El Santuario de Bacinete, el monumento prehistórico donde se hallan algunas de los principales representaciones de las pinturas y grabados rupestres al aire libre más importantes del mundo, ha sufrido en los últimos días un brutal ataque vandálico que ha dejado seriamente dañadas estas representaciones datadas entre el Calcolítico y la Edad de Bronce. Según la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, los autores de esta agresión sin precedentes se enfrentan a sanciones de hasta 100.000 euros de multa.

El fuego en una de las paredes.

Integrantes de la Asociación para la Protección del Arte Sureño (APAS) visitaron el pasado fin de semana este enclave situado en el Parque Natural de Los Alcornocales y descubrieron que una o varias personas habían arañado las pinturas, raspado en un panel de las cuevas e incluso realizado pintadas en algunos de los abrigos principales. En el mismo lugar encontraron incluso restos de un enorme fuego junto a una de las paredes. No se trata, como en otras ocasiones, daños producidos por la indolencia o el desconocimiento de los visitantes. Esta vez, consideran los expertos, han ido a destruir los restos con una especial saña. La fogata para quemar la pared la realizaron después de talar uno de los árboles de la zona. 

APAS y la Plataforma para la Defensa del Arte Sureño, que trabajan para que se declare toda este área como Zona Arqueológica, así como su inclusión como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, afirman que la Junta de Andalucía y los ayuntamientos del Campo de Gibraltar están colaborando para elevar el nivel de protección de este tesoro del patrimonio de la comarca, pero, manifiesta el colectivo, "necesitamos una mayor implicación por parte de la sociedad para defender el Arte Sureño". "No podemos permitir que estos actos queden impunes", añaden. 

Las asociaciones elogian la implicación "completa" de la Junta de Andalucía en la protección del Arte Sureño en los últimos meses. "Lo que ocurre es que, cuando vengamos a hacerlo, los actos salvajes que se están produciendo continuamente en todos los abrigos que contienen pinturas rupestres van a hacer que desaparezcan todos y es una lástima", explica un portavoz. 

El arte rupestre forma parte del Patrimonio Histórico y goza por tanto de la protección prevista en la Constitución Española (Art. 46), que insta a los poderes públicos a garantizar su protección, conservación y transmisión a las generaciones futuras. La Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español concede por su propio ministerio a todos estos lugares, con independencia de su cronología, el estatus de Bien de Interés Cultural (BIC), sin que sea necesario que medie una declaración individualizada.  

A principios de octubre, la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Mercedes Colombo, explicó que el proyecto en el que se está trabajando en Bacinete consistirá en la realización inicial de un cerramiento perimetral de protección general de todo el conjunto para, más tarde y en una segunda fase, impulsar las visitas guiadas al conjunto. La Junta pretende acabar con las visitas incontroladas de senderistas, grupos de rutas y deportistas, principalmente practicantes de escalada, que perjudican el mantenimiento de este Bien de Interés Cultural. Para ello organizará visitas por parte de grupos controlados y registrados.