Entrevista

"Reivindicamos la duda como madre del conocimiento"

  • Reincidentes a tiempo parcial, presentan en Algeciras su segundo trabajo de textos y viñetas: 'Palacietas y Villanuetas o viceversa'.

Palacios y Villanueva posan felices en la Plaza Alta con su criatura en las manos.

Palacios y Villanueva posan felices en la Plaza Alta con su criatura en las manos. / Jorge del Águila (Algeciras)

El centro documental José Luis Cano acoge a partir de las 19:30 la presentación de su nuevo libro. Algo traman.

–¿Dónde nace su relación a lo Walter Mathieu y Jack Lemmon?

–Nos encanta que nos haga esta pregunta. Nos coge por sorpresa.

 –Mal empezamos.

–Corrían los años setenta del siglo XX  y éramos muy mayores. Sobre todo Juan Antonio. Sin pensarlo, empezamos a trabajar juntos. Al principio organizábamos verbenas y fiestas infantiles. Pero está claro que, por diferentes razones, teníamos todas las papeletas para hacer más cosas juntos. Este el momento en el que uno de nosotros debe decir algo, que jamás hemos confesado, y es que uno le presentó la pareja al otro. Aquí, en pleno siglo XXI, hemos hincado el diente a diferentes obras, uno escribiendo y el otro ilustrando, hasta que llegó 2017 y nació nuestra primera obra compartida, Villapalas: una casa en la que invitábamos a pensar, dudar, intuir, imaginar e interesar a los lectores y que fue el primer libro de tuis y viñetas que editamos.

–Ildefonso Sena y Pedro Delgado repiten como editor y prologuista.

–Son otros dos locos cuerdos, muy valientes. Ambos han sido reincidentes en este 2019, sin posibilidades de rehabilitación. Las segundas partes pueden ser buenas.

–¿Un común denominador para ambos?

–Somos muy distintos y diferentes en nuestros gustos y aficiones, pero hay cosas que nos unen, como por ejemplo la creatividad tanto para la lógica como para el disparate, el ser capaces de colocarnos otras gafas y seguir viendo, y nuestra curiosidad por enterarnos de lo que ocurre a nuestro alrededor y lo que le preocupa a la gente. Muchas de nuestros pensamientos y viñetas están inspiradas en la observación, de lo grande y lo pequeño, de lo importante y lo cotidiano. Aunque hacemos muchos números al mes, los dos somos de Letras y Humanidades.

–En el fondo, lo suyo es un matrimonio de conveniencia.

–Diríamos que es más un matrimonio de paciencia y resistencia. Realmente matrimonio, matrimonio, pues más bien no. Somos pareja de hecho, pero con todos nuestros papeles en regla y debidamente registrados.

–“El mayor capital es la palabra y el diálogo”, afirman, pero ustedes golpean primero.

–No golpeamos porque no somos violentos. Lo que sí hacemos es usar  las palabras y las imágenes, y en nuestras obras suenan y se ven  distintas. Hay quien dice que una imagen vale más que mil palabras, pero muchas veces con solo una palabra podemos expresar mil sensaciones, sentimientos, ideas o emociones. Abrir nuestros libros por donde ustedes quieran es un motivo para que se cumpla lo que acabamos de decir e intentar motivar a los lectores con esa combinación imágenes y palabras. 

"Algunos se habrían comprado El Quijote si la Pantoja se hubiese lanzado desde el helicóptero con un ejemplar"

–¿La mejor cura de humildad?

–Mirarse cada mañana al espejo, no para decirnos lo perfecto que somos, sino para reivindicar la duda como madre del conocimiento, aceptar nuestros errores como integrantes de nuestra humanidad y cotidianidad, y escuchar atentamente a los demás, aunque no estemos de acuerdo con ellos.

–¿A quién se la recomiendan?

–A todos los que tienen en sus manos los intereses y el futuro de los demás. Ahora que estamos a las puertas de las elecciones municipales, a todos y todas los que aspiran a representarnos en nuestros ayuntamientos. Y que no olviden jamás dos cosas, que somos sus patronos y que los bienes que gestionan y administran son los de la comunidad.

–“Jamás un ciudadano debe pedir perdón por defender sus ideas en democracia y libertad, si no caminaremos hacia un pensamiento totalitario y único”. ¿Deben estar los líderes del Procés en libertad?

–Uno de los derechos más importantes en democracia es la libertad de expresión, pero cualquier actuación debe contemplar dos cosas: el cumplimiento de la Ley y el respeto a los demás. La cuestión no  son las ideas, sino la forma en la que se defienden. En nuestra humilde opinión, en nuestro país, tal vez se abuse de la prisión preventiva. El equilibrio está en impartir justicia, pero que no acabe resultando una injusticia.

–¿Qué texto pondrían de bocadillo al caballo de Abascal?

–El caballo es un animal noble e imaginamos que se habrá quedado mudo  ante lo que se ve y oye, y por tanto no dirá nada. Irá por donde le mande su jefe, aunque eso le cueste gastarse luego una fortuna en psicólogos equinos. En un hipotético bocadillo pondríamos: “¿Dónde se meten los defensores de los animales?”.

–¿A  quién castigarían sin una viñeta?

–Si pensamos que una viñeta puede ir cargada de crítica e ironía, posiblemente el castigo sea verse reflejado en ella. No sacaríamos a todos los que pierden el trasero por salir en la foto o nos intentan tomar el pelo.

–La Pantoja salta en helicóptero con 4,7 millones millones de espectadores ante la TV. ¿Los imaginan leyendo El Quijote?

–Nosotros somos muy fantasiosos, pero no nos imaginamos en esta época a cerca de 5 millones de personas leyendo El Quijote a la vez. Tal vez si la Pantoja  se hubiese lanzado desde el helicóptero leyendo el Quijote, algunos de los que la vieron por la tele habrían comprado el libro.

–¿El artículo uno de su programa electoral?                       

–Implantar como obligatorio el sentido del humor más sentido común y, de paso, más sentido común.

–¿Y como disposición adicional quinta? 

–Que todos los artículos del programa sean de obligado cumplimiento en todos los casos. Y fomentar la inquietud por aprender. Mingote, que era un genio, escribió: “El día  que deje de aprender, ya nada tendrá sentido para mí”. Y así se pasó la vida, aprendiendo.

–¿En serio amenazan con un tercer volumen? 

–Cuerda tenemos, pero no sea malo y déjenos disfrutar de este momento. Hemos de demostrar que las segundas partes pueden ser buenas. Después ya nos empeñaremos en ver si a la tercera va a la vencida. Tampoco queremos que haya una sobredosis.

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