M profundamente para entender con claridad".

Allí donde esté nuestro cuerpo debemos poner nuestra mente. La salud mental se adquiere con tiempo ya que con el tiempo aprendes mejor a disfrutar con las tareas que realizas. Está comprobado y es de sobra divulgado que el ejercicio físico es un factor fundamental para encontrarnos más saludables. De la salud física ya sabemos bastante, es elección de cada uno si la practica o no. De lo que todavía sabemos poco es de la salud mental. Así como nuestros abuelos eran menos conscientes de las ventajas del ejercicio y la dieta variada, serán nuestros nietos los que tengan más conocimientos a la hora de entrenar la mente y controlar la ansiedad y la desmotivación que ahora a nosotros en muchos momentos nos arrastra.

En un estudio que se lleva realizando desde años y que alcanza a 25 millones de trabajadores, de 142 países se recoge que solo el 13% de los trabajadores se siente comprometido con su empresa u organización, un 63% no se siente comprometido con la actividad que realiza y un 24% está activamente no comprometido. Las preguntas que el artículo que difunde estos datos se hace son: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Habrán olvidado las empresas que el trabajo ayuda a las personas a dignificarse y por eso estas no se sienten comprometidas? ¿Habrán olvidado los trabajadores la importancia de sumar fuerzas para desarrollar óptimamente una tarea común, beneficiosa para todos?

Interesada sobre este tema leo que educar en el gusto por el trabajo bien hecho no es fácil porque en algún momento del crecimiento perdemos el placer por implicarnos en las actividades por su propio valor hasta reducirlo a simplemente perseguir una posible recompensa externa. Eso sin olvidar que en nuestro actual modo de vida abunda la multitarea, algo incompatible con el fluir, el disfrute y el trabajo bien hecho. Cambiar al cerebro de objetivo demasiado deprisa lo estresa. Dice Elsa Punset: "Conectarse y desconectarse sin parar tiene un impacto en tu cociente intelectual equivalente a una noche sin dormir y en la oficina se llega a cambiar el foco de atención hasta 20 veces por hora".

Desde un monasterio de Francia invitan a las personas que trabajan habitualmente con un ordenador a instalar una campana virtual en su sistema que suena cada 15 minutos para sacar al usuario del automatismo y conectarlo con sus sensaciones reavivando sus sentidos.

Estar aquí y ahora es estar donde se encuentra nuestra cita con la vida.

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