No es de recibo que un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) como la iglesia de La Palma de Algeciras se vea acosada a diario por una fila de vehículos aparcados -teóricamente autorizados- en uno de sus laterales, el que da al callejón Santísimo. Como se comprueba en la imagen, los coches están situados en una zona peatonal a la que se accede solo a través de otras calles reservadas, en principio, a los peatones, provocando molestias a los ciudadanos que caminan en ese entorno y daños a la solería, rota en muchas zonas a causa del peso de los vehículos. Hay privilegios inoportunos carentes de todo sentido.
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