Susana Díaz anunció ayer que en su calidad de presidenta de la Junta de Andalucía mantendrá en breve una reunión con Pedro Sánchez, jefe de Gobierno español, para abordar asuntos que conciernen a los ejecutivos que ambos presiden. Díaz aludió, en concreto, a los problemas de seguridad que genera el narcotráfico en el Campo de Gibraltar y apuntó que los refuerzos policiales llegados a la comarca no pueden ser provisionales, sino que deben tener carácter permanente, con una sede fija que les permita afrontar con inmediatez cualquier situación en la que sea precisa su presencia. Los éxitos cosechados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el último año tras la incorporación de efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, junto con el Servicio de Vigilancia Aduanera, avalan la posición de Díaz, quien ya se expresó en parecidos términos antes de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. Invertir en seguridad equivale a ganar en prevención y a evitar, por tanto, la comisión de delitos, pero esa inversión debe ir acompañada -como también apuntó la presidenta- de otras medidas en los ámbitos social y del empleo que sirvan para apoyar nuevas dinámicas en apoyo de una población hastiada de que se la relacione únicamente con el narco y la delincuencia. Es en esos últimos aspectos donde corresponde implicarse más a la Junta de Andalucía en desarrollo de sus competencias. La esperada y paulatina apertura del nuevo hospital de La Línea es signo de ello, pero es a todas luces insuficiente a tenor del reto que como sociedad tenemos por delante.

Hay también otras importantes problemáticas relacionadas con la comarca que Sánchez y Díaz deben tratar: inmigración, infraestructuras y Brexit. En lo que llevamos de año se ha duplicado prácticamente la cifra de personas que llegan a las costas campogibraltareñas respecto al año anterior, lo que ha provocado que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) estén al máximo de su capacidad y los centros de acogida de menores no acompañados, saturados con hasta cuatro veces más ocupación sobre la prevista, con niños durmiendo en el suelo sobre colchonetas. En cuanto a la conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla, hay que mejorar sin dilación las raquíticas partidas destinadas a una infraestructura clave para el desarrollo del Puerto de Algeciras. ¿Aprovechará el PSOE el trámite de enmiendas en las Cortes a los Presupuestos de este año para tratar de cambiar el signo de las inversiones? ¿Qué planes tiene para 2019? Y, finalmente, el impacto del Brexit. Antes de marzo de 2019 hay que asegurar con Reino Unido el paso de las personas por la Verja con Gibraltar y buscar alternativas de empleo al Peñón. El PSOE tiene tareas por delante.