Análisis

josé Martínez Olmos

Retos actuales de la pandemia

Apesar de que estamos en una situación en la que el estado de alarma decae en España, la declaración de pandemia mundial por parte de la OMS sigue vigente y el coronavirus sigue entre nosotros y nos afecta.

Hay que seguir atentos y exigentes en la aplicación de todas las medidas de protección y de prevención de la infección, para evitar que el coronavirus vuelva a circular con intensidad creando de nuevo los problemas que es capaz de generar, por un aumento de la transmisión comunitaria. En este aspecto, el comportamiento de cada ciudadano es de vital importancia. No hay que bajar la guardia.

Al mismo tiempo hay una serie de retos que se tienen que abordar de manera coordinada entre las diferentes autoridades sanitarias. Son retos que interpelan por igual al Gobierno de España y a las Comunidades Autónomas.

El primero de ellos se refiere al abordaje del reforzamiento de las estrategias de vigilancia epidemiológica y de las unidades de atención primaria para asegurar la mejor capacidad posible de detectar precozmente los brotes que eventualmente sucedan y aislar a los casos y contactos; se trata de evitar la transmisión comunitaria. El intercambio de buenas prácticas en el conjunto del Sistema Nacional de Salud, es de todo punto importante.

El segundo de ellos se refiere a la planificación de la próxima campaña de vacunación antigripal, que convendría se planificase de manera coordinada en todo el Sistema definiendo los grupos prioritarios, la compra de las dosis, la organización de los servicios, para su aplicación, las fechas de su aplicación o las eventuales acciones informativas para concienciar a la ciudadanía, entre otras cuestiones.

En tercer lugar, se debe trabajar de manera coordinada para definir los elementos básicos que permitan disponer del necesario acceso a la eventual vacuna frente a la Covid-19 y la organización necesaria de todo el dispositivo asistencial para su aplicación, que deberá ser priorizada en los grupos de riesgo que se definan.

Otro aspecto de enorme trascendencia se refiere al incremento de los tiempos de espera en todos los ámbitos: asistencial, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas. En todos esos ámbitos, la necesidad de priorizar la atención a los pacientes afectados por la Covid-19 y paralizar las actividades programadas, ha generado un impacto en el funcionamiento habitual de los servicios sanitarios que hay que reponer a la mayor urgencia y con la mayor coordinación. Incluso puede ser necesario definir nuevos tiempos maximos para proteger la calidad asistencial a los pacientes.

Finalmente, la organización de la vuelta a las aulas en el próximo otoño se tiene que realizar haciendo previsiones de diversos escenarios epidemiológicos. La necesidad de coordinar las visiones sanitarias con las educativas abre un espacio de cooperación entre los profesionales de los dos ámbitos, para acordar las mejores respuestas a cada uno de los escenarios.

Seguimos en pandemia y, por tanto, seguimos teniendo que afrontar los retos y superar los daños causados. Hay que seguir manos a la obra. Esto no ha terminado aún.

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