ULB - Cazorla | La previa

La ULB no renuncia a nada pero mira a otros retos

  • Los albinegros reciben este sábado al Cazorla, que viene de vencer a Udea

Cándido Matoso, con el balón, durante el ULB-Coín

Cándido Matoso, con el balón, durante el ULB-Coín / Erasmo Fenoy

La Unión Linense de Baloncesto (ULB), penúltima, recibe esta sábado (19:00) en el vetusto pabellón de La Línea al CB Cazorla Jaén Paraíso Interior, colista de la fase de clasificación de la Conferencia Sur de la Liga EBA. Estadísticamente los dos equipos que tienen menos opciones de alcanzar una de las plazas que dan derecho a jugar por el ascenso. Dos equipos que, sin embargo, ya han demostrado que están dispuestos a dar guerra en lo que resta de competición.

La escuadra que entrena Vicente González llega tras un varapalo predecible en la siempre complicada cancha del Enrique Soler de Melilla (94-71) pero en la jornada inaugural doblegó contra pronóstico al Coín. Los jiennenses, que incluso cambiaron de técnico, arrancaron el pasado sábado un triunfo contra pronóstico contra Udea y avisan de que, sobre todo en su cancha, van a conducirse como un enemigo temible.

La ULB no se da por vencida, pero en la caseta son conscientes de que sus opciones son muy remotas. Así que se ponen metas intermedias para estimularse. La primera, derrotar a un Cazorla al que no han conseguido doblegar en los últimos cursos. La segunda, mejorar el balance de victorias-derrotas de la pasada andadura. Este último objetivo tampoco se antoja imposible, porque en la 2017-18 solo vencieron dos veces y ya llevan una victoria.

Los albinegros, como en semanas precedentes, muy mermados en sus entrenamientos. Compromisos laborales y algún problema físico han limitado la presencia de sus jugadores, aunque lo normal es que hoy la cifra de efectivos utilizables supere la decena. “No nos sirve de excusa”, advierte el preparador que se resiste a tirar la toalla.

Mientras haya un rayito de esperanza, mientras matemáticamente tengamos una opción de acabar entre los tres primeros, la afición sabe que vamos a pelear por ella”, garantiza. “Y si llega el momento de que no exista, que esperemos que no pase, nos motivaremos con otros objetivos para competir como lo hemos hecho siempre, porque somos, por encima de todo, deportistas”.

Cazorla, que no es el equipo que dominaba la EBA andaluza de los últimos años, sigue siendo una escuadra con muchísimo potencial. Cuenta con dos extracomunitarios y un tercer extranjero y apuntalan el quinteto inicial dos jugadores nacionales con experiencia en la categoría que llegaron desde Plasencia: David Rubio y David Espadiña.

Tras la primera jornada Eugenio Llera, que había dirigido al equipo durante los últimos cinco meses, abandonó el banquillo alegando “motivos personales” y su plaza fue para Carlos Cardeñas, que debutó con triunfo.

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