Da gusto ver a la derecha andaluza integrada en la idea de una Andalucía autonómica con su historia política. Nos queda VOX, pero tal vez con el tiempo este partido admita en su axiomática la asunción de una realidad que deriva del proceso de redefinición del Estado. Porque de eso se trata, la Andalucía autonómica es una consecuencia elemental de la organización política de España. Ni más ni menos.

Es un dictado constitucional y si bien muchos propósitos -no todos, desde luego- son asumibles en democracia, convendremos en que es premisa sine qua non, respetar a la madre de todas las leyes para que el sistema funcione; la norma es esencial cuando todo se basa en decisiones mayoritarias y no necesariamente en la razón. No hacerlo, en su absoluta integridad, supondría una merma grave para la convivencia. Espero que VOX lo advierta, porque podría caer en la contradicción que traduce combatir a los que quieren borrar la historia mientras se ignoran algunos de sus detalles.

En la pasada madrugada, tal día como hoy, hace 86 años, Blas Infante fue cobardemente tiroteado. Asesinado en lo que entonces, en 1936, eran ya las afueras de Sevilla. Ahí está, apenas se aborda la carretera de Carmona, desde la capital, el monumento que recuerda la tragedia. Infante había cumplido poco más de un mes antes, los cincuenta y un años.

Tenía cuatro hijos de corta edad. María Luisa -él la llamaba Luisita- era la mayor y tenía ocho años. Alegría era la menor y tenía diez meses. A Angustias, la viuda de Infante, no se le permitió ni siquiera ver el cadáver, que fue llevado a una fosa común. La familia fue obligada a dejar la casa de la que saldría Infante, detenido y sin mediar mandamiento judicial ni juicio alguno, camino de una prisión improvisada en el antiguo Cine Jáuregui. El ejecutor intelectual de la orden de detención fue Pedro Parias González, gobernador civil de Sevilla, amigo y compañero de promoción en la Academia de Caballería de Farnesio, del general Gonzalo Queipo de Llano y Sierra. Parias era además tío de Angustias García Parias, la mujer de Infante.

La derecha andaluza ha tardado en ponerse al día, pero parece que ya entiende qué es eso que se significa en toda su extensión tras el nombre Andalucía.

Habría que celebrarlo y habría también que esperar que todos se incorporen a ese entendimiento. Claro que España es lo que importa, pero para que importe España han de importar sus partes.

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