En julio de 1969 la misión espacial Apolo XI llevó a dos hombres a la Luna. Mientras que Collins permanecía en el módulo de mando "Columbia" orbitando alrededor del satélite, Armstrong y Aldrin alunizaron pilotando el módulo lunar "Eagle". A través de la televisión 600 millones de personas fueron testigos de aquel "pequeño paso para el hombre y gran salto para la humanidad". Los astronautas convertidos en fenómenos mediáticos iniciaron una gira por todo el mundo que les trajo a España en octubre de 1969. Anunciando la visita, el semanario "La Actualidad Española" sorprendió a sus lectores con un poster central en el que bajo el titular "Olé, astronautas" aparecía un fotomontaje con los tres vestidos de toreros. Al pie de la foto, la leyenda: "Primeros espadas de la Luna". Durante su estancia, el semanario se presentó en su hotel con Antonio Bienvenida, Paco Camino y El Viti para que cada torero le entregase un traje de luces a los sorprendidos astronautas que no tuvieron más remedio que fotografiarse -como en su día The Beatles- tocados con la montera. En 1970 y aprovechando la fiebre lunar, el avispado productor Pedro Masó realizó una película en un tono entre surrealista y esperpéntico tan del gusto del público español: "El astronauta". Pepe (Tony Leblanc) es un mecánico de coches que viendo en un bar la proeza americana dice: "¡Los españoles no vamos a ser menos!" y funda la "SANA" (Sociedad Anónima de Naves Aeroespaciales) para construir una nave con el patrocinio del rico del pueblo, D. Gregorio (Antonio Ferrandis), la ayuda de D. Anselmo (J. L. López Vázquez) científico jubilado que había sido alumno del diseñador de cohetes Wernher von Braun y Matías (Antonio Ozores) técnico en fuegos artificiales. Junto con su tripulante Faustino (Paco Cano, el Locomotoro de "Los chiripitiflaúticos") Pepe inicia un programa de entrenamiento para adecuarse a las condiciones del espacio y así lo encierran entre barras de hielo para acostumbrarse a las bajas temperaturas y le recubren de neumáticos para adaptarse a la gravedad lunar. Logran construir la nave "Cibeles I" y el módulo de descenso "Garrapata" y obtienen de la base espacial de la NASA en Fresnedillas la tecnología necesaria para el vuelo. Aunque Pepe cree haber llegado a la Luna, un pequeño error de cálculo hace aterrizar a la "Garrapata" en un paisaje desértico. Bandera en mano, Pepe se sorprende al ver que la Luna está ocupada… por el Séptimo de Caballería. "¡Esto es Almería, chalao! le dice un émulo del coronel Custer con un acento andaluz impropio de West Point. Ahora, los políticos catalanes han superado con creces los esperpentos de hace 50 años al anunciar la Generalidad la creación de una Nasa catalana. El cerebro gris de esta peculiar odisea espacial es un jeta independentista cuyas credenciales son afirmar que Cervantes, Leonardo Da Vinci y Cristóbal Colón fueron catalanes. A su lado el Dr. Bacterio (científico de la TIA en Mortadelo y Filemón) es una lumbrera.

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