La Federación Española de Baloncesto (FEB) tiene esta tarde una reunión con los representantes de los equipos de LEB Plata para intentar llegar a un acuerdo para la finalización de la competición, ya que a falta de cuatro días para acabar la Fase Regular de la Liga todavía quedan por disputar la jornada 25ª de hoy, la jornada 26ª del próximo domingo y los 6 partidos aplazados.
Esta circunstancia desvirtúa totalmente la competición, la adultera creando beneficios y perjuicios extradeportivos, ya que algunos equipos van a jugar el final de la misma a la carta sabiendo lo que han hecho sus rivales directos y contemplando lo que más interesa a unos y otros tanto en la lucha por el ascenso como por eludir el descenso.
¿De qué vale jugar las dos últimas jornadas con fechas y horarios unificados si todavía no se han jugado partidos vitales para establecer una clasificación justa? La Liga ha sido durísima para todos y el Covid ha azotado a muchos equipos que han demostrado valentía y seriedad para poder moverse por el país con alto riesgo sanitario.
Nueve componentes de UDEA fueron contagiados en la Jornada 1ª, en el partido frente a Marbella, en el mes de octubre, y debido al confinamiento les fueron aplazados tres partidos (Zentro Basket de Madrid, Morón y Juaristi) y la FEB obligó a los algecireños a volver a la competición por las bravas y jugar el 7 de noviembre de 2020 en Zornotza (País Vasco) con ocho jugadores, con un solo día de entrenamiento, y sin entrenador. Parecía que le iba la vida en ello, pero así fue.
Y, por si eso no fue suficiente, a UDEA se le forzó a recuperar los tres partidos aplazados antes de la finalización de la primera vuelta, es decir antes del 9 de enero de 2021, con más de siete partidos en un mes entre los que se encontraban los recuperados de Morón (25 de noviembre), Zentro de Madrid (29 de noviembre) y Juaristi (7 de diciembre). Este último impuesto por la FEB para beneficiar al conjunto vasco que un par de días antes jugaba en Marbella (5 de diciembre, 73/76) y así se ahorraba los gastos de un desplazamiento al sur de España.
Así pues, en esta calamitosa temporada se va a jugar una Liga de dos coronavirus, un Covid para los que se contagiaron en la primera vuelta de la competición con una FEB implacable y otro Covid para los que, por desgracia, se han contagiado en la segunda vuelta, a los que es muy posible que hoy la misma FEB conceda una prórroga de una o dos semanas que penalizará a todos los clubes económicamente y que ayudará a algunos a jugar su propia Liga a la carta.
La solución no es fácil, pero estas cosas ocurren cuando se deja a algunos a aplazar partidos argumentando "contactos directos" poco contrastados, dando beneficios que ahora acaban adulterando la Liga y acabando, posiblemente, con alguna denuncia por incumplimiento del Reglamento de una Competición que debería acabar el próximo domingo… ¿O no?
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