Oye, mira hacia arriba (1-2)
Córdoba b- real balompédica linense
La Balona enlaza su segundo triunfo a domicilio en un duelo en el que dispone de ocasiones para golear y termina pendiente de la hora Los albinegros son cuartos, a un punto del líder
Dos desplazamientos, dos triunfos y ambos por uno-dos. Nueve puntos en cuatro jornadas. La Balompédica refrendó ayer en Córdoba, en un escenario envidiable como el Nuevo Arcángel, su buen arranque liguero. Lo hizo en un partido que pudo sentenciar en varias ocasiones, sobre todo en el primer periodo, pero en el que su falta de puntería se tornó en indulto para el débil filial cordobesista, dando pie a un final con dudas, aunque no tanto con sufrimiento. Bien es verdad que lo incierto del marcador era lo único que daba suspense al choque, ya que la defensa albinegra y, sobre todo su portero Lolo Soler, se las ingeniaron para no pasar situaciones de auténtico apuro en el tramo final de la contienda.
El Córdoba B intentó maniatar a la Balona con un giro en el sistema defensivo (tres centrales y dos carrileros), pero el invento no le pudo salir peor a su técnico, Pepe Puche. El filial no sólo estuvo blando atrás, sino huérfano de ideas en el centro del campo y la Balompédica tiró de orden, de saber estar y de una voracidad innegable desde el primer minuto para mandar sobre el maltrecho terreno de juego.
Apenas habían transcurrido ocho minutos cuando esa mayor presencia de los albinegros en el campo quedó reflejada en el tanteador. Copi metió un pase en profundidad a Chema Mato, que éste aprovechó para poner a su equipo por delante.
El tanto no ejerció de tranquilizante a una Balona que quería más a pesar de encontrarse con el obstáculo de un terreno de juego en pésimas condiciones. Y sucedió lo que tenía que suceder. No se llevaban ni veinte minutos cuando Hugo Díaz se las ingenió para marcarle al equipo que le vio crecer (0-2).
En los veintincinco minutos que quedaban de primer tiempo el guión apenas sufrió modificaciones y la Balompédica disfrutó de oportunidades para haber dejado el encuentro sentenciado y haber vivido una segunda mitad mucho más tranquila de lo que soportó.
La más clara de esas ocasiones estuvo en los pies del tarifeño Juampe, que envió fuera con Sillero ya batido.
Tras el paso por los vestuarios, Pepe Puche movió ficha desde el banquillo, sacrificando a Pedro y dando entrada a Mane, cuya ausencia en el terreno de juego era difícil de justificar después, a la vista de cómo movió a sus compañeros durante la segunda parte.
Precisamente fue Mane el que -rentabilizando una pérdida de balón de un desconocido Juampe- generó la jugada que aprovechó el granadino Mauro Cabello para acortar distancias.
A partir de ese momento empujó el Córdoba B, pero fue la Balompédica la que, a la contra, tuvo en su mano la opción de disfrutar de un final de partido tranquilo. Cada vez que el equipo de La Línea merodeaba el área de Sillero daba sensación de peligro y de que en cualquier momento sentenciaría el pleito.
El cordobés Sergio Ortiz probó fortuna con un disparo que despejó el meta blanquiverde, que salvó a su equipo de una derrota más dolorosa.
Fue en es tramo cuando el conjunto de Rafa Escobar tiró de oficio para ralentizar el juego y buscar la contra que le diese la sentencia. Un gran pase de Copi estuvo a punto de aprovecharlo Juampe, pero su tiro lo sacó Sillero. Antes de llegar a la recta final del duelo, el portero cordobesista salvó un mano a mano con Óscar Martín.
En el tramo decisivo, el Córdoba B intentó la igualada, pero cuando colgaba el esférico aparecía la figura de Lolo Soler y cuando lo intentaba por otra vía, la segurísima zaga del conjunto visitante.
La Balompédica acaba la jornada en plaza de liguilla y a poco que acabe por cristalizar las ocasiones que tiene a más de uno le va a costar la misma vida ganarle. No hay nada mejor que un triunfo para acabar de poner las cosas en su sitio.
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