Monumentos y Edificios Históricos de Algeciras

La Constancia

  • Algeciras tuvo en su historia una plaza de toros fija anterior a la tan añorada de La Perseverancia. Se llamó de forma parecida y en ella lidiaron todas las grandes figuras del momento

A la izquierda de la imagen puede verse la plaza de toros “La Constancia” (Litografía de Alfred Guesdon publicada en 1860).

A la izquierda de la imagen puede verse la plaza de toros “La Constancia” (Litografía de Alfred Guesdon publicada en 1860). / E.S

La primera corrida de toros en Algeciras, de la que se tiene conocimiento documental, se celebró en el año 1720. Al menos esa noticia aparece en el número 20 del semanario El Clarín, editado en el año 1850, que incluye en sus páginas una biografía del matador de toros Manuel Ballón, conocido como El Africano. Refiere el periódico que se corrieron toros en la plaza de Algeciras para celebrar el nacimiento de un príncipe real (debía tratarse del príncipe Felipe de Parma, hijo del rey Felipe V y de su segunda esposa Isabel de Farnesio, que nació el 15 de marzo de 1720).

Teniendo en cuenta que en esa fecha la recién nacida Algeciras no era más que un conjunto de barracas y de casas salteadas en el interior del recinto amurallado medieval, las corridas a las que se refiere el semanario debieron celebrarse en un coso provisional formado con tablazones y carros, probablemente ubicado en la Plaza Baja. Según documentación publicada por Crescencio Torés en su obra Tauromaquia algecireña con tres toreros, en el año 1748 los Hermanos de la Caridad de Algeciras solicitaron licencia para poder celebrar dos corridas de toros en la Plaza Baja con el fin de recaudar fondos para las obras del Hospital de la Caridad cuya construcción se había iniciado ese mismo año. En 1762 se construyó el nuevo matadero de la ciudad a orillas del río de la Miel.

A partir de esa fecha las corridas de toros se celebraron en el patio de dicho matadero. A partir de 1808, cuando el rey José I volvió a autorizar las corridas de toros en Algeciras prohibidas por Manuel Godoy, se dieron licencias para la celebración de corridas de toros, estando documentadas las que se llevaron a cabo en los años 1814, para celebrar la vuelta al trono de Fernando VII, en 1823 y en 1824. También se tienen noticias de dos novilladas celebradas en Algeciras en los días 24 y 25 de julio de 1833 para festejar la subida al trono de Isabel II.

En esta ocasión los festejos debieron realizarse forzosamente en el patio del matadero, pues desde 1827 la Plaza Baja estaba ocupada por los puestos del primer mercado de abastos construido en Algeciras. En 1836 Agustín Otero y Vicente Bálsamo solicitaron licencia para construir una plaza de toros de madera con la intención de poder celebrar en ella treinta corridas de novillos. Para la concesión se comprometieron a donar 400 reales por cada corrida a la Milicia Nacional, además de abonar los arbitrios que las autoridades provinciales tuvieran estipulados.

El 28 de febrero de 1850 se promulgó un Decreto autorizando la celebración de una feria de ganado en Algeciras. El día 16 de dicho mes se publicaba un suelto en el diario La Época dando cuenta de la celebración de la feria y concluyendo que “se espera con fundamento que el año próximo será más grande aún la animación, a lo que contribuirá poderosamente el proyecto que parece que hay entre manos de construir una buena plaza de toros”.

Plano de Algeciras de 1857 en el que se puede ver la plaza de toros La Constancia y el Paseo de Cristina (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército Plano de Algeciras de 1857 en el que se puede ver la plaza de toros La Constancia y el Paseo de Cristina (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército

Plano de Algeciras de 1857 en el que se puede ver la plaza de toros La Constancia y el Paseo de Cristina (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército / E.S

Es esta la primera noticia que existe sobre la que sería la primera plaza permanente de la ciudad. El 13 de junio se creó una junta, formada por particulares y presidida por el Alcalde Corregidor, que constituyeron una sociedad mercantil con un capital inicial de 400.000 reales obtenidos mediante acciones que sería la encargada de llevar a cabo el proyecto en terrenos cedidos por el Ayuntamiento en lo alto del paseo del Calvario.

El Heraldo de Madrid, en su edición del 12 de julio de 1850 publicaba lo siguiente: “La junta encargada de realizar esta obra (la construcción de la plaza de toros) acaba de publicar un anuncio invitando a todos los maestros que deseen interesarse en ella para que presenten planos de una plaza ochavada o circular, cabida de 8.000 personas, con dos cuerpos: el bajo de mampostería y el alto de madera lo mismo que el tendido: cubierto de tejas el segundo, y sostenido por la parte interior con pilares de hierro; acompañando presupuesto de las cantidades de materiales que hayan de entrar en su construcción, número de jornales que se calculen, con distinción de oficiales y peones…”

Las obras de la plaza de toros La Constancia salieron a subasta en octubre. La noticia la recogió El Clamor Público en su edición del día 10 de ese mes de 1850. “Se ha subastado –escribe el corresponsal del periódico– la construcción de una plaza de toros en Algeciras por la cantidad de 15.000 duros. El plano adoptado por la Junta, y sobre el cual se ha formado el pliego de condiciones, está hecho según la nueva planta que se da a estos edi?cios, y reúnen las circunstancias de sólida comodidad y belleza”. Una vez construida, la plaza de toros La Constancia resultó de planta poligonal con dieciséis lados con sus respectivas puertas, dos de ellas principales.

Su diámetro era de 80 varas (unos 64 metros). Constaba de dos cuerpos, el inferior de mampostería y el superior de madera, retranqueado, con pilares de hierro que sostenían un tejado de tejas árabes a un agua. El retranqueo del cuerpo superior obligaba a disponer sobre la parte exterior del bajo otro tejado también de tejas árabes a un agua que vertía hacia la calle, como se puede apreciar en la litografía de Alfred Guesdon realizada en 1860 que se adjunta. Tenía un aforo de 8.000 espectadores.

Estuvo operativa en el mes de junio del año 1851. En ella se celebraron los festejos taurinos de la feria real de ese año y de los demás hasta 1865. La corrida inaugural se celebró el primer domingo de feria, 1 de junio de 1851, con la participación de los matadores José Redondo El Chiclanero y Manuel Jiménez El Cano. Del festejo del día 3 dice que se lidiaron ocho toros, mitad a la española y mitad a la portuguesa. Los cuatro a la española mataron ocho caballos. El 1 de septiembre del año de su inauguración asistió a una novillada en la plaza, invitado por el Comandante General del Campo de Gibraltar, señor Calonge, el Archiduque de Austria y luego Emperador de México, Maximiliano I, que había recalado con su navío en el puerto.

En 1853 se concedieron licencias para celebrar corridas en la plaza de Algeciras durante los meses de abril, junio y octubre. Entre 1854 y 1863 continuaron las corridas en la plaza con la participación de los más destacados diestros. En 1864 La Constancia estaba tan deteriorada que podía representar un peligro para los aficionados. La plaza, reparada varias veces, necesitaba ser reedificada.

La sociedad creada para la edificación y explotación del coso se disolvió en 1864, no sin antes haber celebrado Junta de Accionistas y decidir sacar la plaza a subasta. Esta se celebró el 8 de mayo del año citado rematando la puja Benito Oliva por 40.000 reales en representación de empresarios. Los nuevos propietarios quedaron vinculados al Ayuntamiento en las mismas condiciones que los anteriores, comprometiéndose a edificar una nueva plaza en sustitución de la que se había erigido trece años antes.

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