La paz sindical apenas se vislumbra en Algesa. Ayer, representantes de UGT -organización más votada por los trabajadores de la compañía pública, pero que no ocupa la presidencia del comité de empresa tras un pacto entre CCOO y USO- mantuvieron un encuentro con el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, y otros concejales para tratar lo que los propios ugetistas denominaron "una situación discriminatoria".

El secretario general de este sindicato en Algesa, Juan Sánchez, recalcó que el Ayuntamiento no había contado con ellos hasta la fecha. "Le pedimos al primer edil que nos tenga en cuenta, porque somos el colectivo mayoritario", apostilló el representante de los empleados, quien añadió que, de no reunirse con ellos cada vez que lo hagan con el comité, "tendremos que meter fuego y no haremos más de bombero".

Además, desde UGT también se refirieron a las otras dos agrupaciones. "El delegado de CCOO quiera recuperar ahora sindicalmente el protagonismo político que perdió", expuso Sánchez; quien, al respecto de USO, afirmó que "está en el mundo porque Dios no pasa lista". A pesar de estas palabras y aunque los ugetistas admitieron que la paz sindical queda lejos en Algesa, este colectivo insistió en que se encuentran dispuestos a sentarse y hablar.

Por su parte, en relación a la denuncia del convenio colectivo efectuada por CCOO y USO, los delegados de UGT explicaron que esta agrupación no hubiera adoptado esta medida y que prefería quedarse con el pacto actual.

El edil responsable de Algesa, Bernabé Ramírez, quitó hierro al asunto e insistió en que existe en estos momentos tranquilidad dentro de la empresa. El concejal también reveló que el pago de las nóminas se retrasó un par de días, pero que ya se había efectuado.