al suroeste de la planta desde la que partiría una línea eléctrica de evacuación de la energía de 15 kilómetros de longitud, con un tramo aéreo y otro soterrado en la zona más cercana a Castellar.

Los conservacionistas señalan que la zona donde está proyectada la planta perderá "su marcada personalidad y funcionalidad de colchón forestal", ya que se encuentra entre el Parque Natural de Los Alcornocales (Pinar del Rey, El Chapatal, La Alcaidesa…) y San Roque-Castellar.

Verdemar argumenta su rechazo a este proyecto: "Se contradicen los objetivos del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) y los objetivos ambientales de la Estrategia Andaluza de Sostenibilidad Urbana (EASU). A los problemas ambientales, une la destrucción de puestos de trabajo directos del sector primario, ya que las líneas aéreas de alta tensión invaden zonas de regadío de pequeños agricultores, que generan más de 50 puestos de trabajo fijos continuos, 200 eventuales por temporada y otros tantos indirectos (trasportes, comercios...)", señala la entidad. 

Para los ecologistas, esta planta supone "una expansión solar indiscriminada y de consumo innecesario de recursos naturales y de suelo, que no va a generar los objetivos que se persiguen con la energía alternativa y ataca el objetivo de proteger la imagen de la ciudad en el territorio en que se inserta".

Además, los conservacionistas afirman que el proyecto "tiene una incompatibilidad de clasificación industrial tras los incendios forestales acaecidos a lo largo de años en parte de su superficie, por imperativo del artículo 50 de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, que prohíbe durante un plazo de 30 años el cambio de uso forestal de los terrenos forestales incendiados".

"Este sector forestal alberga una gran riqueza botánica, con varias localidades de taxones de especies silvestres protegidas y amenazadas que se verían en peligro caso de procederse al desarrollo de los suelos. Está en el área de influencia económica del Parque Natural de Los Alcornocales y también causará una trasformación no retornable del paisaje. Estas instalaciones van a suponer un importante beneficio económico sólo para los propietarios de la tierra, pero acentuará el abandono del medio rural", destaca Verdemar. 

La "mínima" creación de puestos de trabajo y el desplazamiento del ganado a Los Alcornocales son otros de los argumentos esgrimidos por los ecologistas, además del impacto de la instalación de las placas solares: "Fragmentación del territorio, ocupación de suelos, afección a aves esteparias, impactos paisajísticos, consumo de agua, usos agroganaderos en conflicto…". 

Verdemar aboga por el autoconsumo fotovoltaico y una planificación de este tipo de instalaciones con un máximo de 50 megavatios

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