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Juicio del Rúa Mar: la Policía Nacional cree que Pedro Samuel Maza "no hizo nada" por salvar a los seis muertos en el naufragio

El inspector jefe encargado de la investigación defiende en la sede de Algeciras de la Audiencia Provincial que el armador no envió al pesquero la ayuda que requería

El alijo de hachís que había cargado en aguas de Marruecos le llevó a "hundirse a toda velocidad" en un golpe de mar

La conexión de Pedro Maza con los Pantoja, clave desde el primer día del juicio del Rúa Mar

Pedro Samuel Maza, durante la segunda sesión del juicio. / Vanessa Pérez

Los investigadores de la Policía Nacional que vigilaban al Rúa Mar como parte de una organización supuestamente dedicada al narcotráfico creen que el armador, Pedro Samuel Maza, "no hizo nada" por salvar a los seis marineros que fallecieron en el hundimiento del pesquero el 23 de enero de 2020 a unas 28 millas del Cabo Espartel tras recibir, supuestamente, una carga de hachís. Con esas palabras lo ha expresado este miércoles el inspector jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) encargado del caso durante su declaración ante el tribunal de la sección de Algeciras de la Audiencia Provincial, que juzga a Maza por homicidio, tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, estafa y delitos laborales, además de a otras cuatro personas que, supuestamente, trabajan para él en esta trama delictiva.

Un sexto acusado, Jesús Heredia, el Pantoja, el hombre que ha sido descrito durante el juicio como el que se encargaba de tratar con los proveedores de la droga en Marruecos y comprarla, ha sido declarado en rebeldía tras no presentarse en la Audiencia. Se fugó durante un permiso carcelario en marzo de 2025 y sigue en busca y captura.

En la segunda sesión de las doce que están previstas, el testigo policial afirmó que tanta "tranquilidad" mostró el armador aquella tarde de mala mar, incluso tras conocer que el barco había sufrido una avería y estaba "sin gobierno" a merced del "mal tiempo", que los policías que lo vigilaban llegaron a pensar que de algún modo "había solucionado ya" el problema y ellos no habían llegado a enterarse. Pero la realidad es que Pedro Samuel Maza no avisó a Salvamento Marítimo y no comunicó que tenía un teléfono satelital con el que se podría haber comunicado con la tripulación. Ni siquiera alertó a la flota pesquera del puerto de Algeciras y de Barbate, que podría haber salido para remolcar al Rúa Mar, aunque es "habitual" que entre los pesqueros "se ayuden" cuando hay un percance de este tipo. "El barco seguía en el mismo punto y este hombre no hace nada", afirma el instructor que se dijeron entonces los policías, que cree que en aquel momento debía saber que el barco "se iba".

Uno de los testigos de la Policía Nacional. / Vanessa Pérez

El palangrero había pasado muchas horas esperando en aguas de Marruecos a que se produjera la carga. Según el testimonio del policía, Pedro Samuel Maza les pidió paciencia cuando los notó inquietos. Luego también se enteró de que la "mercancía" había sido embarcada, a la luz de las conversaciones telefónicas mantenidas con su pareja, que según el inspector jefe de la UDYCO mostró "más sentido común". "Que vayan a buscarlo y lo recojan y, si no, que lo tiren porque esta noche va a caer la mundial", dijo según el instructor a su marido M.R.T., para la que piden 19 años de cárcel por pertenencia a grupo criminal y delitos contra la salud pública y blanqueo de capitales. "Lo que empieza malamente, acaba malamente", sentenció Pedro Samuel Maza.

Alrededor de las tres de la mañana, el armador -que ya sabía que un cable del embrague del barco se había roto- supo por una llamada de Salvamento Marítimo le confirmó que había saltado la radiobaliza que alertaba del naufragio. Le preguntaron entonces si llevaba un teléfono satelital y lo negó. "Sólo un teléfono normal", respondió. En aquel punto del Estrecho no había cobertura. En ese momento, el teléfono por satélite no hubiera servido ya de nada. El Rúa Mar estaba bajo el agua.

