LOS BARRIOS - ALGECIRAS

Hasta el rabo, todo es derbi (1-1)

  • El Algeciras salva los muebles en Los Barrios con un empate en el 96 que no contenta a nadie

  • La Unión juega mejor y con más carácter hasta con diez

  • Pirulo marca y es expulsado

  • Chico Díaz iguala en un córner

Un gol de Chico Díaz en el tiempo añadido -sobre el minuto 96, aunque unos dicen en el 95 y otros en el 98- salvó los muebles del Algeciras en un derbi comarcal que la Unión ya celebraba como su primera victoria de la temporada en casa. Los barreños se quedaron con la miel en los labios tras adelantarse con un golazo de Pirulo y correr como jabatos, sobre todo cuando jugaron en inferioridad numérica durante casi toda la segunda parte por la expulsión de su goleador. Los algeciristas evidenciaron que siguen en crisis y sólo la fe cuando más negro lo tenían evitó un golpetazo en toda regla.

El esperado derbi de la necesidad no contenta a nadie. Si acaso una pizca a los de José Antonio Asián, que rescataron un punto in extremis. No obstante, las caras de los muchos aficionados algeciristas que ayer se acercaron a la Villa reflejaban un sentir muy distinto, una preocupación colectiva por la imagen de un equipo que ya lleva cuatro jornadas sin ganar y anoche dejó pasar otro tren hacia el liderato.

55'Expulsión de Pirulo. Los barreños se quedan con diez pero aún así juegan mucho mejor

A la Unión el empate le sentó como un golpe bajo. Los pupilos de David Dolibramento, seguidos de cerca por Rafa Escobar, tenían en el zurrón tres puntos de oro, un chute de autoestima enorme tras un gran partido. Los locales jugaron con muchísimo carácter, con orden, con más aciertos que errores. Seguramente también pasó factura el perder demasiado tiempo desde la banda cada vez que se salía un balón, pillería que el colegiado Hidalgo Márquez se cobró en el tiempo añadido.

Las tablas no deben enmascarar la realidad de un derbi que tuvo escaso fútbol pero resultó intenso y batallado. El Algeciras quiso tener más el balón pero se jugó más tiempo a lo que la Unión propuso. El gol de Pirulo fue un regalo a la vista, un oasis en un primer tiempo de briega sobre un césped que luce verde pero no está para combinar. El segundo periodo, más pausado, dejó a ver a un conjunto atrevido y valiente, el de casa, y a una escuadra visitante sumida en un mar de dudas que se no disipan... pero al menos con voluntad de creer.

Los primeros minutos del partido fueron a todo trapo, sin control. El bote del esférico dificultó cualquier conato de trenzar jugadas. A eso hay que añadir el empuje de dos onces que salieron a imponer su ley desde primera hora. El Algeciras no se encontraba a gusto ante una Unión férrea que intentaba hacer daño por las bandas.

El primer disparo con cierto peligro lo protagonizó el cuadro barreño en botas de Antonio Prieto en el 20. El sol daba de cara a los albirrojos en el primer periodo pero lo que deslumbró a Romero en el minuto 33 fue el cañonazo de volea lanzado por el barreño Pirulo tras marcharse en una contra y disparar casi sin pensar desde lejos. Un auténtico golazo.

Los albirrojos salieron de la cueva al filo del descanso con un disparo a bocajarro de Ganet que salvó Goito. A renglón seguido pudieron matar los gualdiverdes con un contragolpe que terminó con un cabezazo de Prieto que lamió el larguero.

El segundo tiempo, ya con el campo en sombra, arrancó con un Algeciras dispuesto a hacerse con las riendas. Albertito tuvo una buena llegada por banda en el 52' pero el duelo se puso de cara para los visitantes en el 55 cuando Pirulo vio la segunda amarilla y dejó con diez a la Unión. El barreño siguió y disparo en una jugada que estaba anulada y el árbitro le amonestó en una decisión bastante rigurosa en un partido bravo pero de guante blanco.

La expulsión pudo dejar KO a la Unión porque dos minutos después el Algeciras perdonó lo imperdonable. El delantero Ito, ayer titular, recibió un pase al hueco de Chico Díaz pero falló en el mano a mano ante un inspirado Goito. Trató de picarla y el tarifeño le pilló.

Los barreños se vinieron arriba y llevaron el encuentro adonde querían. La Unión, generosa en su esfuerzo, se multiplicó con diez e incluso pudo sentenciar el derbi con un disparo ajustado de Labra en el 66' o un remate de Niko en el 71'.

El Algeciras veía correr el reloj y sentía la angustia de sus muchos seguidores a pie de campo. Entre tanto proseguían las interrupciones del juego, el otro fútbol que también se libra en estos duelos de rivalidad. Asián removió el banquillo y habría removido cielo y tierra para buscar un revulsivo, pero los de rojo y blanco no daban pie con bola.

El derbi entró en el tiempo de descuento. La Unión y sus hinchas ya medio celebraban la victoria, azuzándose mutuamente. El Algeciras intentó una última cabalgada con los cinco minutos de alargue ya cumplidos y forzó un córner. Ahí pudo morir el partido pero Mané botó el saque de esquina al corazón del área barreña y allí voló Chico Díaz para dejarlo en tablas.

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