Cada vez su perfil despunta menos sobre el cielo del Puerto de Algeciras. El desmontaje de las tres grúas de la terminal de contenedores de APM Terminals Algeciras apartadas del servicio en noviembre de 2017 por deficiencias avanzan en los últimos días a buen ritmo. 

La compañía emprendió el pasado verano el desmantelamiento de las grúas 19, 20 y 21 de su terminal. Las tres portainers, construidas por la compañía argentina Impsa y estrenadas en 2008, fueron retiradas de la operativa nueve años después tras detectarse unas microfisuras. Acabaron trasladadas en abril de 2018 al muelle norte de la terminal, donde se ejecutan las labores de desguace. Los daños no suponían un riesgo para los trabajadores, pero su reparación resultaba inviable.

Dos trabajadores, a bordo de una cesta, supervisan el descenso de una pieza recién cortada de una de las grúas.

Las labores de achatarrado comenzaron en junio con el desmantelamiento completo de la grúa número 21 para ganar espacio y un mayor perímetro en torno a las grúas 20 y 19 de la explanada. Su desmontaje concluyó, y también se desmantelaron las dos plumas de las dos grúas contiguas, si bien los trabajos quedaron suspendidos por disputas entre las empresas contratistas durante buena parte del otoño y este invierno. 

APM Terminals Algeciras explica que la suspensión del desmontaje fue ajena a su voluntad y que, una vez superado este imprevisto, se ha vuelto a retomar el trabajo. Durante el tiempo en el que no hubo actividad en torno a las portainers, la empresa mantuvo un perímetro de seguridad y vigilancia.  

Ahora, los trabajos se centran en el tramo central de las dos grúas restantes. Dos grúas de celosía han vuelto a montarse junto a las estructuras de metal y se afanan en trocear las vigas y soportes antes de su retirada en camiones. Cada una de las estructuras tenía un peso total de 1.900 toneladas, tal y como explicaron desde la compañía en el arranque del proyecto.

En una de las grúas, los operarios se encargan desde una cesta de las tareas de corte de las piezas, sujetadas por la segunda estructura que se encarga de descenderlas una vez desprendidas. El tamaño de cada tramo cortado varía y depende de su ubicación, de la existencia de cables, forma y otros elementos. Se han dado momentos con piezas cortadas de hasta 14 toneladas que, una vez en el suelo, son troceadas a su vez en partes más pequeñas para su retirada en camiones. 

Este vídeo muestra el desmontaje de las plumas durante las primeras semanas de trabajo, el pasado junio: 

El viento es otro factor que influye en el proyecto, dado que al tratarse de trabajos en altura el límite de seguridad admisible para las ráfagas es de 21,6 kilómetros por hora (6 metros por segundo). Es una velocidad que se alcanza fácilmente en un día de levante como los que azotaron la Bahía de Algeciras durante la semana pasada, por lo que las tareas se ejecutan deteniéndose cuando resulta necesario.

APM Terminals no ha ofrecido plazos concretos para el fin de las tareas, si bien la entrada de una meteorología más benévola en las próximas semanas contribuirá a que los tres gigantes argentinos pasen a ser historia portuaria en un plazo no demasiado lejano.