No habrá enviados especiales de los medios de comunicación nacionales para cubrir la Feria de La Línea, una lástima, porque sería una gran oportunidad para trasladar a su público una faz de la localidad bien distinta de la que habitualmente se refleja fuera de la comarca. Los linenses y muchos turistas -con frecuencia, descendientes de emigrantes que tuvieron que dejar su municipio años atrás- disfrutan juntos de unas fiestas que no saben de diferencias ideológicas.
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