Motores viejos

La conclusión de los investigadores es que, después de varias horas, esperando la carga, los tripulantes estaban nerviosos. Temían ser sorprendidos por la Marina Real marroquí. Entonces, "arrancaron tan fuerte para irse cuanto antes que partieron el embrague". "Estos son barcos antiguos con motores viejos", relató el policía en la Audiencia. Por qué no avisaron entonces de que estaban en apuros: "No querían perder la mercancía para cumplir con El Pantoja y sus clientes y ganar dinero". El barco se tuvo que hundir "a toda velocidad" por culpa del exceso de peso de la carga ilícita. Sin tiempo para reaccionar. En un fuerte golpe de mar que se lo llevó "como si quitas un tapón". El pesquero hundido fue el único que salió aquella tarde de los puertos que faenan en el Estrecho, pero Salvamento Marítimo se comunicó con un velero que apareció en las inmediaciones y que dijo no haber visto nada.

Durante la tarde, el jefe de la UDYCO había pedido a Vigilancia Aduanera que enviara una embarcación para interceptar al Rúa de Mar, convencido de que transportaba una cantidad indeterminada de hachís. El buque de Aduanas salió de Algeciras, pero se tuvo que resguardar en Valdevaqueros porque era imposible acercarse al lugar en el que todavía se encontraba el Rúa Mar, antes y después de la avería. Así lo confirmaron dos responsables de Vigilancia Aduanera. "Salir con ese tiempo era jugarte la vida", dijo uno de ellos. "Tendrían algo muy importante que hacer". Según dijo uno de los testigos, un viejo pescador comentó durante la trágica jornada: "Si salen, ya sabes a qué han ido. No se va a pescar allí y menos en estas condiciones".

Los abogados defensores. / Vanessa Pérez

El tráfico de drogas en barcos de pesca, en un principio, desde el Puerto de Algeciras, estaba bajo la lupa de la UDYCO desde finales de 2018 cuando se detectó una sospechosa "actividad frenética" en los muelles. Tras cuatro meses de vigilancia se detectaron comportamientos de que "algo estaba ocurriendo". Las tripulaciones registradas no tenían nada que ver con las que iban realmente en los pesqueros y aparecían marineros "con muchos antecedentes por narcotráfico". "Siempre aparecía Pedro Maza", dijo el inspector jefe, a pesar de que jamás salía en un barco. Ahí fueron tirando del hilo y fueron destapando la trama. El instructor policial explicó los roles de cada uno. El principal acusado "coordinaba, dirigía, elegía la tripulación". El Pantoja tenía el contacto con los proveedores de Marruecos. Otro de los acusados se encargaba de las descargas y de la guardia custodia de la droga. Un cuarto se ocupaba de controlar el puerto. Un quinto era el enlace con el Pantoja, puesto que es familiar suyo. El sexto acusado es la pareja de Maza, que estaba "al corriente de todo" pero tenía un papel "secundario" al menos en la organización diaria. "Era un grupo organizado", dijo el investigador, que describió al armador como un hombre que, delante de los pescadores no quería "ir de sobrado de dinero" pero por detrás llevaba una vida de "poderío económico". Sus marineros no tenían un buen concepto de él, siempre según la Policía, que afirman que todos en el Puerto de Algeciras piensan que es "mala gente" y que "iba a lo suyo".

Un mes de luto

Tras el naufragio, Pedro Samuel Maza guardó "un mes de luto" y en marzo ya estaba otra vez negociando partidas de hachís para otros barcos". "Es su modo de vida", explicó el jefe de la UDYCO. "Se le detuvo, fue condenado y volvió a hacer lo mismo", apostilló. Al menos en tres de las seis embarcaciones que manejaba fueron detectados dobles fondos para ocultar la droga, confirmaron los miembros de Vigilancia Aduanera. Meses después de la tragedia del Rúa Mar, en julio de 2020, Maza fue detenido en la Operación Matraca, iniciada en 2019, que desmanteló una red dedicada al transporte de hachís en pesqueros desde Marruecos. Su padre, Pedro Maza, histórico presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), también fue arrestado temporalmente y dimitió tras la investigación. En la sesión de ayer se supo que intentó mediar para que el Seguro aceptara, al día siguiente del naufragio, el pago que su hijo no había realizado antes. En 2023, Maza Ruiz volvió a ser detenido junto a seis personas más por otro alijo de aproximadamente 2,4 toneladas de hachís, localizado en el puerto pesquero de El Puerto de Santa María. Actualmente, permanece en la prisión de Botafuegos y se enfrenta a una petición de 114 años de cárcel.

Los abogados defensores intentaron demostrar en sus preguntas posteriores a las declaraciones que todas las acusaciones se basan en suposiciones, que no hay pruebas contra sus clientes. En la sala, algunos familiares de los muertos guardaban silencio. A Maza apenas se le vio en algunos momentos negar con la cabeza.

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