Fútbol | Segunda división B

El desafío físico del Covid-19 tras varios meses sin competir

  • Jesús Estrada, de la Balona, y Javi Morilla, del Algeciras, tratan de minimizar los efectos de la pandemia en sus futbolistas, aunque advierten de que los jugadores "no son máquinas"

Mientras el fútbol de Primera y Segunda se prepara para regresar en junio, el fútbol modesto, el llamado fútbol no profesional, sigue mirando al horizonte hacia un escenario nuevo y repleto de incógnitas. ¿Cuándo podrán entrenarse estos equipos y cuándo volverán a competir, ya la próxima temporada? Se habla de octubre o septiembre, agosto en el mejor de los casos. Una de las preguntas clave es cómo va a afectar a los jugadores una inactividad que puede irse a los cinco o seis meses.

Jesús Estrada y Javier Morilla son dos de los preparadores físicos más formados del Campo de Gibraltar. La Real Balompédica Linense, con Estrada, y el Algeciras CF, con Morilla, están en buenas manos desde hace tiempo. Ambos explican las principales inquietudes que pueden vivir en estos momentos los equipos de Segunda B y también los de Tercera y otras categorías inferiores. Ambos encaran un auténtico desafío, "una situación nunca antes vista", coinciden.

Estrada: "Hay que ir con cuidado y no cometer locuras"

Jesús Estrada, natural de Medina Sidonia, trabajó en la UD Los Barrios con Rafa Escobar y Carlos Ríos. Desde la Villa dio el salto a la Balona en junio de 2018 y en La Línea ha echado raíces. Desde el pasado 8 de marzo el balón no rueda en la Segunda B, una categoría que se prepara para cambios profundos y que no sabe aún cuándo arrancará el curso 2020-21. "No sabemos cuántos meses serán pero en cualquier caso es mucho tiempo sin competir", afirma. 

La Balona fue uno de los primeros clubes en suspender los entrenamientos grupales cuando irrumpió la crisis del coronavirus: "Desde entonces la plantilla ha seguido trabajando desde casa, hemos estado encima desde el primer momento y los futbolistas han mostrado una predisposición total", explica Estrada. "Pero es evidente que el parón se ha alargado, hemos tenido que readaptarnos y ahora no sabemos por cuánto vamos a estar sin volver a pisar el campo".

"Un deportista no puede estar parado tanto", prosigue Estrada. "Los futbolistas están desadaptados en este momento; el cuerpo lo nota, es verdad que ellos son profesionales y tienen una capacidad por encima de los demás, pero la vuelta va a necesitar un proceso", advierte el preparador balono.

En estos dos meses, Estrada ha intentado "mantener en estado de forma aceptable" a la plantilla, "siempre dentro de las condiciones de cada uno y que no hemos podido trabajar de manera colectiva". En unas fechas propias del último tirón de una temporada, el asidonense considera que "se abre un periodo nuevo, interesante para los preparadores porque es un reto nunca visto en el que tenemos que aprovechar para aprender, seguir formándonos y retroalimentarnos con los compañeros".

El preparador físico de la Balona no es partidario de extender mucho más el periodo previo a la Liga: "La pretemporada es aconsejable que no sea mucho más larga porque ya de por sí se suele hacer larga; hay que tratar de enfocarlo de otra manera, introducir ejercicios y actividades paulatinamente siempre que Sanidad lo permita y readaptarnos. El deportista tiene que seguir activo pero siempre con cuidado de no cometer locuras", sentencia.

Morilla: "Esta inactividad es demoledora"

Javier Morilla es el preparador físico del Algeciras CF, un hombre de la casa y el artífice del último ascenso. "El verano pasado apenas tuvimos dos semanas de descanso y ahora vamos a estar meses sin jugar. Quién nos lo iba a decir", reflexiona. 

Morilla, al igual que Estrada, no ha parado desde el día 1 de la pandemia. Los albirrojos suspendieron también los entrenamientos grupales pero el plantel ha cumplido religiosamente con los deberes del profesor. "Hemos estado ocupados desde el primer momento, con entrenos personalizados y adaptados, con consultas diarias y con el objetivo de minimizar el efecto de la pandemia", explica.

"Al principio tratamos de mantener un nivel físico centrado en la fuerza, pero hemos ido adaptándonos poco a poco, con las bicicletas estáticas que el club consiguió para cada jugador y ahora con las carreras al aire libre", detalla. "Esta situación depende mucho también del factor personal, de si un jugador vive en un espacio reducido o tiene un terreno amplio en el que haber podido ejercitarse", reconoce.

Morilla asume que la vuelta al trabajo debe ser prudente: "Una inactividad prolongada como esta es demoledora para un deportista", sentencia. "El cuerpo está habituado a la actividad así que nos encontramos ante un escenario nuevo, también es verdad que los futbolistas tienen una capacidad superior para recuperar el tono".

El preparador algecireño coincide con su colega balono en lo inédito de esta situación: "Hemos tratado de camuflar el parón, pero nos enfrentamos a una situación incierta y nueva en la que vamos a ir descubriendo poco a poco qué se nos va permitiendo hacer. Lo más importante es apelar al sentido común y a la cautela", sostiene.

Morilla elogia cómo ha llevado el club estos dos meses de incertidumbre y confía en que la desescalada de la pandemia permita en un futuro cercano acercarse a la nueva realidad: "Ahora mismo es imposible saber qué ocurrirá, hablamos de hipótesis, pero la idea sería retomar cuando sea posible con algunas sesiones, por turnos, para que el jugador vuelva a pisar el césped y a tocar el balón, sería lo ideal antes de las vacaciones siempre que las condiciones sanitarias lo permitan", deseó.

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