editorial

Política para una situación de riesgo

EL Tesoro español colocó ayer en los mercados financieros bonos a diez años por valor de 3.563 millones de euros, pero para lograrlo tuvo que ofrecer un interés de casi el 7%, el más elevado desde 1997. La prima de riesgo, que mide el diferencial de rentabilidad entre la deuda española y la alemana, rozó por la mañana los 499 puntos básicos, una cantidad que los expertos consideran insostenible a medio plazo y que, de persistir, podría conducirnos a una operación de rescate por parte de la Unión Europea de consecuencias desastrosas, tanto para España como para la Zona Euro en su conjunto. La intervención del Banco Central Europeo, adquiriendo deuda española, suavizó la situación, rebajando la prima de riesgo, que, de todos modos, se mantiene a niveles altísimos. Con este panorama, y tras la revisión de la previsión de crecimiento económico formulada por el Gobierno para el año 2012 -un 0,8%, incapaz de generar empleo-, el Gobierno que salga de las urnas el domingo se va a topar de bruces con una crisis que no amaina y que le obligará a un doble ejercicio de firmeza y diligencia: tendrá que actuar rápidamente adoptando medidas impostergables que devuelvan la confianza a los mercados y suavicen los efectos de estas turbulencias financieras. Al mismo tiempo, las fuerzas políticas con representación parlamentaria, y de manera destacada las dos que van a ser mayoritarias, están emplazadas a hacer un ejercicio de patriotismo como quizás no se ha necesitado desde mucho tiempo atrás. Gobierno y oposición deben llegar a consensos básicos que, además, se presentan con carácter perentorio, ya que los problemas no sólo no esperan, sino que crecen cada día que pasa, como estamos comprobando. Los gobernantes salientes y los que van a entrar también tienen que permanecer en contacto continuo para responder a las exigencias de las semanas en que se producirá el relevo y para facilitar que el cambio no sufra retrasos ni distorsiones. Todo por ofrecer a España y al mundo un plan, un rumbo y una voluntad.

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